A medida que el olor se fue acercando, Amath lo reconoció. “¿Alfa, se ha despertado?”, preguntó Aron con incredulidad, la última vez, había hablado con Michael y no sabía que su lobo estaba de vuelta. “Aron, no te atrevas a acercarte un paso más allá” de repente, le llegó la advertencia de su lobo
- Michael- le dijo al masculino rubio, parado desnudo frente a ella, a pesar de las bajas temperaturas del bosque. - Nagy, no vuelvas con él, por favor, amor, no podemos soportarlo, verte con otro hombre, nos está destrozando- Michael se acercó a ella, paso a paso, suplicante. Ya su lobo había hec
- Michael, por favor… no me hieras más, no puedo aguantar una desilusión más… ver como las personas que amo y en las que confío me abandonan y me apuñalan por la espalda…- Nagy no pudo evitar quebrarse y que una lágrima traicionera se escapara de sus ojos. Claro que quería ceder, por supuesto que d
- Nunca lo había visto y tampoco se me hizo conocido su olor. - ¿Alguna vez viste al lobo del Sr. Allistar? – le preguntó por Michael y Nagy le respondió que sí lo había visto, pero era diferente al que lo atacó. Que no eran los mismos. Jamás delataría a su pareja. - Bien, entonces creo en ti –
Nagy esa madrugada se fue a dormir a su habitación. Nada más podían hacer, solo esperar a que se les diera la oportunidad de llevar a cabo su venganza. Pensaba que Michael había ido a hablar con el guerrero de su manada y que quizás no se verían hasta el otro día. Aún quedaba por ver, si Rudolf s
- Aceptas ser mía, nuestra, llevar nuestra marca, para que todos sepan que nos perteneces, que Nagy Bâlan tiene dueño y un guardián que la protegerá para siempre. Michael confesó con una voz gutural, mezcla de él y de Amath, que miraba a su hermosa compañera a través de Michael y ya sus colmillos p
“Michael, es imposible cubrir la marca y nuestro olor. Mucho más de una criatura tan astuta. ¿Pudiste sentirlo?” Amath le habló en la mente a Michael, mientras ambos miraban con amor a su hermosa mate, durmiendo satisfecha en la cama, después de varias rondas de amarse con locura. Ya los primeros
Por mucho que lo quiso disimular, sí le dolía haber perdido a esta magnífica mujer y haber sido burlado por ella. Un gruñido bajo se escuchó en la biblioteca y Nagy solo se recostó más íntimamente contra el pecho de Michael para calmarlo. Porque sí, habiendo tantos asientos, tuvo que terminar sent