“¿Llevaste a Estela para la manada?” Douglas le preguntó por el vínculo a su Beta. “No quiso irse bajo ningún concepto, incluso amenazó con su vida” el Beta le respondió con frustración. “¡Maldici0n, no puede entender la importancia de este momento!, ¿cómo puede ser tan caprichosa?”, aprovechando
El grito de agonía del lobo resonó y cayó al suelo como electrocutado, al poco tiempo dejó de moverse con sangre saliendo por todas las cavidades. “¡Maldit0 infeliz!” Elijah miraba con odio, adentro del escudo de energía que rodeaba a Douglas y sus guerreros, muy parecido a los que le gustaba usar
Una sombra silenciosa corría por el bosque hasta llegar a una mansión escondida en el medio de la nada, llena de hechizos y protecciones, pero él se había tomado casi la botella entera con sangre de esa mujer, así que, por un tiempo contado, era como una verdadera sombra. Se coló en la mansión de L
Keeva le habló por el vínculo colectivo de la manada y Michael entonces asintió reacio a dejar a su compañera y a la de Lucian. Tenía que haber aceptado que los gemelos Alfas se quedaran con él y no que fueran a luchar con Lucian. — Aisling no te expongas, por favor, no puedo perder a ninguna de u
Dos enormes lobos, uno blanco y otro negro, mortales y fieros, surcaban la noche rumbo a la mansión. Lucian confiaba en sus hijos Alfa, para que cuidaran a sus mujeres. “Tengo aquí a Charlie y está dispuesto a ser intercambiado” Aisling le dijo a Lucian. “Aisling, pero Charlie…” “No te preocupes
“Lo haremos al mismo tiempo, lanza el huevo y tu Omega que salga por la entrada” le propuso, cansado de tanto jueguito y con la vista solo puesta en el Dragón. — En lo que el huevo cae de tu lado, mi mujer quedará atrapada en el escudo y hecha triza. Yo entraré con el huevo a la vez que ella sale.
Ofelia había aguantado, pero tanta tensión y miedo, no lo soportaba más y menos en la situación en la que estaban, encerrados como ratas. No pudo evitar comenzar a llorar con amargura. — Así que al final, decidiste hacerte el héroe. Solo morirás con más dolor, ¿sabías? — Ambos lo harán y yo, ten
La pobre mente de Ophelia no aguantó tanta presión y miedo. “¡Aisling concéntrate en lo tuyo, yo cuido de tu hermana! ¡Si no podemos ayudar a su mate, nunca nos perdonará!” Lucian le rugió haciéndose cargo de Ophelia y Aisling miró hacia la batalla de masacre, dentro del escudo. Solo pudo sacar