— Te dije que te fueras. No perderé mi tiempo hablando contigo estando tomado. — Pidió Savannah molesta. Aún así él se dirigió a una silla en el dormitorio de ella y se sentó en la misma cruzándose de brazos y piernas. — Dije que no me iré. — ¡Habla solo entonces! No me interesa que tengas que decirme, me iré a dormir. — Decía ella acercándose a un mueble en el que tenía su cartera, misma donde guardó el anillo. Alexander observó la escena en silencio. "¿Esa era su cartera habitual? Parece nueva, ¿Se la dio William? También el teléfono de ella… No lo tenía registrado, ¿Lo cambió a propósito?" Pensó él. Ella comenzó a caminar hacia el baño de la habitación, pensando ignorarlo de esa manera hasta que se aburra y se vaya. Alexander quien seguía sentado comenzó a hablar cuando ella abrió la puerta del baño. — La noche en la que teníamos una cita y t
••••••••••8: 00 am. Alexander salía más temprano que de costumbre a su empresa ese viernes en la mañana. Savannah quien no le dió mucha atención ya se encontraba con los mellizos, sin embargo, él antes de irse se percató que no vió a Olivia por ningún lado. — ¿Dónde está esa mujer? — Le preguntó él al mayordomo. Savannah quien no estaba muy lejos de la escena logró escuchar. — Salió temprano, dijo que tenía una cita de rutina en el hospital. — Contestó ella metiéndose en la conversación. Él volvió a verla seriamente. Le pareció extraño que ella le dirigiera la palabra como si nada. Esos últimos días él la había evitado y ella tampoco hizo mucho para encontrarse con él. Savannah al ver qué Alexander se le quedó observando con una extraña expresión, volvió a hablarle: — ¿Quiere que le deje un mensaje, señor Phillips?
— La información que usted quería, está en el USB. Todo sobre el expediente médico de su padre, el señor Alfonso Phillips. — Comentó el detective. Alexander comenzó a revisarlo de inmediato en su computadora, leyendo atentamente la información de sus padres, ya que no estaba únicamente la de don Alfonso si no también doña Jessica Phillips. Los minutos pasaban y entre más lo hacían, la expresión de ese hombre tras el escritorio se comenzaba a tensar. ¡No había nada! Nada que indicara que su padre estuviera enfermo del corazón, era un hombre mayor bastante sano. "Lo supuse… Desde el inicio algo me decía que estaba mintiendo" "Mis padres siempre han gozado de excelente salud, sobre todo mi papá… ¿De pronto comenzó a colapsar?""¡Ja! ¡Si que actuó bien!"Se indignó Alexander sintiéndose bastante ofendido. "Aún así los dos se pusieron de acuerdo para llevar ese acto tan bajo" "Para buscar manipularme y hasta cierto punto, permití que lo hicieran""No puedo creer que hayan decidido
••••••••••11: 00 am. — CEO Phillips, no lo esperaba, justo iba a ir a almorzar. — Decía el médico sorprendido al ver a Alexander ingresar de pronto a su oficina. — Iba, tendrá que esperar. Tengo que hablar seriamente con usted, doctor Richard Adams. El hombre mayor sospechó que algo no andaba bien. — ¿Ocurre algo? ¿Le sucedió algo a usted o alguno de los suyos? — Preguntó preocupado. Alexander se quedó viendo los alrededores de la oficina y se sentó en una silla frente al escritorio. — Este hospital siempre ha recibido grandes ayudas por parte de la familia Phillips para ser lo que es hoy en día. Les hemos permitido estar bajo nuestro cuidado, ¿Por cuanto tiempo? ¿Seis o cinco décadas más o menos? El hombre de cabello oscuro canoso se comenzó a sentir nervioso al ver a ese CEO imponente. "¿Se dio cuenta?""¿Ya se habrá enterado de que Olivia Bailey está embarazada del enfermero Anthony Clark?"Pensó el médico, creyendo que era lo más probable y a eso se debía la obvia molesti
•••••••••5: 00 pm. En la casa de William Robinson. — Señor, es extraño que usted esté aquí tan temprano, ¿Ocurrió algo? — Preguntó doña Clarisa preocupada a su jefe. — Sí. Tengo una cita con Savannah. — Comentó William sonriente mientras subía las escaleras rumbo a su habitación. La ama de llaves, preocupada por él siguió los pasos de ese hombre ingles. — ¿Una cita? Pero… ¿La señorita Stewart no está en la mansión del CEO Phillips cuidando de sus mellizos? — Sí. Pero él tiene que quedarse con los niños este fin de semana a no ser que quiera dárselos a ella de inmediato, lo cual dudo que ese hombre haga, así que dejarán libre el fin de semana a Savannah a partir de esta noche, hasta la del domingo. — Explicó el hombre rubio. — Oh, entiendo, ¿Debería ayudarle? Tiene que lucir lo mejor posible si va por ella. — Sonrió la mujer mayor. William detuvo sus pasos en ese momento y volvió a ver hacia atrás a esa señora de sonrisa dulce. — No, de hecho es todo lo contrario. Iré como
••••••••••7: 45 pm. Esa noche en la mansión de Gavin Scott. — ¿Es en serio? Wow, realmente tu padre es todo un maldito. — Decía Gavin frunciendo el ceño. — Sé que es tu papá, Alex, que no te gusta que se hable mal de él… De ellos mejor dicho, ya que tu madre también tuvo su participación, es solo que no puedo creerlo. Mentir de esa manera a su propio hijo fue realmente bajo. El CEO Phillips quien sostenía una copa en su mano veía el licor en el interior sin decir absolutamente nada contra lo que hablaba su mejor amigo. ¡Gavin tenía razón! Alexander sabía que fue demasiado blando por el hecho de que eran sus padres. — ¿Qué harás al respecto? — Preguntó la voz grave de la tercera persona en la habitación, Jake Smith. — Si quieres mi consejo, divorciarte, es lo mejor. — Lo sé… — Susurró Alexander decaído. — No te deprimas amigo, ya volverás a encontrar el amor, por qué esa ex amante a la que tienes en tu mansión como sirvienta tampoco es la mejor opción. Probablemente te estuvo
— Nadie se irá este fin de semana. Lo siento pero todos los empleados del CEO Phillips quedarán trabajando en la mansión. — Informó el mayordomo. De inmediato los empleados de Alexander comenzaron a quejarse y murmurar entre ellos expresando su descontento. — ¡Guarden silencio! — Exclamó la ama de llaves, Nichole. — El motivo se debe a una emergencia. Todos comenzaron a prestar atención en ese momento. — La señora Bailey se quedará unos días en la mansión de sus padres, así que sus empleados si tendrán el fin de semana libre. — Continúo hablando la ama de llaves. — Sin embargo, la emergencia presentada es para informar a todos los presentes, no puede salir ni una palabra de aquí o de lo contrario el despedido será solo el principio de todo lo malo que les esperará. — El CEO Phillips sufrió un accidente automovilísticos en su viaje de regreso. — Informó el mayordomo. El silencio reinó de inmediato en el salón. Todos se quedaron atónitos, se veían los unos a los otros con incredu
Savannah dudó un momento antes de pedirle el descarado favor a la sirvienta Penélope. Sin embargo, no tenía más elecciones. William se enojó con ella y aunque sabía que él era un buen hombre y probablemente no duraría mucho tiempo molesto. Ella se había quedado sin método eficaz para lograr ver a Alexander. "Es cierto lo que dijo Will, yo… No soy nadie de Alexander, ¿Por qué me dejarían verlo si ha de estar en un hospital privado de élite?"Tras ese pensamiento, la mujer disfrazada habló a Penélope: — Quiero que me ayudes a convencer al mayordomo quien está a cargo de la mansión… Iré con los mellizos al hospital donde se encuentra Alexander. Soy nueva y se van a oponer por ser empleada oficial de Olivia así que… Te necesito conmigo… — Pidió Savannah a esa sirvienta, viéndola desesperada. Penélope exhaló sintiéndose mal por lo que había sucedido a esa pobre mujer que terminó como niñera de sus propios mellizos. — Lo haré. Pero creo que estás cometiendo un error. El encargado de