¡Habían pasado cinco días!

El hombre del estudio estaba emanando un escalofrío inmenso.

Como esperaba, Michael no estaba completamente desorientado, pero parecía que también había perdido el rastro. Dos había estado siguiendo en secreto a Michael todo el tiempo, y vio cómo este último había encontrado al taxista que llevó a Jane a Hangzhou. Después de eso, se detuvo.

Michael Luther había seguido la misma línea de pensamiento que Sean.

Sean dibujó en sus labios una sonrisa irónica... En ese entonces, todos ellos participaron en el incidente, algunos a propósito y otros por accidente. Finalmente, esa mujer terminó siendo el cordero del sacrificio en la guerra que pelearon, por lo que fue arrojada a esa jaula de acero.

Ahora, sin embargo, he aquí que ella sola se las había arreglado para darles a todos el resbalón, escondiéndose sin ni una onda en el lago.

"Bravo, cariño". Sonrió para sí misma con amargura.

Toc Toc.

"Adelante".

"Soy yo, jefe". La visitante era Alora.

El susurro