Jake HuxleyMe levanto cansado como todos los días, me meto a la ducha para despertarme mejor y salgo con el mismo humor de perros. Veo en mi agenda que tengo la cita con la doctora que Lily a buscado para someternos al tratamiento de inseminación. Es algo incómodo tener que hacerlo, pero yo decidí meterme en esto y no voy a echarme atrás sólo porque ahora no me agrade la idea.Sin embargo, no quiero decir quedarme aquí para esperar respuestas ni procedimientos, así que tomo mi teléfono y le marco a Will.“Hola Jake, ¿necesitas algo urgente? No sueles llamarme a esta hora.—Sí, necesito que me mandes lejos de aquí un par de semanas, porque siento que me volveré loco si no lo hago.“Justo ayer por la tarde llegó un correo de Alemania, ¿quieres ir tú a supervisar las obras?—Si eso me dará un respiro, por supuesto que sí. Ni siquiera sé cómo lo haré para soportar el matrimonio, mucho menos prepararlo.“Sobre eso, ¿quieres que yo me encargue de los detalles para que lo hagas cuando
Lily SmithMitch conduce con cautela por la carretera que lleva a una zona algo apartada de Swansea, en donde las casas cada vez están más lejos entre sí. Mi abuelo y él como siempre van muy animados y creo que mis hijos también, porque no dejan de moverse en mi vientre.—¿Tenemos que hacerles alguna reverencia? —pregunta mi abuelo y Mitch se ríe.—Claro que no. Además, ellos son la excepción de lo que ustedes saben de la nobleza, son personas muy sencillas y están esperando por ustedes. Si no han viajado ellos es porque les pedí que esperaran a que yo hablara con Lily y le explicara un poco lo que pasó, aunque no saben que llegaremos hoy.Mitch me mira por el espejo y yo asiento, no debió ser sencillo para mis padres todo lo ocurrido. Tener un accidente con sus hijas de unos pocos meses y despertar sin saber dónde están debió ser desesperante. Yo me imagino pasando por eso con mis niños y siento una angustia atroz.Mitch reduce al velocidad y se queda parado frente a una enorme verja
Samara RogersAbro los ojos porque despertarme lo hice hace mucho tiempo atrás. Me quedo mirando el techo y pensando lo que en verdad estoy haciendo, porque por primera vez puedo elegir el amor y he mandado todo a la punta del cerro por el dinero.Sí, hasta yo misma me estoy juzgando, pero para una mujer a la que no le enseñaron a ser valiente, sino todo lo contrario… no queda más que agarrarse de lo que pueda para salvarse.Crecí en una familia arruinada y a la que sólo le queda un poco de apellido y otro poco de empresas que se endeudan para mantener las apariencias y pagas las deudas anteriores. Mis padres adoptivos no pudieron tener hijos propios, por lo que adoptaron un hijo y cuatro hijas, todos interesados, entrenados para engañar y sacar el mejor provecho de todas las situaciones, aun cuando no se vean favorables para nosotros.Y eso es lo que hice ahora.Pero estoy cansada, no quiero pasar por esto de nuevo. El dinero que pueda sacar de este matrimonio es el que necesito para
Lily LloydLuego de que Mitch consiguiera hacer el cambio de apellido y de que mis padres convencieran a mi abuelo de quedarse en la mansión Lloyd, ambos hemos disfrutado de una tranquilidad como hace mucho no teníamos, por no decir desde que mis padres adoptivos murieron.Mi madre se ha puesto a tejer un hermoso ajuar para los gemelos y yo estoy estudiando para que cuando ellos tengan unos tres meses, podamos mudarnos a donde sea que quede en la universidad para iniciar mis estudios. Mitch ha regresado a la ciudad para establecer su oficina como debe y dejar a alguien a cargo, porque no piensa dejarme sola.—Señorita, su madre la solicita en la sala —me dice una de las chicas del servicio, asiento y me regreso a la casa. Cuando entro mi madre está hablando con un hombre alto que está de espaldas.—¡Allí está! —dice mi madre y el hombre se gira, sus ojos me impactan porque son de un azul celeste que me cautivan por su intensidad. Me sonríe y algo en mí se derrite, me extiende la mano
Lily Lloyd Los meses se pasaron rápidos y felices gracias a aquella familia que encontré, la que muchas veces pensé que me había abandonado porque no sentían amor por mí, sin embargo, nada de eso fue cierto. Mitch se ha dedicado todo este tiempo a ir entre la ciudad y la casa de mis padres. Los fines de semana nos reunimos todos y pasamos momentos agradables. Jugamos juegos de mesa y además de eso salimos de paseo para disfrutar en familia. Saber que mis hijos van a crecer en un lugar como éste y en un entorno así me hace sentir mucho más segura y llena de esperanza acerca de lo que será mi futuro con ellos. Voy con mi madre caminando, tomada del brazo de ella, recorriendo la terraza remodelada, una mucho más segura en donde la piscina ahora tiene una protección para evitar que los gemelos alguna vez vayan a tener algún accidente. La cesárea está programada para dentro de una semana, porque no quieren tomar riesgos. Sin embargo, todo parece indicar que por más que uno programe las
Samara RogersMe quedo mirando a Jake con los ojos cargados por el miedo. Pensé que no se iba a interesar mucho en si me quedaba embarazada rápido o no, pero estoy dándome cuenta de que él en verdad está desesperado por tener un hijo.Y tal vez sea el momento donde yo deba ceder, porque sin ese niño no voy a tener la pequeña fortuna que necesito para ser libre… Y la verdad es que mientras más pronto sea libre de todo esto, antes podré conquistar a mi Will e irme lejos con él.—Ya lo sabes, quiero que hagas una cita con la doctora para esta misma semana, para que vuelvan a analizar todo el proceso. ¡Si tiene que inyectarte las malditas hormonas para que te quedes embarazada, lo haces…! Sólo un procedimiento más y si no te quedas embarazada, te largas de esta casa tal como llegaste, sin un peso… Y aún más miserable de lo que eras antes.Me suelta con violencia y caigo en la cama. Sale del cuarto y yo me quedo helada, sufriendo por el terror que estoy sintiendo nuevamente.Fuertes arcada
Jake Huxley Las semanas se han pasado largas y tortuosas, especialmente porque Will tuvo que ir a arreglar un problema con su familia y si él no está, yo no me puedo mover, por lo que me toca ver a Lily todos los días. Aunque dijo que sólo sería una semana, las cosas se le complicaron más y no le quedó más remedio que quedarse. —Me voy a volver loco… —me digo a mí mismo cuando salgo del cuarto y la veo pasando la aspiradora ella misma, pero no con una expresión triste, sino con la más grande de las sonrisas. Camino hasta la puerta y le digo con pesadez—. ¿No es hoy que debes ir a ver a la doctora para la inseminación? Ella se detiene, se incorpora y asiente, deja la aspiradora de lado para hacerme las señas, las que volvió a aprender a través de un curso en línea debidamente vigilado por los guardias de la casa. Me dice que será por la tarde y yo salgo de allí sin más que decirle. Lo único que deseo es que todo esto se termine, aunque ya ni sé para qué. Cuando llego abajo me anunc
Will Russell Terminamos de pelear, se termina el silencio tras el trago, Jake se acerca a mí y me da una sonora palmada en la nuca. —¡Tarado! ¡¡No puedes decir todas esas cosas!! Cualquier mujer se va a espantar más que sentirse halagada si oye que hablan así de ella. —¡Pero no tienes que golpearme! —le digo acariciando la nuca—. ¡Me vas a dejar tan idiota como tú! Jake abre la boca para decirme algo, pero se calla. Me ha regañado de todas las maneras posibles por querer quedarme con Lily, la que sigo creyendo que no es Lily, pero él mismo ha reconocido que es que la primera vez que me ve realmente interesado y no sólo eso, sino que también enamorado. Y por supuesto que lo estoy, no tiene caso negarlo. Sonrío mentalmente al recordar su cara de shock cuando me vio llegar presentándole mi renuncia como asistente y diciéndole que me llevaría a Lily porque me enamoré de ella, y me esperaba el golpe cuando le grité que me acosté con ella. Pero tal como me lo esperaba, Jake no reaccion