Una semana pasó, Aylin, recuperó el conocimiento, sentía dolor de cabeza, intentó moverse y fue ahi que se fio cuenta de que estaba atada a la cama.—¡Dios mio! ¿Dónde estoy? ¡Auxilio! Sáque me de aquí, ¡Ayuda!Gritó tan fuerte como pudo. Alexis entró con una sonrisa sardonica, tomo una silla y se sentó a su lado.Aylin lo miró aterrada, no entendía nada de lo que pasaba.—¿Que te pasa estúpido? ¿Por qué me tienes aquí.? ¡Suéltame! Esto es un delito. —gritó nuevamente.—Grita todo lo que quieras, aquí nadie te escucha. Me divierte ver cómo te buscan y jamás se imaginarán donde estás.—Estás loco, por qué me haces ésto. ¿Que te hice para que me tengas así?—Rechazarme. Eso has hecho desde que llegaste al campus, tengo tres años tratando de llamar tu atención y tu solo te esquivas.—Estás loco Alexis, dejame ir, no le diré a nadie que fuiste tu. Pero por favor déjame ir. —casi suplicaba con voz quebrada y lágrimas en los ojos.—No, aquí te quedarás hasta que yo decida, o mejor, cuando
Mientras Aylin era trasladada a Berlín, los hombres de Mikayl lograron atrapar a Alexis. Una hora de persecusión hasta que por fin lograron encontrarlo. Atado de manos y agarrado por el cuello, lo arrojaron a los pies de Mikayl. —Señor, usted ordene que hacer este malparido. —¿Sabes como castigo a los cerdos como tu? Colgando los de los pies a la voluntad del clima. —dijo Mikayl mirando a Alexis mientras este sonreía sarcásticamente. Los hombres de Mikayl lo arrastraron hasta llegar a la casa donde tenía a Aylin. Buscaron el árbol y lo colgaron. El teléfono de Mikayl sonó y reflejaba el nombre de Igor. —Dime hermano. ¿Cómo está Aylin? —Te llamo para decirte que nos remos a Berlín la trasladaremos para allá, encárgate tu de ese tipo. —Aún no damos con el, Pero en cuanto lo tenga en mis manos, se arrepentirá de haberse metido von mi cuñada. —respondió Mikayl mirando a Alexis que lo amordazaron para luego colgarlo. Igor colgó la llamada, y subió al auto que los llevarí
Mikayl salió del departamento de Igor, subió a su auto y salió de ahí seguido por su equipo de seguridad.Llegó a la fortaleza de la mansión y fue a los calabozos que estaban en el ala Este, bajó y vio a Alexis esposado a la pared.—¿Como está este capullo? ¿Sabes que tengo camino libre para hacer lo que me de la gana contigo, por violador? —¿Que diferencia hay entre tu y yo.? Si iguales, por qué los de tu clase están acostumbrado a eso.Mikayl dió un fuerte golpe en el estómago, Alexis vomitó sangre y lo miró, tenía una apariencia debilitada.—Puedes matarme si deseas, Pero no podrás borrar todo lo que Aylin y yo vivimos. —dijo sin aliento. Mikayl ordenó golpearlo y dejarlo tirado en una celda de la cárcel donde el tenía todo el poder de dominio, envío al abogado a informar a los padres de Alexis y ahí quedó enterrado en vida en una celda.Emir informó a Igor que volverían a Estambul llevándose a Aylin.—Voy con ustedes, no puedo dejar a mi mujer como está, aunque ella no quiera ve
Yara, abordó el jet privado de su padre y viajó a Lugano, Suiza. Aterrizó después de horas de vuelo en Zurich, y de ahí viajó a Lugano. Subió a un Uber, y dió la dirección del departamento que tenía en esa ciudad y una hora después, estaba tirada sobre la cama. Cogió el celular y envió mensajes a sus padres de que estaba bien. Empezó a buscar información para seguir con la carrera de estudios y un trabajo de medio tiempo, no quería depender tanto de sus padres. Los días pasaron y estaba en la universidad pidiendo información. —Por favor necesito información para ingresar a la universidad. ¿Cuales son los requisitos para la admisión.? —preguntó. La secretaria explicó los pasos a seguir y una semana después ya estaba ingresada. Fue a una cafetería, se sentó en una mesa y de pronto una joven rubia tropezó con su pie y terminó cayendo sobre la mesa de Yara. —Perdón, tropecé y terminé tirando tu café encima. Que pena. Se disculpó. —Tranquila, un accidente lo tiene cualqui
Los meses siguieron su curso, dos meses más habían pasado, siete meses en los que Yara no les había dado la noticia a sus padres de que serían abuelos.—Yara, falta poco para el nacimiento de los niños y aún no les dice a tus papás.—No, no se lo diré, conociendo a mi padre es capaz y se vienen a vivir dejando toda su vida allá y no sería justo. Además el cardiólogo dice que todo está bien conmigo. Vamos que se nos hace tarde para el trabajo. —dijo Yara —Y es que deberías pedir licencia, ya no deberías esforzarte tanto. —sugirió —Todo está bien, tranquila. Para eso estás tu.—Y Dorian, ese no deja de seguirte.—Si, Pero yo no le haré caso nunca.—¿Solo por qué es de color? Yara la miró sorprendida por sus palabras.—¿Cómo dices eso Selin? El color de la piel no importa, lo importante son los sentimientos de las personas. Es solo que una compañera de trabajo está muy enamorada de él.Selin tragó grueso y parpadeó.—¿Quien es esa mujer? Dime Yara. Yara la miró y sonrió.—Pues lo aca
Selin y Dorian pasaron con un enorme ramo de flores y globos de color azul cielo y rosa.Estaban ansiosos por conocer a los pequeños y saber cómo estaba Yara.—¿Cómo está la mamá más linda del mundo? —preguntó Dorian colocando las flores sobre la mesa.—Felicidades mi bella amiga, fuerte como una leona. —dijo Selin dejando los globos en una esquina.—Gracias por estar aquí conmigo, es muy importante para mí. —expresó Yara sintiendo doler su corazón.—Para eso somos los amigos y las amigas Yara, sabes que puedes contar conmigo siempre. Mis sobrinitos tendrán una tía veinticuatro horas para consentirlos. —Y un tío. —dijo Dorian. Y continuó.—sabes que siempre puedes contar con nosotros, estaremos para ti y los bebés.Las enfermeras llegaron con los bebés en brazos y Yara los recibió ansiosa.—Mis amores, por fin ya están conmigo, moría por tenerlos en mis brazos. —pronunció Yara besando a sus bebés.Selin cogió a Alexey y Dorian a Brisa.—Les presento a Alexey y Brisa Aksoy.—Son herm
Yara llegó al hotel en compañía de Dorian SinKleare, cada uno fue a su habitación, una a lado de la otra.—¡Mamii! —gritó Brisa corriendo a los brazos de Yara. —Mi amor. ¿Se portaron bien? —preguntó besando y haciendo cosquillas a los dos enanos..—Sii...si nos cortamos bien. —respondieron entre risas.—¿Quieren ir a pasear por la cuidad? —¡Siiii!. —gritaron al unisono.Corrieron a coger su cosas, Brisa buscó su señor león y Alexey su cámara fotográfica.Dorian los esperaba afuera y juntos entraron al ascensor y bajaron a recepción.Salieron los cuatro, y a la vista de todos eran una familia.Subieron al auto y empezaron el recorrido. Los mellizos miraban encantados el paisaje frente a ellos.—Mama, ¿En qué país vive papi? Dorian miró por el rabillo del ojo a Yara, y ella apretó sus labios, estaba sucediendo lo que en algún momento Dorian le dijo.—Mi vida, el vive muy lejos de aquí.—¿Donde mami?—Alemania. —respondió algo incomoda.—Bris, ¿para que preguntas eso? Si nunca iremos
Mikayl volvió al hotel después de que Yara y los niños, junto a Dorian lo hicieron.Subió a su habitación, fue al bar y sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo sorbo.Caminó de un lado a otro y decidió salir de la habitación e ir al bar del hotel y recibió el mensaje del hombre que seguía a Yara."Habitación quinientos venite, ahí está la señora y los niños en la siguiente el hombre que las acompaña."Mikayl sonrió ampliamente.—Son míos, son mis hijos, mi Leona, te amo mi Yara hermosa. —expresó con toda la emoción desbordando en su corazón.Salió de la habitación y regresó nuevamente, no podía presentarse así, tenía que planear un encuentro con Yara. La noche llegó y con ella el amanecer. No pudo dormir sabiendo que a poca distancia tenía a su familia.Se levantó, se duchó, cambió y bajó al salón, sentado en la mesa en un extremo los vio entrar, su mirada se encontró con la del pequeño Alexey.Lo observó hablar con su madre y luego dirigirse en su dirección.—¿Es usted Mikayl