••••••••••En ese momento, en el departamento del detective contratado por el CEO Phillips. — ¿Está sospechando que su padre le mintió sobre estar padeciendo del corazón? Wow… No se que decirle señor Phillips, eso es bastante bajo de su parte, como hijo, ¿No debería usted confiar más en él? — Preguntó el hombre castaño de ojos azules. — Solo haz tu trabajo, no te pedí ninguna opinión. Yo decidiré en quién confío y en quien no. — Recalcó Alexander levantándose de la silla en la que estaba. — Avísame de cualquier mínimo detalle que encuentres. No solo eso, también sobre las supuestas pruebas e intenciones de amenazas con demandas que tienen los Bailey. — ¿Si sabe que eso me tomará un tiempo, verdad? Hablamos de unos quince días como mínimo. Tengo que usar contactos que cobran una buena de dinero, sé que los gastos de esto para usted son lo de menos, pero si debe ser paciente. Alexander frunció el ceño. Si algo era lo que menos tenía ahora, era paciencia, no con todas las cosas que e
••••••••••1: 00 pm. — ¿Dónde está Alexander? — Preguntó Olivia Bailey apenas ingresó a la mansión del CEO Phillips. — El Señor no se encuentra en la mansión. — Respondió el mayordomo de inmediato. — ¡¿Se fue?! — Hizo la pregunta ella con gran molestia. — ¡¿Cómo es posible que Alexander haya hecho algo así?! ¡No tenía que irse! ¡Rayos, hoy es la fiesta, no debió salir! — Gritó furiosa. — ¡¿No te dijo a dónde iba o cuánto duraría?! ¿Se llevó a esos niños con él? — No señora. No dijo a dónde iba y sí, él se llevó a los mellizos. En ese momento Olivia pensó que Alexander iría con Savannah y entregaría a los niños; sintiéndose profundamente desesperada. — ¡¿Cómo pudiste dejar que algo así pasara?! Hoy es la fiesta de presentación de esos niños como mis hijos adoptivos y NO VOY A HACER EL RIDÍCULO. Después de gritarle eso al mayordomo, ella le dijo unas cuantas maldiciones más yéndose fuera de la mansión por aire fresco. Fue entonces que inhaló y exhaló unas cuantas veces mantenie
••••••••••3: 30 pmSavannah despertaba con lágrimas en sus ojos de la pequeña siesta, la abrumada preocupación que sentía por sus pequeños mellizos apenas y le permitió descansar una hora de todo ese tiempo que intentó dormir. Veía la hora en su nuevo teléfono celular que había sido obsequiado esa madrugada por William. "Él se ha portado bastante bien conmigo… Will… Le debo tanto" Pensó Savannah levantándose de la cama. Ella se dirigió a las puertas abiertas del balcón, en la habitación donde se estaba quedando de esa lujosa casa. El refrescante viento agitaba su rubio y ondulado cabello, ella posó sus hermosos ojos verdes limón a distancia, parecía haber un coche oscuro con alguien que tenía la ventanilla baja observando. Savannah comenzó a prestar más atención. ¿Esa persona desconocida veía en su dirección? Con esa pregunta que pasó fugaz por su mente, ella se sintió incómoda. Fue cuando le pareció ver un movimiento extraño de la persona y seguidamente como sostenía algo…
••••••••••8: 00 pm. En la mansión del CEO Phillips se celebraba la elegante fiesta donde presentarían frente a todas las amistades de ambos a los pequeños mellizos, Maggie y Michael, como los hijos de ese poderoso empresario y así mismo los que serían hijos adoptivos de esa "lamentable mujer" que no podía tener hijos, Olivia Bailey. Música de fondo, los servidores caminando entre los elegantes y distinguidos invitados ofreciendo champagne y bocadillos…Las luces decorando los árboles y arbustos de los alrededores y el hermoso jardín en cuya pista de baile algunas parejas disfrutaban de la agradable noche veraniega mostrando sus finos pasos de baile. Mientras otros aprovechaban saludando conocidos o hablando de negocios y, por qué no, uno que otro rumoreando de los bebés que sabían presentarían. …..En el interior de la mansión, aún sin hacer acto de presencia, se encontraban en una sala, Alexander sentado en un sofá largo junto a sus dos mellizos.Maggie usando un hermoso vestid
"Savannah… ¿Ella, viene hacia acá?" Pensó Alexander sorprendido. — Continuaré siguiéndola y le enviaré un mensaje de aviso cuando ya esté frente a la mansión. — Decía el detective del otro lado de la línea telefónica. — Sí. Haz eso. — Pidió el CEO Phillips finalizando la llamada. "¿Qué viene a hacer? ¿Reclamar a los mellizos? No tiene sentido, está el documento con su firma donde cede los derechos maternales" "Aunque ella no lo haya firmado, por qué no la creo capaz de eso. Existe esa prueba" "¿Viene a causar problemas en la fiesta? Quizá quiere eso, pero es demasiado tonto de su parte y Savannah no lo haría" "No es como si me importara que la arruine… Pero ahora… Maldición, estoy muy ansioso" "Quiero verla…" Pensó Alexander mientras guardaba su teléfono celular en el bolsillo de su pantalón sin dejarlo en silencio, esperando ese mensaje del detective. En ese mismo instante, la puerta del salón donde anteriormente él estaba se abrió y salió Olivia cargando en sus brazos el sa
••••••••••— ¿Esta será mi habitación? — Preguntó Savannah posando sus hermosos ojos verdes limón en los alrededores. — Sí, ubicada en la segunda planta, al este, son las habitaciones de los sirvientes de la señora Olivia Bailey. — Comentaba el elegante empleado. — Es una habitación pequeña, pero será suficientes para usted. Me informaron que solo se quedaría trabajando de lunes a viernes, de 9am a 6pm. — Oh, entiendo, sí. Ese es el horario. — Venga conmigo. — Pidió el sirviente, hasta detener sus pasos frente al guarda ropa y abrir las puertas. Savannah vio varios uniformes, todos iguales, de un tono oscuro, compuestos por blusas mangas largas, enagua talla alta, pantimedia y abajo unas cajas abiertas mostrando los zapatos cerrados sin tacón. Así mismo ella vio otras caja abierta con barios contendores de anteojos y como si fuese poco, habían unas pelucas castañas de cabello liso corto. — Que demonios… — Susurró ella viendo todo lo que Olivia había preparado. — Ese será su un
"¿Por qué lo hiciste?"Pensaba Savannah siguiendo a distancia los pasos de ese CEO intentando no ser obvia y a su vez no perderlo de vista. "Si te lo preguntara, ¿Serías lo suficiente hombre para responderme a la cara?" "Te dí mi confianza…""Te abrí las puertas de mi casa…""Dejé que fueras el padre de mis hijos…" "Te entregué mi cuerpo y mi amor…""Y tú solo… Me quitaste todo y vives tranquilamente sin remordimientos de tus actos" Savannah comenzó a sentirse furiosa y apretaba sus manos en puños, encontrándose ahora en el interior de la mansión. Ella vió a Alexander seguir hacia unas escaleras y ella esperó un poco a qué él comenzara a avanzar, para continuar siguiendo a ese hombre. El proceso continúo por varios minutos más, ella esforzándose por seguir los pasos de ese hombre que caminaba bastante rápido. Vió que Alexander se detuvo y parecía hablar con una joven sirviente en el pasillo que asintió sonriente y comenzó a caminar tras ese empresario. Savannah no logró escucha
Cómo un estallido de emociones desde lo más profundo de su ser, Savannah Stewart sintió el enojo apoderarse de ella. La mujer de ojos verdes limón apoyó sus manos agarrando del traje a Alexander con fuerza en la parte frontal. Él se quedó inmóvil, ella estaba realmente furiosa. — ¡¿Cómo pudiste?! ¡¿Tienes idea de todo lo que pase por tu m*ldita culpa?! ¡Fuí una estúpida por confiar en ti! — Decía ella alzando la voz, sintiéndose alterada. — ¡Eres lo peor que pudo pasarme en la vida! Y… Y no dejo de sentirme como una tonta por haberte amado. Afortunadamente eso ya quedó atrás. Alexander frunció el ceño y paseó su mirada en las dos direcciones del pasillo, asegurándose que no viniera nadie. — ¿Podemos ir a otro lugar más calmado y hablar? — Pidió él viéndola con seriedad. Savannah le soltó en ese momento. — ¡No tengo nada de que hablar contigo! — Decía ella enojada. — ¡Solo quiero a mis mellizos de regreso! — Exclamó Savannah alzando la voz nuevamente. — No me iré de aquí hasta t