Le preguntó si sabía lo que había hecho mal.

¿Mal?

¿Qué estaba bien?

¿Qué estaba mal?

"No hice nada malo".

Ella dijo.

¡Le dolía tanto el corazón que estaba agonizando!

Él le preguntó si sabía lo que había hecho mal.

¡Ja, ja!

"Sr. Stewart, si dice que estoy equivocada, entonces sólo puedo estar equivocada. Sin embargo, me está preguntando si sabía lo que había hecho mal”. Ella levantó su barbilla. La mirada orgullosa que llevaba en su cara era cegadora a los ojos. La sonrisa que se dibujaba en la esquina de su boca herida se parecía a la de la Jane Dunn más deslumbrante de Shangai. "No sé qué he hecho mal".

¡Odio!

El odio hacia Rosaline Summers. No podía seguir mintiéndome a sí misma. Jane Dunn se dijo a sí misma, "¿Por qué no volverse loca sólo esta vez y qué? Si lo peor se vuelve peor, ¡volveré a ese infierno!”

"¡Déjame ir!" Levantó la cabeza y miró fijamente a esa figura. "¡Déjame ir!".

¿Tanto deseaba escapar de él?

¿Dejarla ir? ¿Dejarla ir para que pudiera hacerle comp