Punto de vista de Alessia

Sostuve firmemente el cuchillo afilado. No me di cuenta de la forma en que la hoja cortó profundamente en la carne de mi palma. No me di cuenta de mi sangre carmesí que se derramó y manchó la alfombra de abajo. Me alivió. Sentir mi cuerpo con dolor físico era una gran distracción del dolor emocional que me preocupaba. No era de las que se hacían daño, pero no sabía cómo reaccionar y mi cuchillo, solo estaba ahí.

Mi padre quería que me casara con un extraño. No, me forzó a hacerlo. No me dejó otra opción. Por supuesto, podría correr. Podría esconderme. Pero no lo haré. Toda mi vida, no he sido más que una decepción para él y esto lo afirmó. Yo no era más que una mera mercancía, un objeto para comerciar a su voluntad. Nunca le caí bien y no hice nada para ganarme su aprobación porque nunca la conseguiría.

Soy Alessia Ferrari, la Jefa de la mafia italiana. El padre solo me lo pasó porque se está muriendo y no tiene herederos varones, lo cual es bastante desafort