IreneLas noticias en cada noticiero fueron siempre centradas en lo mismo, la desaparición de Rubén Alcázar. Las autoridades pidiendo dar la información necesaria para capturarlo, ya que todos concordaban en que debía ser atrapado de nuevo. Era uno en un millón quienes lo defendían, pero apenas eran notables ya que nadie creía que era desprestigio solamente como lo pintaban, algo que nunca creí presenciar. Admiré a Tej por lograrlo, no lo pensé posible y para él fue algo que no representó mayor esfuerzo.Vi a mi hijo en mis brazos cuando bajamos, adoraba verlo sonreír y fue algo que me dió miedo perder, más cuando se me avisó de lo ocurrido en ese callejón.Temí como nunca. Lo puse contra mí pecho una vez más, él de seguro no lo entendía, pero la realidad era que odiaba el hecho de que su propio padre fuera el causante de daños en su contra. Si su empeño por arruinarme la vida no supondría algo importante en la suya, Julián no estuviera con un peligro constante. Entendí que no porq
Irene.__ Habla. - pedí a Alicia al alejarnos de mi hijo y Tej, ella suspiró y me pidió sentarme, pero decliné tal ofrecimiento ya que mi deseo por terminar rápido con su "negociación" estaba por encima de todo lo que diría. __ Tu padre me amaba. - dijo y no me inmuté. - Cuando nos casamos lo recalcó varias veces y así continuó por años donde estuve contigo, consintiendo el deseo de estar a su lado.__ No entiendo que tiene que ver eso. Suspiró tomando la silla que estaba en la mesa vacía.__ Planeó tenerte, me dijo que quería un hijo y me negué varias veces al saber que arruinaría mi imagen al hacerlo, porque era una edecán, Irene. Vivía de mi imagen, eso lo echaría todo a perder. - seguí en mi posición de no responder nada aún. Ella sacó de su bolso un sobre dónde cargaba algunas fotografías que puso frente a mis ojos. __ Esa eres tú. - dije con obviedad al verla a ella de joven con ropa sexy, trajes de baños y totalmente bella. __ Esa soy yo antes de tenerte a tí. - exclamó pa
Tej.__ ¿Sí está desaparecido como sabes que no volverá? - observé a través de las persianas el flujo vial afuera de la clínica, entretanto Marina revisaba expedientes médicos en su escritorio. - Mi opinión respecto a eso es vaga, duque abogado. No tengo datos reales y presiento que tú tienes información al respecto.__ Eso no es verdad. - dije dejando que siguiera con lo que sea que estuviera haciendo. - Tengo la mitad de misma información que tú y el resto, solo que confío en que mi equipo de seguridad tiene buen desempeño. __ No sé porqué, pero no te creo. - achicó la mirada cuando elevó el mentón. - ¿Porqué crees que sea?__ No sé, pero no vine por eso y lo sabes. - miré la hora en mi reloj. __ A veces creo que te aprovechas de mi amistad. - se puso de pie, sacó un kit con el cual se puso guantes de látex, buscó una jeringa del mismo cajón, indicando que me sentara. - ¿Que síntomas has tenido?__ Me mareo constantemente, mayormente por las mañanas. No soporto las comidas dulces.
Tej.__ Nadie puede engañarlo ¿eh, abogado? La sonrisa de Amanda Alcázar era de alguien confiado en que lo que decía era una mentira. Quizá esperaba que me diera cuenta de ellos, no lo podía saber, pero si entendí que no eran los únicos. __ Puedes sentarte. ¿Puedo tutearte? __ No puedes. - deslicé la silla de una mesa alterna para asegurarme que la sustancia pegajosa que tenía esa no fuera más que un derrame descuidado de alguien al azar. Miré su risa, la que tanto vi acompañando al ministro antes. __ ¿Que busca engañándome con un mensaje falso? Antes que respondas eso, ¿como supiste de mi doctora y los análisis de esta tarde? - no quise tocar nada. __ Cuando hay dinero, puede sacar información de debajo de las piedras. - se jactó. - Una buena cantidad te ayuda a tomar como tuya la voluntad de cualquiera. __ Seguramente. Pero aún no responde mi primera pregunta. - sentí mi móvil vibrando y solo lo ignoré. __Busco un poco de tiempo para negociar. - respondió. - Usted con ayuda
Irene.Ver a mi madre a un lado de la sala, con un abogado al cual pidió ayuda para traerme a los tribunales, me hubiera parecido la cosa más irreal del mundo, no sería para nada probable el solo pensar la idea. Pero estaba sucediendo, Alicia me vio de reojo con ese orgullo de estar haciendo justo lo que deseaba. __ Tranquila. - la mano de Tej sostuvo la mía, sonreí siendo más una mueca que algo que de verdad quisiera. - Si tienes alguna molestia me dices.__ Estoy bien. - le dije viéndolo no estar de acuerdo conmigo, sabía que no era verdad, pero no me llevaba la contraria porque mis nervios por estar en un sitio así, tenían sustento. Cuando el oficial nos pidió estar de pie, Alicia me dedicó una sonrisa codiciosa. No demostré cuanto me molestaba, pero de seguro ya era conocedora de eso. Dieron por aperturado el caso, exponiendo la situación para entrar en detalles.Iniciaron con el abogado de la contraparte, quién se aseguró de tener la oportunidad de dar a conocer los fallos que
Irene.__ Esto no está sustentado. - contrarió el abogado de Alicia. - Tiene solo números. __ Si hubiera leído lo que entregué anteriormente sabría que ahí está la información que solicita, abogado. - contestó Tej sin inmutarse. - Un contador realizó el estimado y está ahí sin contar las cantidades recibidas para gastos médicos que se presentó para afirmar que mi cliente obtuvo esas atenciones, algo que claramente no sucedió.__ ¡Esto es inaudito! - el golpe de la carpeta cayendo sobre el escritorio hizo que el juez pidiera orden a la contraparte que se vió perdiendo la cabeza al verse expuesta. __ ¿Sería muy raro que te invite a cenar esta noche en plena sala de juicio? - disimulé la sonrisa al oír el susurro de mi prometido. __ ¿Celebrando que? - consulté. __ Nada, solamente que quiero salir a cenar con mi prometida. Consentirla por si se le antoja algo, salir a presumirla. __ Me convenciste con lo de presumirme. - terminé cediendo, no era que me diera mucho de rogar con él. _
Irene.Tuve que moverme del pasillo desde que el detective Solís dijo sobre la desaparición de Jennifer, siendo considerada como alguien no peligrosa le dió paso a que dijeran que no era necesario usar fuerza a la hora de encontrarla, por lo cual todos se movían tranquilamente en el edificio.__ Les sugiero que no se muevan de este piso. - dictaminó el detective. - Tiene menos entradas escondidas que el resto del lugar. Se veía conmocionado por la situación, de seguro sin esperar que algo como eso pasara de esa forma tan inesperada. __ Los utensilios médicos de la oficina de la doctora Henríquez fueron lanzados al piso. - mencionó una enfermera a otra al pasar a nuestro lado. Las vi hasta que desaparecieron por el pasillo, mientras Tej sosteniendo mi mano me pidió avanzar. Escuché al detective decir algo, pero ver como las enfermeras seguían conversando del desastre encontrado en una oficina logró que desconfiara. __ Esta es una oficina segura. - comentó el sujeto de campera café
TejAunque no quería soltar a Irene, lo hice para acercarme al borde del balcón, en donde al ver hacia abajo vi a Jennifer tirada en el asfalto, con los huesos en una posición que no creí pudiera estar en la forma correcta. __ ¿Está muerta? - preguntó Irene, siendo algo que no pude responder porque tampoco lo supe, el oficial habló para avisar que nosotros estábamos bien, mientras varias personas la auxiliaron. El detective Solís observó hacia arriba, mientras le decían algo sobre ella. Un asentimiento fue todo lo que hizo para indicar el estado de la chica que tenía sangre en la nariz.__ Está viva. - Irene soltó un suspiro lleno de alivio, mientras solo la devolví adentro de la oficina. - ¿Tú estás bien? __ Lo estoy, pero debemos revisarte la mano. - observó el corte que aún se mantenía sangrando. Era lo que más detestaba de estar entre gente loca, parecía que su única misión en la vida era estar dejando cicatriz en mí de todo lo que encontraran cerca. __ No es nada. - aseguré