“Pronto cariño, pronto seremos uno, en cuerpo y alma, no tengas miedo, no te haré nunca daño” pensó, haciéndose también la advertencia de que tenía que controlarse lo más que pudiese y bajo ningún concepto, su mate podía salir herida. Olivia vio como Lugh se alejó y se metió por otra pequeña cueva,
Olivia se arrojó con descaro a los brazos de Lucian. Casi gimen al contacto de su piel con el otro. Pasó los senos, a centímetro de la cara de Lucian, que estaba sudando frío a pesar del calor a su alrededor. “Tenemos que darle confianza, no parecer unos animales, ella tiene que sentirse cómoda”
Mierd4, sabía que era grande, pero se sentía tan llena y ni siquiera iba por la mitad, así trató de relajarse para facilitarle las cosas a los dos. Hace mucho tiempo que tampoco lo hacía, pero su deseo pudo más que su precaución. Lucian a duras penas se contenía para no penetrarla de golpe, estar
Lucian cargaba a su mate, protegiéndola en sus brazos, mientras caminaba hasta la pequeña cueva que tenía preparada para descansar, las veces que se había quedado aquí. Agradecía mucho el buen ambiente protegido en estas cuevas y que siempre que venía, la limpiaba y organizaba lo necesario. Colocó
“Lucian, no… te están esperando para irse” gimió Olivia en su mente y con una m4ldición la soltaron. Dándole una última mirada, finalmente se fue. Un lobo recién apareado era muy posesivo con su pareja y nunca quería estar lejos de ella. “Déjame salir, que de verdad quiero destrozar algo ahora m
**ADVERTENCIA** Aclaro que el siguiente capítulo está un poco macabro, para personas sensibles. Sobre todo si han tenido alguna pérdida como la de Olivia, no quiero herir la sensibilidad de nadie. Recuerden, esto es solo ficción y nada más... Olivia se acercó al tronco con cautela, mirando a sus al
Olivia abrió los ojos, por donde aún salían lágrimas de desesperación. Al sentirse atada y en un sitio oscuro, pensó que todavía estaba dentro de esa horrible pesadilla. Ya no podía distinguir la realidad de la fantasía. Intentó soltarse las manos y los pies, pero estaba fuertemente amarrada a un
El hombre intentó correr a advertir a los demás, pero por supuesto no era rival para Nagy que le giró la cabeza, rompiendo su cuello, antes de que siquiera pudiese abrir la boca. Limpiaría a estos “socios” y luego intentaría negociar con el antiguo directamente, quizás él le daba el artefacto a cam