Punto de vista de Andrew

Alessia regresó a Italia para algunos negocios de los que tuvo que cuidar. Me desanimé un poco cuando ella se fue. Estaba creciendo en mí mucho más de lo que me importaba admitir.

También tenía algunos asuntos de los que ocuparme. Muchos jefes se sentaban en sus tronos y dejaban que sus asesores dirigieran sus negocios por ellos. Pero yo no. Había algo en ensuciarme las manos que me impulsó. Me dio hambre de poder.

Eso significaba que tenía poco tiempo para mí, pero cuando lo hice, lo disfruté. Me sonreí a mí mismo cuando la idea de sacar a Alessia se me pasó por la cabeza. ¿Incluso querría salir conmigo? No, joder. No puedo pensar así.

Sabía que no era compasivo ni adorable. No como Kaden. Mi corazón se hundió ante la posibilidad de que Alessia me rechazara. Tal vez se quedaría en Italia y nunca volvería. No era lo suficientemente bueno para ella. Nunca podría serlo. Este matrimonio no era más que un trozo de papel como ella dijo.

Me dirigí a mi sótano, una g