“Lucian, no… te están esperando para irse” gimió Olivia en su mente y con una m4ldición la soltaron. Dándole una última mirada, finalmente se fue. Un lobo recién apareado era muy posesivo con su pareja y nunca quería estar lejos de ella. “Déjame salir, que de verdad quiero destrozar algo ahora m
**ADVERTENCIA** Aclaro que el siguiente capítulo está un poco macabro, para personas sensibles. Sobre todo si han tenido alguna pérdida como la de Olivia, no quiero herir la sensibilidad de nadie. Recuerden, esto es solo ficción y nada más... Olivia se acercó al tronco con cautela, mirando a sus al
Olivia abrió los ojos, por donde aún salían lágrimas de desesperación. Al sentirse atada y en un sitio oscuro, pensó que todavía estaba dentro de esa horrible pesadilla. Ya no podía distinguir la realidad de la fantasía. Intentó soltarse las manos y los pies, pero estaba fuertemente amarrada a un
El hombre intentó correr a advertir a los demás, pero por supuesto no era rival para Nagy que le giró la cabeza, rompiendo su cuello, antes de que siquiera pudiese abrir la boca. Limpiaría a estos “socios” y luego intentaría negociar con el antiguo directamente, quizás él le daba el artefacto a cam
Nagy los cazó uno por uno, como la depredadora superior que era. Tampoco se tuvo que esforzar mucho porque los tomó a casi todos por sorpresa, solo que sus cuentas no le daban y sabía que había una rata, que se estaba escondiendo de su control. Ese hombre era demasiado astuto y escurridizo, desde
Olivia sentía la claridad del exterior y el olor salvaje de la tierra y los árboles, pero ya no podía aguantar más. Todo su cuerpo había llegado a su límite, lamentó no haberse podido despedir de su amor, pero este sería el final. Solo que antes de que su cabeza impactara el suelo, unos fuertes br
Entendieron de qué se trataba, era un conjuro para absorber la energía de vida, de otros seres vivos. Nadie accedería que le succionaran la vitalidad de manera voluntaria, pero Lucian accedió sin pensarlo, no solo su energía, también estaba la de Lugh. Los dos dejaron que el hechizo tocara su piel
De repente, en medio de tanta muerte y destrucción, se escuchó el aullido de un lobo. No era de amenaza, ni de agonía, era de pura felicidad. Todos en la manada le respondieron, parecían más animales que humanos, todas las emociones a flote. Como mismo Lugh les trasmitía su dolor, ahora percibía