John entra ala habitación seguido de Rob. Una vez dentro se acerca a la cama de Annie y sesienta a su lado, sin embargo, puede ver la desconfianza y el terror con el que ella loobserva. El presidente intenta tomar su mano, sin embargo, ella la aleja:-Annie…-exclamaun poco dolido por su desconfianza, como puede creer que el seria capaz demandar a asesinarla, si tan solo supiera lo que siente por ella, se daría cuentade lo equivocada que esta-John…hiceentrar al doctor porque no sé con qué intenciones has venido, solo dime lo quetengas que decir y vete de aquí…no quiero volver a ver tu cara nunca más-comentaAnnie con una mezcla de sentimientos en su interior, por momentos confusión, tristezay mucho dolor.-Annie…escúchame,te juro por lo que mas quieras que yo no ordene matarte…no se quien te dijoeso, pero te ha mentido-intenta explicarse, pero sabe que ella no le cree niuna palabra.-Las ultimaspalabras que escuche de esa mujer antes de perder el sentido, fueron que tú lo
Al día siguiente Annie se siente un poco mejor, por lo menos ya puede caminar por la sala de espera, con la ayuda del doctor Rob, esta esperando recuperarse para volver a la prisión, sin embargo, esta vez, será trasladada a otra penitenciaria, para estar lejos de sus agresoras, solo que echara de menos a su amiga Laurie... Pero una vez que esté en libertad irá a visitarla.Después de desayunar y dar una vuelta por el pasillo, observa que John regresa, seguido de un hombre con un portafolio, dueño de un semblante frío y serio... A 500 kilómetros se puede ver que es un abogado.Annie se recuesta en la cama, agotada y adolorida, cuando el presidente y este señor entran en su habitación. John se acerca a ella y le da un beso en la frente y luego se sienta en la cama a su lado, mientras que el abogado se acomoda en una silla frente a ellos, no sin antes, saludar con mucho respeto a tu futura clienta—Hola señorita, mi nombre es Luis Montalvo y estoy a su servicio.—Mucho gusto, señor Monta
John sale de la cafetería y sube a su auto, minutos antes tuvo que comunicarse con su chófer, ya que se siente imposibilitado para conducir en ese estado. Si años atrás le hubiesen dicho que su mejor amigo, Max, su hermano de corazón, podría haber hecho algo semejante no lo hubiese creído.Siente unas terribles ganas de llorar, la desilusión y la decepción lo invaden, pero usará sus estados de ánimo en contra de Max, lo destruirá, aunque eso le cueste abandonar la política para siempre.Después de dar varias vueltas por la ciudad y estar lo suficientemente tranquilo como para no asustar a Annie, regresa al hospital, tiene tantas cosas que decirle, pedirle perdón por lo idiota que había sido al no creer en ella, por la muerte de su familia, por haberla encerrado en la cárcel.John ingresa al lugar y se dirige a hablar con su amigo Rob, debe pedirle unos cuantos favores, para el futuro de Annie.Lo encuentra en su oficina, tomando un café, muy relajado, disfrutando de un merecido descan
Los días pasan lentamente para Annie, encerrada en la habitación del hospital, sin recibir visitas, solamente de su abogado, quien al parecer, muy pronto, la dejará en libertad.Hace tres días que no ve a John, desde el día en que le dejó entrever sus sentimientos.Se siente una tonta ¿cómo puede pensar que John, el presidente de la nación, se fijaría en alguien como ella? Es verdad que compartieron unos besos, pero nada más que eso, John solamente se siente agradecido hacia ella por haberle salvado la vida. Y eso se nota a la legua, porque no ha vuelto a visitarla, ni siquiera la ha llamado por teléfono... ¿Quizás debería enviarle un mensaje? John antes de irse le entrego un nuevo teléfono y aún no lo ha usado... Pero no puede caer tan bajo, piensa, si John quiere saber de ella que lo haga él, aunque se muera por recibir noticias suyas.Estos últimos días lo único que ha hecho fue mirar televisión, alguna qué otra película, pero nada le saca el sentimiento de vacío y soledad que sien
Annie no puede creer lo que está escuchando, finalmente ha quedado en libertad, no solamente de las cuatro paredes del hospital, sino también de la cárcel, ya no tiene que regresar allí. Está tan feliz que no puede dejar de llorar, sin embargo, esta vez, sus lágrimas son de felicidad.Después de que Robert se despide y sale de la habitación, para darles más privacidad, John se acerca a la cama y toma a Annie en sus brazos, dulcemente, abrazo que ella corresponde rodeándole el cuello con sus largos brazos, apoyando su cabeza sobre el pecho de John, jamás pensó que se sentiría tan segura en los brazos de alguien.—Te lo dije Annie, te prometí que te sacaría de aquí —comenta John, minutos después, acariciando con ternura su cabello, como si fuera una niña pequeña.—Gracias, ya me sentía mal estar aquí encerrada, no quisiera volver a la cárcel otra vez.—No volverás, Annie. No hay evidencias que te incriminen y levante los cargos en tu contra. Solo necesitamos la confesión de Max, para te
Annie, sin poder entender lo que está sucediendo, intenta despertar a John, pero este quedo profundamente dormido, otra vez.¿Qué fue eso? Se pregunta conmocionada. ¿Habrá sido un sueño o una confesión qué se le escapó, a John, borracho? Si fuera así, sería la persona más feliz del mundo, pero... ¿Por qué huyeron de esa manera? ¿Se los llevo alguien? ¿Los tienen cautivos? Son todas preguntas, que hasta que John no despierte y este en sus cinco sentidos, será imposible encontrarle una respuesta.Como sabe que es inútil seguir intentando despertarlo y mucho menos deshacerse de sus brazos, intenta relajarse, cierra los ojos y se queda profundamente dormida.Cuando Annie despierta, al otro día, por los rayos de sol que se cuelan por la ventana, abre los ojos muy lentamente, para encontrarse con la imagen más maravillosa que ha visto en su vida.John, que al parecer, se despertó durante la noche, aún sigue durmiendo, pero no lleva su camisa ni sus pantalones, solo su bóxer, tapado con las
—¿Dices que Michel puede habérselos llevado? ¿Por qué? No entiendo.—Annie, Michel regreso el día anterior a la aparición del presidente, diciendo que todo el plan había fracasado, que habían ordenado asesinarlo y como tú te negaste él decidió abandonarte. Sabía muy bien que por tu actitud, esas personas vendrían por Marcus y Sabina y no se equivocó, lo vi horas antes del incendio, hablando con tu madre —explica Noreen sorprendiendo a Annie, no puede creer que Michel haya sido capaz de algo así, de salvar la vida de su familia, nunca fue tan malo después de todo. Ya no le cabe duda, su madre y su hermano están vivos y a salvo con Michel.—Debemos encontrarlo, John, tienes que ayudarme —exclama sobresaltada, levantándose de la silla.—Tranquila, Annie —John la toma del brazo y la obliga a sentarse —encontraremos a ese tal Michel.—Lo que no entiendo es ¿Por qué no se ha contactado conmigo?—¿Sabe que el presidente está ayudándote? Quizás piensa que estás en la cárcel o tiene miedo de h
—¿A qué te refieres con otra sorpresa? ¿A dónde me llevas, John? —pregunta ansiosa, con una sonrisa en su rostro.—Tranquila, tendrás qué aguantarte hasta que lleguemos, no puedo decirte antes.—Me estás haciendo sufrir y lo sabes —contesta Annie, fingiendo estar enojada.—Lo siento, pon algo de música para el camino.Una hora y media más tarde, ya de regreso en la ciudad, John la lleva a una de las boutiques más increíbles y prestigiosas de la zona, solamente personas de mucho dinero compran allí. Annie ingresa al lugar, muy sorprendida, al observar que no hay ningún cliente, solo una muchacha que está allí esperando para atenderla:—¿Qué es todo esto, John? —pregunta mirándolo a los ojos.—Te dije que teníamos que comprar ropa nueva, empezarás a trabajar para mí y no puedes vestir cualquier cosa.—Si, lo sé... Pero es una locura, no tengo dinero y no quiero que tu me regales nada, demasiado has hecho por mi.—Annie, aceptarlo, por favor... —le suplica, sabe que ella es muy orgullos