Queda muy poco tiempo para que anochezca. Me da pánico pensar que en tan solo unas horas tendré que adentrarme en el bosque sin que nadie lo sepa.
Si es una estrategia de los rebeldes estoy perdida, aunque desde el momento que liberé al preso me convirtiera en una de ellos.
Paseo por los pasillos sin un rumbo fijo. Solo necesito caminar y calmarme, respirar profundo. En el bolso llevo todo lo que me han pedido y un cuchillo de mantequilla que robé durante el desayuno. No sé que podría hacer con él cuando esos hombres posiblemente estén armados, pero me siento más segura llevando un "arma" encima. Si la situación se pone peligrosa puedo untarles con mermelada.
Paso la mano por la frente, la dejo ahí unos segundos y cierro los ojos.
— Buenos días — saluda la reina sorprendiéndome — ¿te encuentras bien?
Hago una rápida reverencia para disimular el temor que tengo instalado en mi interior. Antes de levantar la cabeza y enfrentarme a ella, cambio mi cara de
¡Estoy tan enfadada! Me dijo que me alejara de él y ahora se dedica a registrar mi habitación y a seguirme por el bosque.— ¡Te vas a caer! — Grita Andrew — ve más despacio.Lo ignoro. Solo tengo ganas de gritarle y una señorita jamás haría eso, pero tengo la sensación de que desde que vine a vivir aquí, la vieja Katherine ha ido muriendo. Soy más fuerte, capaz de tomar decisiones incluso cuando no son las que debería tomar, enfrentarme al mismísimo príncipe. He cambiado y eso me aterra y me alienta a parte iguales.— Hace un momento estabas dispuesto a condenarme por traidora y ahora te preocupa que me caiga — contesto resollando.Me agarra del brazo y tira de mí hasta que nuestros rostros se encuentran. Cierra sus manos alrededor de mis brazos.— Me estás colocando en una posición difícil — dice apretando los dientes.Lo entiendo. No soy tonta. Se cual es su posición, pero eso
La fiesta se ha ido animando, aunque ahora que lo pienso, puede que sea yo la que está más contenta y desinhibida.— Las mujeres de hoy día no sabéis beber — continua Paul — todo es afrutado o con burbujas.Algo le pasa, es obvio. Nunca (la única vez que charlamos) es tan huraño.— ¿Y a ti que te pasa?— Nada — parpadea un par de veces seguidas y cambia la actitud. Se levanta, coloca una mano en su espalda y la otra la tiende hacia mí, mientras hace una exagerada reverencia — ¿Me concede este baile?Sujeto los bajos del vestido y le correspondo con un leve cabeceo.— Será un placer.— No mires, pero a mi hermano le sale humo por las orejas — dice divertido mientras pega su cuerpo al mío.No me siento incómoda con Paul. Solo espero que el resto de invitados no piensen mal.— Me lo imagino.Le encantaría poder ir y pedirle explicaciones a Melanie, y ya de paso, partirle la cara a Mathiew. Cosa que no me importaría.— No
Nadie nos presta atención. Todos se apartan para dejar al rey, pero nadie adivina lo que está a punto de suceder, ni siquiera yo.Llegamos a su despacho. Saca una llave del bolsillo y abre la puerta. La mantiene abierta invitándome a entrar. Tengo la garganta completamente seca, miro al final del pasillo, si esto fuera una película aparecería alguien para sacarme de este lío en el que yo solita me he metido. Suelto un suspiro y entro con el rey pisándome los talones y volviendo a cerrar con llave.Me alejo todo lo posible de él, aunque no es suficiente. Su mirada me aterra, no la aparta de mí en ningún momento. Es tan intimidante que tengo que humillarme y bajar la vista al suelo.— Katherine ¿Sabes lo que son los rumores?Es una pregunta trampa y una respuesta equivocada puede ser mi final.— Supongo que son comentarios que inventan los pobres para entretenerse — suelto con desprecio aunque el ligero temblor en la voz me delata.— Bien dicho — ap
AndrewBajo directamente al despacho de mi padre. Va a tener que darme un buen motivo de porque Katherine ha llegado hundida a su habitación.Mathiew espera tras la puerta a que los dos guardias que la custodian le den permiso para pasar. Las facciones de su cara me dicen que él también la ha visto y viene a pedir las mismas explicaciones que yo.— No me dejan pasar — dice apretando los dientes.— Muy bien.Sin pensarlo demasiado sujeto al guardia que queda más cerca de mí y lo empujo apartándolo, antes de que pueda levantarse y volver a cerrarme el paso, le doy un puñetazo a su compañero que termina tumbado en el suelo.Abro la puerta y Mathiew y yo entramos. Mi padre está sentado en su sillón como si nada hubiera pasado.— ¿Qué quieres hijo? — su voz tan calmada es una farsa.— ¿Qué le ha hecho a Katherine?Mathi
Paul se separa de mi abrazo para traerme algo de cenar. Nos quedamos a solas Andrew y yo. No sé que decirle, ni siquiera puedo mirarle sin sentir vergüenza por mi comportamiento.La realidad me ha tenido que golpear de lleno en toda la cara para comprender a lo que se refería. Si él, aunque no estaba a favor, no me hubiera ayudado a esconder la carta, posiblemente mi cabeza ya estaría separada de mi cuerpo.Le debo la vida y aun así soy incapaz de acercarme y agradecérselo. Me quedo tal y como estaba, sentada en el suelo mirando mis manos. Escucho la cama crujir. Andrew viene hacia mí, se agacha para quedar a la misma altura.— ¿Por qué no me miras? — Pregunta — ¿he hecho algo que te ha molestado?¿Cómo puede pensar eso? Me ha salvado. Un simple gracias no sería suficiente, nada que pueda decir o hacer es suficiente.— Katherine, mírame — endurece el tono — mírame maldita sea — me sujeta por los hombros visiblemente enfadado — ¿Por qué no me miras?<
Todo apuntaba a que la noche iba a ser larga y tediosa. Dormir con la cabeza apoyada sobre el hombro de Andrew y su brazo acariciando el mío... Es más de lo que merezco. El único temor que enturbia el momento es que esté enfadado y explote cuando todo se calme.En varias ocasiones tengo que quitar esos pensamientos de mi cabeza. De momento voy a disfrutar de sus mimos y si todo se esfuma lo afrontaré como siempre hago.Miro el reloj de mi muñeca. La manecilla pequeña descansa sobre el ocho ¡Mierda! Si me llevan el desayuno a la habitación y no estoy allí... Salto de la cama, entre traspiés y traspiés intento no hacer ruido para no despertar a Andrew. Abro el marco del cuadro y antes de adentrarme en el pasadizo le lanzo una última mirada. Descansa sobre la almohada tranquilamente ¿Por qué no podemos tener esto cada día?Al llegar a mi cuarto, la realidad me golpea en la cara. Todo sigue tirado por el suelo o roto. La habitaci
Corro hacia ellas, empujo a los dos guardias que las traen como si fueran criminales. Su único delito ha sido hacerme caso ¿Cómo se atreven a ponerles la mano encima?— Dios mío ¿Cómo estáis? — pregunto sin querer tocarlas demasiado.Esas heridas de sus rostros no tienen buena pinta. Hematomas y sangre seca es el decorado de estos lienzos.— Estamos bien, no se preocupe — musita Noah.— Id a mi habitación, voy a por medicinas. No tardaré.Ni por asomo mi primera parada es la enfermería ¿En serio Maximilian cree que voy a colaborar después de esto? Está loco. Solo puedo reafirmarme en mis creencias y estar segura de que aunque ha sido duro, lo mejor que he hecho ha sido desafiarle.Andrew me sigue de vuelta al despacho de su padre. Me conoce y sabe lo que viene ahora y aun así no intenta impedirlo ni disuadirme. Mie
Todo se vuelve un completo caos. La mayoría de los hombres que nos habían rodeado se acercan a Andrew y lo inmovilizan contra el suelo.— ¡CORRE! — grita forcejeando con los cinco hombres que lo retienen.Salto de la tumbona. Antes de que mis pies toquen el suelo alguien rodea mi cintura y me levanta hasta colocarme sobre su hombro.— ¡SOLTADME! — Ordeno pataleando — ¡SOIS UNOS ANIMALES! ¡SOLTADME HE DICHO!No paro de golpearle la espalda con los puños en ningún momento mientras se aleja conmigo. Cuando se adentra en el bosque y dejo de escuchar las voces de los guardias, todas las luces del palacio que se encendieron en cuanto dieron la voz de alarma y solo escucho la respiración agitada de este hombre empiezo a temblar.— ¿Qué vais a hacerme? — pregunto dudando si quiero saber la respuesta.A los pocos minutos llegamos al muro que separa el territorio del palacio del resto del mundo.— Sujétese, alteza — ordenaAntes de que pueda pre