Un enorme lobo bicolor salió de repente de la cueva que no habían explorado y saltó directo a atacar a Elijah. A penas y le dio tiempo a esquivar, pero igual se llevó un feo desgarro en el brazo. — ¡Antiguo, espere un momento, no deseo luchar contra usted! - le gritó a Lugh, pero Lucian y él, ya v
“Lo hice para protegerte. Tenía miedo de que te escaparas a buscar a tu mate. Siempre fuiste muy impetuosa y no mirabas las consecuencias de tus actos impulsivos, eras apenas una niña” Lucian le respondió en su mente. “¿Me odias por eso? ¿Por haber sellado tus recuerdos de ese encuentro?, ¿por habe
— Hija, al fin estás de vuelta— Olivia abrazó a Ophelia con los ojos rojos, emocionada porque la había extrañado demasiado y cuando Lucian le dijo por teléfono, que Ophelia estaba en peligro, casi salen todos a rescatarla. — Mamá— Ophelia le devolvió el abrazo también con las lágrimas colgando de s
Entre risas y reencuentros, después llegó Malla y también abrazó llorando a Ophelia, que sentía la calidez y el apoyo de su familia, aunque por dentro, su corazón continuaba destrozado. Luego de la cena familiar, se fue a su habitación a descansar. No quería pensar en Elijah, pero tampoco podía ev
Cuando Ophelia se quedó sola en su cuarto, reflexionó mucho, pero sobre todo, en que ya tenía que pensar no solo en ella, sino en el cachorro que se estaba formando en su vientre. Elijah la había herido demasiado, aunque al final confesó que se arrepentía, que sí la iba a aceptar como su mate. Oph
— Alfa Douglas, ¿qué lo trae por mi manada? - Elijah soltó siendo más grosero de lo que pretendía, pero de repente al ver aquí a Estela con su padre, un mal presentimiento surgió en su corazón. — ¿Así es como les da la bienvenida a los viejos amigos en su manada, Alfa Cohen? – Douglas levantó una c
— Antiguo, hay un reporte importante que debo hacerle— John pidió permiso para entrar en la oficina de Lucian. — Dime— Lucian levantó la cabeza de los documentos que revisaba. — Esta mañana, un lobo desconocido fue descubierto en las fronteras de la manada. Los guerreros enseguida intentaron det
— ¿Por qué no me dijiste nada? – Lucian se pellizcó el puente de la nariz. Decían que hijos grandes, problemas grandes y Lucian lo estaba comprobando de sobra. — Pensé que cuando estuviese lista, ella misma nos diría que la aflige tanto. ¿La has visto estos días?, ¡casi ni come y parece siempre i