Pateaba y gritaba, lloraba, pero seguía prisionera. En su pánico, todas las sombras de los objetos en el cuarto comenzaron a alargarse y a rodearla. Eran como monstruos en forma de humanos que la acechaban, queriéndola ahogar. Rose luchó con todas sus jóvenes fuerzas, pero solo se enredaba más y
Rose miraba en sus manos las cosas que pidió en línea y le habían llegado ayer. Tenía una tarjeta de dinero que le dieron los gemelos, según ellos sin fondo, podía gastar en lo que quisiera, pero esta fue la primera compra personal que hizo y dijo que era ropa nueva. Rezaba porque no saliera el no
Maell lo sintió gemir y al mirar a su lado, el otro pelinegro se estaba tocando la erección bien evidente por encima del pantalón sin dejar de mirar hacia Rose. No le pareció suficiente y se abrió los botones, sacando el enorme miembr0 lleno de pre semen e hinchado de deseos reprimidos. Con movimi
— Nunca más en tu vida vuelvas a decirnos eso – gruñó justo a centímetro de sus labios, con rabia contenida, enredando su caliente aliento con el de Rose — Si algún otro hombre se atreve siquiera a mirarte, lo matamos, ¿entiendes? Así de crudo. — Somos unos maldit0s hombres lobos y tus parejas, a
Se volvieron a besar de frente como dos locos enamorados y Niall los observaba de cerca, disfrutando de ese espectáculo caliente y erótico a más no poder. Su mano sobre su resbaloso eje, moviéndose arriba y abajo, esperando paciente a su turno, que no demoraría mucho. Maell se separó de ella y se
El dolor llegó cuando el enorme tamaño de Niall sustituyó al pequeño dispositivo, pero todo el lubricante y la excitación de Rose estaban jugando su papel. — Espera…Niall… eres muy grande… suave… Maell no comiences a moverte también… ¡Ahhhh! Pero ya era muy tarde para suplicar que pararan. Esos d
— Cuánto más piensas estar pegado a Rose, ¿acaso soy tu maldit0 colchón personal? – le gruñó a Niall que lo miró con fastidio. — Yo alimento a Rose, la última vez lo hiciste tú – y así Niall salió del sensible e hinchado trasero de Rose con un sonido de “pop” que dejó a la vista un redondo agujero
Cuando Rose pudo revivir nuevamente, no sabía si habían pasado horas, días o semanas. El hecho era que esperaba encontrarse echa mierd4, después de las secciones de ejercicios más intensos, que había tenido en su vida, pero, en realidad, estaba muy bien. Solo un poco de dolor muscular, sobre todo