BOSSNinguna de las palabras que le dije a Devrim, las sentí, solo había sido el coraje del momento, porque desde que la hice sangrar, no he dejado de pensar en ella ni un solo momento, y eso es lo que más me cabrea, el hecho de que una mocosa como ella, sin experiencia en el sexo, se haya infiltrado no solo en mi sistema, sino, hasta en mi piel, cuando me encontró con Ana haciéndome una mamada, me sentí victorioso, quería lastimarla, quería herirla para no sentirme de este modo. Pero lo único que logré, es que después de que ella se diera la media vuelta, me corrí, pero no porque Ana hubiese hecho un gran trabajo, sino, porque en todo momento estaba pensando en ella, en Devrim, en los sonoros y suaves gemidos de dolor que brotaban de su boca, en cómo me clavaba las uñas ante el dolor que le causaba mi polla al expandir sus paredes internas. En mí, entre sus piernas, bombeando su coño, uno que nunca nadie había probado, solo yo, el primero, así que cuando le dije toda esa mierda, so
DEVRIMMinutos antes… No tengo ánimos ni ganas de estar aquí, mucho menos de acompañar a una mujer que me detesta y que solo me invitó porque no quiere tener problemas con Maxim. —Estoy tan emocionada —miente mientras estamos en el auto. Ni siquiera me atrevo a mirarla a los ojos, me da náuseas solo de pensar en ella con Maxim, el hijo de perra de quien tengo que vengarme, tengo un objetivo, una misión, y no voy a permitir que nadie me lo arruine. Mucho menos el mismo Boss. —¿Te sientes bien? —me pregunta ella.Resignada, le veo de soslayo, sabiendo que no puedo evitarla más, y que si lo hago, ella solo va a seguir insistiendo, le pongo la atención que tanto me ruega. —Sí —respondo sin ánimos.—No lo parece. Me muerdo el labio inferior, coloco sobre mi rostro la mejor máscara de amabilidad e inocencia que tengo, y suelto un largo suspiro. —Es que es incómodo, no te conozco, y si te soy honesta, ni siquiera tengo amigos tan cercanos porque no me gusta relacionarme mucho con la g
DEVRIMHa pasado una semana desde que Maxim me propuso ser la segunda opción, su amante, o como yo prefiero llamarlo, su puta personal, está equivocado, no le di una respuesta, solo me estoy tomando mi tiempo para mandarlo a la mierda, lo que lo ha tenido de mal humor, no dejo que me toque, mucho menos que me bese, los dos primeros días se escabullía en mi habitación por las noches, me follaba en toda clase de posiciones, para después recordarme que se iba a casar, y que por supuesto, quería incluso darme una de sus propiedades en donde nos podríamos ver de vez en cuando. En todo caso, una amante a quien esconde del resto, y le da una mansión que es una jaula, en donde no podría hacer nada sin su consentimiento, no podría follarme a nadie más, mucho menos enamorarme de nadie, pero él sí podría follar a Ana, mientras se prepara para llegar a ser la madre de sus hijos. Lo cierto es que el estómago se me revuelve con solo pensar en eso. —No, gracias —me miro en el espejo. Me estoy en
DEVRIMMe congelo. No puedo respirar e intento procesar al mismo tiempo las palabras que me ha dicho Maxim, su mirada me eriza la piel, el miedo que me provoca me cala hasta los huesos, su mirada es perdida, fría, oscura, es como estar frente a un demonio sin sentimientos, sin nada. —Yo… —¡Cállate! —exclama en tono gélido. Tiemblo, en verdad lo hago, en estos momentos es cuando más quisiera que mi hermano estuviera con vida para que me protegiera, me reduzco a la misma niña pequeña que dependía de él para todo, incluso cuando de defenderme del mundo se trataba. —Yo no quería hacerle daño a ella —cierro los puños, me armo de valor para enfrentarlo—. El veneno era para ti, eres tú a quien quiero muerto. No a ella. De dos zancadas ya lo tengo sobre mí, rodea mi cuello con una mano y aunque si agarre no me quita el oxígeno, si me deja en silencio por varios segundos. —¿Puedo saber, que te hace creer que yo lo maté? —Me lo dijeron los Yakuza y los Turcos, cuando vinieron a buscar a
BOSSHoras antes… La sangre me hierve, ella tiene razón, me importa poco o nada, la vida de Ana, no es nada personal, es solo que las únicas personas que me interesan, son mis hermanos, Dalila, aunque ella esté casada, Alisha formaba parte de este pequeño grupo, pero murió, y ahora se supone que nunca debí haber follado a su hermana menor, lo hice, le porduje dolor al follarla, la hoce sangrar, y ahora… joder, ahora mi polla no quiere estar en otro coño que no sea el de ella, y eso me está llevando a la locura. Si se hubiera muerto Ana, no sería una pérdida importante, pero todo cambió y se fue por la borda cuando el doctor me dijo que ella estaba embarazada, dos semanas, eso fue un golpe. Perdí a mi hijo sin antes saber que venía en camino. Y eso es lo que me descolocó, Devrim fue lista al haberme querido envenenar, pero se hubiera necesitado de más experiencia para que siquiera yo hubiera probado algo de ese té, fue muy obvia, cuando la vi entrando con ese maldito pijama que estu
DEVRIMAlgunas personas dicen que las mejores decisiones nunca se toman impulsivamente, mucho menos cuando se está enfadado, triste o demasiado entusiasmado, sé que lo que estoy haciendo solo es para provocar a Maxim, realmente no pensaba hacerle una mamada a Raze, de hecho, él es solo un peón más en mi juego, al igual que lo soy yo en el tablero del Boss, el problema con eso, es que yo no nací para ser peón de nadie, mucho menos una marioneta más, por lo que sin duda, me aseguré de que Ilenko supiera que Raze estaba dentro de mi habitación. Levanto la mirada y veo los ojos maniacos de Raze, él no tiene idea de nada, y una parte de mí se siente como la peor persona del mundo, por estar jugando de este modo con alguien como él, pero es por mi bien. —¿Estás segura de lo que quieres hacer? —me pregunta y noto un tono de urgencia en su voz. No, no lo estoy, de hecho, me parece la cosa más asquerosa del mundo, pero solo porque no tengo ninguna experiencia sexual, Maxim me quitó mi virgi
DEVRIMAlgo dentro de mí se fractura, proceso el peso que deja cada una de sus palabras en mi pecho, pareciera un sueño, no, mejor dicho una pesadilla después de despertar del sueño más dulce que haya tenido en años, la verdad es que incluso no recuerdo lo que era ser feliz, después de la muerte de Alisha, todo cambió. Su muerte me arrojó a un abismo en el que él ya no era mi salvavidas, había desaparecido, me había dejado a mi suerte y ahora sentía que esa misma fuerza me arrastraba al fondo de un abismo más profundo, uno en el mi verdugo es Maxim, el Boss de la mafia rusa. —Déjanos solos —demanda él dirigiendo su fría mirada hacia Ilenko, un hombre que es más bien su sombra. —Como ordene, mi Boss. Antes de que se marche me mira de soslayo, no hay odio, desconfianza o rencor de su parte, como suele haber en el resto, no, esta vez hay… lástima, es igual a que sintiera pena por mi. La puerta se cierra y un escalofrío recorre mi espina dorsal. —Ana está… —rompo el silencio que nos
DEVRIM Todo me da vueltas, muevo la cabeza buscando una mejor posición, se siente demasiado bien, la superficie blanda en la que me encuentro es demasiado cómoda, es como si me arrullara. —¿Por qué tarda tanto en despertar? —pregunta una voz masculina que me parece familiar—. Les dije que no la quería muerta, tampoco que la lastimaran. Ahora su tono de voz ha subido de volumen, pareciendo enfadado, pero… ¿Por qué? La verdad es que quiero despertar, pero una parte de mí sabe que si lo hago, las cosas ya no serán como ahora, lo más parecidas a un sueño, sino, que la realidad me golpeara y no quiero, no me siento preparada para caer de nuevo en el ahora, en el jodido presente. —Era la única forma, señor —responde otra voz masculina aunque menos ronca—. Ella intentó escapar, es demasiado escurridiza. Las voces comienzan a ser inconexas, de pronto, siento el ácido estomacal subiendo por mi garganta, es como si todo me diera vueltas aun estando inconsciente, quiera gritar, quiero p