Ella me conoce perfectamente y sabe que mi silencio dice mas que las palabras que podría decirle, pero no puedo decir lo mismo yo de ella porque hasta ahora lo único que conozco de ella es que no se lleva para nada bien con sus padres.—Tus padres. —me levanto enseguida recordando que aun siguen aquí. —Ay que enviarlos a su país nuevamente.—Será lo mejor. —acepta mi decisión —Tenerlos cerca solo nos han dado problemas desde que llegaron.—Me encargaré de ello.La comida llegó y vimos que nos enviaron un platillo mas cortesía del restaurante. El platillo es el favorito de mi madre.—¿Y este? —pregunta ella—Seria buena idea llevárselo a mi madre, ¿no crees?—Crei que ella comia solo cosas sin grasas.—Una vez al año no se daño.Observamos a Violet y ella nos hace un gesto con sus manos diciéndonos que fuéramos nosotros, le pido que sea ella que se lo entregue porque seguramente estará enojada, pero con la boca llena habla diciendo que ella quiere seguir comiendo.Lea vuelve al baño p
Ella se aleja de mi y comienza a caminar hacia la habitación, la sigo detrás para hablar con ella pero da un codazo en las costillas cuando la tomo del brazo. Molesto la detengo y le pido que me escuche.—Ya escuche suficiente de ti. —me sorprendo al ver que esta llorando —Habia olvidado que tienes razón. No somos como los otros matrimonios porque el nuestro es falso…Le cubro la boca y me aseguro de que no haya nadie cerca.—¿Acaso quieres que nos escuchen? —mascullo en murmullo. Me empuja furiosa —Lea, lo que quise decir es que no somos como cualquier matrimonio porque empezó con una farsa, pero ahora lo es pero nos estamos conectando como pareja y lo sabes, pero ¿un hijo? ¿para que quiero un hijo?—¿Cómo que para que tarado? Para tener descendencia para tener una parte de ambos en un hijo—Si pero a mi basta con Violet, no necesito otro. —sus ojos se cristalizan y las lagrimas se desbordan asustándome. —¿Y ahora que dije?—Es que… acabas de decir que quieres a Violet… como si fuera
LEAUn embarazo no es lo que tenia planeado, se supone que no debia pasar. Me siento perdida y no se que hacer porque un hijo de Abel me ata mas a él y no quiero depender de él toda mi vida y es por eso que todo el dinero que he recibido no lo he gastado y lo he estado guardando para poder ahorrar lo suficiente y asi poder poner mi propio negocio por si las cosas salían mal, pero este bebé cambia por completo mi plan b.Estuve sintiéndome incomoda durante todo este tiempo y quise hacerme creer que era por mi gastritis, pero después de aceptar que los síntomas eran los mismos de mi primer embarazo fue que opté por hacerme la prueba de embarazo donde ahora tengo la certeza de que si es un embarazo.—¿Por qué a mi? —digo frustrada para mi misma mientras masajeo la cien de mi frente —Y lo peor es que el idiota dice… olvídalo Lea, si piensas en las tonterías que dice te vas a volver loca.Salí del baño después de cepillarme los dientes. Recojo mi cabello para buscar otra muda que ponerme
—Hijo, ella es la esposa de tu hermano Abel.Saludo intentando ser natural pero su mirada me inquieta, me pone demasiado nerviosa. El niño me preocupa mucho porque puede ser un problema para nosotros ahora que las cosas se han calmado.—Mamá, quiero descansar.El niño me ignora haciéndome suspirar aliviada. Sali disparada de ahí para llamar a Abel. Suena y suena y no responde. Me como las uñas sintiendo un fuerte dolor de cabeza insoportable.—No puede ser!...—Es lo que digo yo. —la voz del chico me asusta. Mis ojos lo obican en la entrada de mi habitación. —No puede ser. Porque hasta ahora, todos hemos sabido que mi hermano mayor odiaba la idea del matrimonio y mas los niños.—Hola!—suelto nerviosa —¿No deberías estar descansando?—Te recuerdo bien. Eres aquella mujer que me salvo de ahogarme en aquel rio. —mi gesto le indica que tiene razón haciéndome maldecir por lo poco obvia que fui —No me digas que esa niña…—¡Mamá, mira lo que te compramos papá!... —Violet observa al chico con
No le respondo porque me molesta que sea asi, subimos al elevador y no dejo de pronunciar mi nombre al ver que estaba molesta con él, cuando las puertas se abren iba a salir pero se me pone en frente y con el puño cerrado presiona un botón haciendo que las puertas se cierren, presiona otro y el elevador se detiene.—¿Pero que demonios haces?Me arrincona—¿Quieres saber porque es emocionante tener sexo con el jefe?—Tus métodos de conquistas son inútiles conmigo y lo sabes.—¿Me estas retando?Elevo una ceja cuestionando lo que dice. Abel me toma de la muñeca, me quita los documentos de la mano dejándolos caer al suelo. Iba a quejarme pero él me toma por sorpresa cuando me pone de espaldas contra su cuerpo, abro mis ojos en grande cuando siento su ereccion contra mi trasero. Su aliento en mi cuello me eriza la piel por completo causando que mis orejas se calienten demasiado.Sus manos me toman con firmeza de la cintura y sube hasta sujetar con rudeza mi seno derecho y luego el otro po
—¡Suéltame!Siento como intenta desgarrarme la falda y la blusa, forcejeo con todas mis fuerzas para quitármelo de encima, comienzo a gritar por ayuda pero me cubre la boca para callarmeCon dos de mis dedos logro lastimar sus ojos y eso me dio oportunidad para salir corriendo de ahí, alterada presiono sin parar el botón para que las puertas del ascensor se abrieran rápidamente pero la lentitud en que lo hace me hace maldecir con desesperación.Al abrir entro y cierro con miedo las puertas pero como siempre es lento haciendo que no deje de presionar el botón hasta que las puertas se cerraron. En shok, poyo mi espalda contra la fría pared del ascensor y me deslizo hasta caer sentada sobre el suelo mientras pienso en lo que acaba de pasar.ABEL—Pero en donde demonios se ha metido esta mujer.Lleva un buen rato desaparecida y eso me comienza a fastidiar porque lo que pasó no fue para tanto. Intento concentrarme en mi trabajo pero alver su espacio vacio sin su presencia me impide que lo
LEAPor mas que intenté quitarme el olor de ese perfume no pude, es como si fuera parte de mi ser, me la pase toda la tarde en el baño haciéndolo pero al final solo conseguí herirme al tratar de quitarme ese perfume de hombre.Veo la puerta pensando en si es una buena idea salir y acompañar a los demás. Pero sé que Abel me preguntara sobre el tema y es algo del cual no quiero hablar, solo quiero silencio y algo de paz para pensar en quien era el bastardo que me engañó“Juro que si llego a descubrir quien es lo castro”Estaba secándome el cabello cuando escucho un extraño ruido, apago la secadora y escucho como si hubiese una discusión abajo, reconocí la voz de Abel pero no del otro que se rie.Me asomo por la puerta y veo a mi hija correr tomada de la mano del sobrino de Abel, Joshua. Les pregunto que pasa y el niño me dice que sus tios están locos y están peleando abajo.—Mamá, por favor has algo.—¿Y porque yo? —mi hija me lanza una mirada asesina recordándome el porque —Ah, si. Ust
No podía quedarme con la duda, no podría siquiera vivir con ello y yo no soy de las mujeres que esperan a que sus parejas les den una explicación a sus mentiras, para mi es mejor verlo con mis propios ojos y por eso es que lo he seguido a escondidas.Cuando se detuvo le pedí al taxista que me esperará sin importarme que corriera el taxímetro. Es un despacho enorme de abogados. Desconozco su nombre pero parece que es prestigioso.—Buenas tardes señora ¿tiene alguna cita con algún abogado?—Si. Vengo con mi esposo acaba de entrar hace unos momentos.—Ah, es la señora Vlarios. Un momento —me registra y me entrega unos documentos —Mi compañera olvidó entregarle estos documentos a su esposo para la firma.Ella me pide que se los entregue y accedí. Ansiosa subo mientras pienso que me veo como una tonta siguiéndolo, es un bufete de abogados, seguramente viene ver a su abogado.Al llegar a la dirección principal de abogados en el decimo nivel bajo y veo los baños a mi costado izquierdo, no h