2 meses después… Rose se miró en el espejo de su cuarto. Falda de tubo, blusa blanca clásica, sencilla pero elegante y zapatos de tacón bien bajos. Por encima su blazer, que llegado el momento iba a cambiarse por su bata blanca de científica. Había arribado hace un mes a este país que le permit
El laboratorio que fundó con unos amigos investigadores, pero después no pudo mantener por falta de financiamiento, primero encontró a un patrocinador para una investigación privada y ahora, se aparecían estos dos millonarios misteriosos y compraban todas las acciones. En menos de un mes, su viejo
— Chicos… — Rose se quedó mirándolos como tonta. Sus marcas en la nuca, latiendo frenéticas y sus ojos comenzaron a ponerse rojos. La estaban mirando hacia abajo con sus helados ojos azules, con tanta indiferencia, que Rose se sintió como basura. — Maell, Ni… — pero ellos solo pasaron por su lad
Miró las marcas que aún tenía Niall en las muñecas y también en los tobillos. Habían tenido que encadenarlo para controlar la furia de su lobo al despertar y pensar que el lazo con su compañera estaba roto, al creerse abandonado. Finn era más racional, pero igual, se destrozaba la piel peleando co
— Porque ustedes me engañaron – comenzó su confesión, ella también tenía agravios en el corazón — Escuché la conversación que tuvieron en el despacho con su padre, donde les decía, que desde el inicio, ustedes me fueron a liberar con la idea de utilizar mis poderes. — ¡Me dijeron que nunca me for
— Además, tus poderes saldrán, quieras o no, algún día no podrás controlarlos – Niall agregó pellizcándose el puente de la nariz — Solo queríamos darte nuestra fuerza para que lo dominaras y “eso” no te hiciera daño, que pudieses controlarlo primero. No solo para encontrar ese dichoso Dragón, sino
Rose no estaba para nada asustada. Se estaba excitando como hace meses no lo hacía. Ni siquiera en las ocasiones que se consolaba a sola en su pequeño apartamento, pensando en ellos dos y solo lograba un orgasmo vacío. Todo su cuerpo traidor se rendía a sus Alfas, no lucharía más, no tenía sentid
Las caderas de Maell se comenzaron a menear dentro de esa caliente cavidad, tomándola más y más profundo. “Mmm… amo tu polla Maell” los pensamientos calenturientos de Rose se escapaban de su mente enloqueciendo a los gemelos. «Mmm, joder amor, Rose te he extrañado nena, te he extrañado al punto qu