Cuando Ophelia se quedó sola en su cuarto, reflexionó mucho, pero sobre todo, en que ya tenía que pensar no solo en ella, sino en el cachorro que se estaba formando en su vientre. Elijah la había herido demasiado, aunque al final confesó que se arrepentía, que sí la iba a aceptar como su mate. Oph
— Alfa Douglas, ¿qué lo trae por mi manada? - Elijah soltó siendo más grosero de lo que pretendía, pero de repente al ver aquí a Estela con su padre, un mal presentimiento surgió en su corazón. — ¿Así es como les da la bienvenida a los viejos amigos en su manada, Alfa Cohen? – Douglas levantó una c
— Antiguo, hay un reporte importante que debo hacerle— John pidió permiso para entrar en la oficina de Lucian. — Dime— Lucian levantó la cabeza de los documentos que revisaba. — Esta mañana, un lobo desconocido fue descubierto en las fronteras de la manada. Los guerreros enseguida intentaron det
— ¿Por qué no me dijiste nada? – Lucian se pellizcó el puente de la nariz. Decían que hijos grandes, problemas grandes y Lucian lo estaba comprobando de sobra. — Pensé que cuando estuviese lista, ella misma nos diría que la aflige tanto. ¿La has visto estos días?, ¡casi ni come y parece siempre i
Sus dos cachorras lo iban a llevar a la tumba antes de tiempo. — ¿Aisling, Charlie, puede localizar el huevo falso que tiene el sirviente? – de repente Olivia le preguntó analizando las posibilidades. El huevo dorado brilló como respondiendo a su pregunta. — Dice que, muy levemente, al parecer e
¡Bam! Un golpe sonó en la reja asustando a todos cuando Elijah la golpeó. — Disfruta de tus últimos días de felicidad porque cuando caigas en mis manos haré de tu vida peor que un infierno. Todas las torturas que le hiciste a mi hermana y el daño que me causaste, lo pagarás con tu pellejo. Habló
Elijah prácticamente se arrojó del auto andando y entró con grandes zancadas a la casa central de la manada. La había olido entrando a la plaza y antes de llegar incluso al edificio. Cintra levantó la cabeza después de tanto tiempo ausente. — ¡Ophelia! – su corazón latía, lleno de esperanza y an
La Omega se vio encerrada entre el enorme cuerpo intimidante de su Alfa y la puerta cerrada con el seguro. — Escúchame bien Ophelia Allen, puedes odiarme, puedes maldecirme, pero nunca jamás te atrevas a romper nuestro lazo, ¡no lo permitiré!— Elijah le habló entre dientes mientras la agarraba por