VIOLETDelante de su puerta pienso si es una buena idea buscarlo. No quiero ser desesperada pero tampoco quiero perderlo. Suspiro soltando mis miedos para tocar su puerta y poder hablar con él. Tres golpes suaves fueron suficientes para que abriera, lo que no esperaba es que saliera con solo una toalla amarrada a su cintura. Parpadeo sin creer que su cuerpo se vea tonificado, la ropa que usa no demuestra que haga ejercicio.—¿Necesitas algo?Me doy una bofetada mental para poder reaccionar.—¿Podemos hablar?.Me deja pasar y entro a su habitación sin pensar en que necesita cambiarse antes de que lo hiciera. Mis ojos escudriñan cada detalle de su habitación, los colores son azul oscuro y gris. Lo veo rebuscar ropa en su clóset y elige el mismo diseño que no cambia.—Violet habla rápido que debo salir.—¿Enserio piensas que soy una puta? —sielto con dolor porque nunca pensé que me fuera a llamar a si —¿Crees que lo soy?Sus manos se detienen. Me mira sobre su hombro de reojo.—No pienso
El hormigueo en mis manos me impidió terminar con mi comida. Él se ve muy tranquilo, pero yo no. Quiere casarse conmigo enserio, pero tampoco quiere una relación justo ahora y no es que yo esté buscando una porque no es asi. Mi enfoque es en mis estudios y con el tiempo ya vería si el amor esta en mis planes.—Violet. —levanto mi cabeza —Debemos irnos.De pronto el llama a un mesero este rapidamente se acerca y le cobra por la cena. Al terminar de pagar se levanta enseguida y lo sigo confundida por el inesperado cambio porque apenas teníamos cinco minutos comiendo.Camina muy rápido y le pido que me espere, voltea y me mira rapidamente para luego tomar mi mano porque soy lenta. Observo nuestras manos con fijeza, entrelazadas cuando no era necesario. Mis dedos se aferran a los suyos, esperamos el auto y al traerlos nos fuimos enseguida.Muevo mis labios de un lado a otro mientras observo los pocos autos que hay frente a nosotros. Nos fuimos de la nada y no terminamos de comer. Ruego a
LEA—Mamá. ¿Cuándo vendrá papá?—En una semana hijo. —murmuro sin nada de hambre —¿Tanto lo extrañas?—Si. Y mucho. Quiero verlo y que me enseñe a montar.Había olvidado que Cárter le había prometido a Lucas a montar a caballo. Suspiro al verlo, mi pequeño rubio de piel blanca como su padre a excepción de sus ojos que son como los de su hermana mayor.—¿Qué pasa mami?—Ya te he dicho que eres mi príncipe.—Mami, no suspires así, me das miedo.¿Qué? ¿Porque dice eso?—¿Por qué dices eso cariño?—Es que… —se queda callado viendo sus manos —Un compañero de mi antigua escuela me dijo que su mamá le dijo eso mismo antes de morir en el accidente.Me espanto por lo que dice, lo abrazo sin imaginarme morir antes de poder verlo crecer y convertirse en un hombre para después formar su propia familia y darme muchos nietos. No, no, no.Le doy un beso en su frente mientras lo abrazo con fuerza.—Eso nunca va a pasar cariño. Ya verás que estaré a tu lado, cuando te gradúes del bachillerato, la univ
Hacia mucho tiempo que no me sentía tan bien. Dormí de lo mas delicioso y no quería levantarme. — Queria quedarme un poco más pero mis deseos no se hicieron realidad porque me levanté bruscamente cuando alguien se levantó de golpe. Un chillido de horror se escapa de mi cuando a Abel a mi lado pero él no me mira a mi si no a alguien mas.Volteo y me enuentro a mi hija paralizada con dos hamburguesas en sus manos. Me quedé paralizada al procesar lo que acaba de pasar y de lo que pasó. Me levanté enseguida de la cama buscando mi ropa, ni siquiera le digo algo a Abel porque solo me interesa ella.—Hablaré con ella.—No. Déjame esto a mi. —salgo persiguiéndola. —Violet. —Abro la puerta de su habitación pero no la encuentro en su habitación. Corro por los pasillos hasta que veo la otra hamburguesa en el suelo frente a la puerta de la habitación de Benjamin. —VioletGolpeo la puerta varias veces pero es Benjamin quien me abre la puerta y sale. Le pido que me deje entrar pero me aclara que en
Abel estaba por abrir la boca pero le advertí que no lo hiciera. Me acerqué a Cárter y le dije que había algo importante que tenía que decirle. Íbamos hacia la sala cuando recibió una llamada. Al colgar me dice que debe ir al bufet.—Pero Carter…—Hablaremos más tarde. —su tono es muy suave pero autoritario al mismo tiempo. Observa a su hermano como si fuera su enemigo —Lea. Por favor, te pediré que te mantengas alejado de mi hermano. No quiero pensar que volviste acostarte con él.La sangre se me congeló por completo cuando lo soltó de esa forma tan despectiva como si eso significara que fui una zorra. No… si se lo digo, no va perdonarme. Pero no fue mi culpa.Lo veo partir desde mi lugar sintiendo una espina horrible en el corazón porque lo traicioné y no fue mi intención. “Aunque yo también recibí pruebas de que no estuvo solo en Londres” pero mis conclusiones me llevaron a una sola que podría ser una clienta suya porque después de todo es un abogado reconocido el abogado de los Vl
—Si. En los informes que me fueron enviados a Londres dice claramente que son dos meseras trabajando en este establecimiento y por el estado actual de mi hermana es notorio que es la única mesera y que trabaja hasta tarde aquí haciéndose cargo de casi todo. Entonces, usted dirá ¿si es por la buenas o por las malas?.Levanta sus manos furioso como si quisiera golpearme. Pero se termina largando. Observo a mi hermana por un momento y continuo mi lectura pero su llanto no me deja continuar mi lectura.—Lis. Si vine aquí fuera encontrar silencio y concentración para terminar mi libro.—Es que… solloza —Es que…Cierro el libro cruzándome de piernas. Apoyo mi brazo en el respaldar del mueble viéndola llorar como una niña.—¿La vida es dura verdad?—Per-don. —sigue llorando —Per-do-name por todo. Fui mala y ahora yo…—Bueno. Siempre supe que te dejarías engañar por un imbecil como tu marido, pero no esperaba que papá y mamá te abandonarán en este país. La verdad que fue una sorpresa para mí
—Un momento. —trata de procesar lo que acaba de decir —¿Cómo es que te casas después de graduarte? ¿Cómo es que te casas con ella?—Papá tranquilo —Violet me mira furiosa por haberlo soltado de golpe —Falta mucho para eso…—Abel tiene razón —habla Carter —¿Cómo es que te casas con Violet?—Ay no, ¿tu también Carter? —dice ella nerviosa —Por favor, dejen eso de lado que no es importante porque falta mucho para eso, además ¿Por qué hablamos de eso cuando estamos hablando de tu hermana mamá?—Tiene razón. Ya lo hablamos así que por favor cariño, lleva a tu tía contigo y préstale algo de ropa más decente, por su delgadez supongo que tu ropa le quedará bien.Abel se van con Benjamin para que le explique la situación suya con Violet. Nos quedamos en la habitación las tres con Carter hasta que Lucas entró corriendo y se tropezó con ella. Al verla a ella y luego a mí me abraza como si me hubiera ido semanas.—Mi príncipe, pero si solo me fui unas horas, además, tú estabas contento con tu abue
VIOLETLo he dicho, mi madre tiene un corazón de oro. Esta mujer en el pasado le dio muchos problemas a ella cuando todo era una farsa lo de papá y mamá. Aún así se apiadó de ella haciendo todo esto. Yo no soy como ella porque la lastimaron y no tengo ese corazón y más con ellos que la trataron horrible, aunque… al verla detenidamente en verdad si da pena, tiene su rostro muy descuidado, ojeras enormes y muy oscuros, sus labios partidos y secos, sus manos eran un desastre sin mencionar sus uñas quebradas.La ropa que lleva puesta se nota que es de segunda mano. Está vieja y rota como los conver que lleva puesto.—La última vez que estuve aquí…—Ah, si. —recuerdo que entró a mi habitación por primera vez se creía ya la dueña de todo —Sin rencores —abro el clóset que papá envió a hacer para mi durante las vacaciones —abro las puertas de cristal donde tengo mis jeans, saco unos y voy hacia las faldas, todas tienen etiquetas, es mucha ropa que aún no he podido usar. —Con esto podrás ir a