No podía revelar más detalles, ¡maldici0n! — ¡¿Qué sucede?! ¿Llamo a tu doncella? – Charlie se asustó de repente. — ¡No, no, no la llames! ¡Escúchame por favor! Charlie lo lamento hijo, yo… — los ojos de Serene se humedecieron, pero rápido intentó recomponerse, ya se estaba comportando demasiado r
¿Será que su magia comenzó a activarse por este pequeño cachorro? Un hijo de Dragón y Nahara era un ser con demasiado poder innato. Aysling sentía que su corazón latía desbocado. Sentada en la cama, llevó su mano temblorosa a su vientre plano, acariciándolo con una mezcla de sorpresa y amor mat
Charlie iba con una pesada capa, metido dentro del carruaje donde supuestamente viajaría su hermano. Nadie sabía que Azura iba a supervisar este convoy, o al menos debería ser así, pero con el tema de un espía suelto, era obvio que este viaje no sería demasiado tranquilo. La larga caravana de sumi
— ¡¡Príncipe, no puede pasar dentro de la habitación de la concubina, esto es penado por la muerte, su alteza, reaccione!! – el ama de llaves le gritaba y las doncellas se atravesaban en su camino. Solo estaban haciendo su trabajo, nadie sospechaba que Aysling estaría en peligro. — ¡¡Aysling, está
Cuando la mano de Serene tocó el vientre de Aysling y esta retiró un poco la capa de protección, pudo sentirlo y abrió mucho los ojos, sorprendida. Era tan difícil concebir para su raza, mientras más poderoso el Dragón, más trabajo le costaba tener cachorros y esta pequeña mujer llevaba en su vient
Aysling sentía que el dolor la consumiría, luego la desesperación y la impotencia. Su cuerpo era manipulado de un lado a otro y solo deseaba descansar, acabar con tanto dolor, pero una voz persistente le rogaba y no la dejaba rendirse. “Que no se fuera, que la amaba, que ella era todo para él, qu
Acarició la suave piel semitransparente que quedaba bajo el impenetrable escudo y sus ojos podían ver al enorme corazón latiendo frente a ella, sus venas recorriendo el fuerte pecho, pura vitalidad que él le ofrecía y ella la tomaría. “Yo Aysling Allen, Nahara de la manada Sombra de Garras, te acep
Charlie no había sentido más placer en su vida, que en el momento en que se llevó a rastras a esa víbora, llorando y rogando para el calabozo, junto con todas sus secuaces y cómplices.Azura no podía salir del nido, así que dejó todo el interrogatorio y tortura a manos de su hermano.Charlie no se g