Tener a Lucian tan cerca, la afectaba mucho más de lo que quería admitir, pero no le pediría que se fueran, no era tan mala educada. Fue a la cocina a prepararles un jugo para brindarles, pero recordó que la jarra, que había encontrado ya en la casa, estaba en uno de los muebles de alacena más alto
- A partir de ahora, todo lo que suceda en la manada tiene que informarse a mí, ninguna decisión se tomará si yo no estoy presente, ¿ha quedado claro? – le dijo Lucian al Alfa Luca. Había estado muy metido en su asunto con Olivia, pero eso no quería decir que no se diera cuenta, de que ya no podía
Lucian se giró un poco asombrado, por la agresividad en las palabras de Olivia. Estaba tan concentrado en picarle perfectos los troncos de madera, para que no le dañaran sus pequeñas manos, que ni siquiera la sintió, hasta que entró por el portón. - Olivia, yo solo, estaba picando la madera, porqu
Olivia no sabía que se traía entre manos este bruto neandertal, pero cuando la bajó de su hombro y la giró, se sintió abrumada, por estar parada en una tarima de madera y debajo de ella, casi todos los miembros de la manada, mirándolos. - ¿Lucian, qué significa esto? – le dijo entre dientes, querie
- Bien, entonces vayamos a un sitio especial- le dijo Lucian, acercándose a ella con un poco de cautela todavía, pero al ver que no lo rechazaba, acarició con suavidad su mejilla, la hizo subir la cabeza con paciencia y le dio un casto beso en los labios. La iría conquistando poco a poco, se lo tom
“Pronto cariño, pronto seremos uno, en cuerpo y alma, no tengas miedo, no te haré nunca daño” pensó, haciéndose también la advertencia de que tenía que controlarse lo más que pudiese y bajo ningún concepto, su mate podía salir herida. Olivia vio como Lugh se alejó y se metió por otra pequeña cueva,
Olivia se arrojó con descaro a los brazos de Lucian. Casi gimen al contacto de su piel con el otro. Pasó los senos, a centímetro de la cara de Lucian, que estaba sudando frío a pesar del calor a su alrededor. “Tenemos que darle confianza, no parecer unos animales, ella tiene que sentirse cómoda”
Mierd4, sabía que era grande, pero se sentía tan llena y ni siquiera iba por la mitad, así trató de relajarse para facilitarle las cosas a los dos. Hace mucho tiempo que tampoco lo hacía, pero su deseo pudo más que su precaución. Lucian a duras penas se contenía para no penetrarla de golpe, estar