Annie, sin poder entender lo que está sucediendo, intenta despertar a John, pero este quedo profundamente dormido, otra vez.¿Qué fue eso? Se pregunta conmocionada. ¿Habrá sido un sueño o una confesión qué se le escapó, a John, borracho? Si fuera así, sería la persona más feliz del mundo, pero... ¿Por qué huyeron de esa manera? ¿Se los llevo alguien? ¿Los tienen cautivos? Son todas preguntas, que hasta que John no despierte y este en sus cinco sentidos, será imposible encontrarle una respuesta.Como sabe que es inútil seguir intentando despertarlo y mucho menos deshacerse de sus brazos, intenta relajarse, cierra los ojos y se queda profundamente dormida.Cuando Annie despierta, al otro día, por los rayos de sol que se cuelan por la ventana, abre los ojos muy lentamente, para encontrarse con la imagen más maravillosa que ha visto en su vida.John, que al parecer, se despertó durante la noche, aún sigue durmiendo, pero no lleva su camisa ni sus pantalones, solo su bóxer, tapado con las
—¿Dices que Michel puede habérselos llevado? ¿Por qué? No entiendo.—Annie, Michel regreso el día anterior a la aparición del presidente, diciendo que todo el plan había fracasado, que habían ordenado asesinarlo y como tú te negaste él decidió abandonarte. Sabía muy bien que por tu actitud, esas personas vendrían por Marcus y Sabina y no se equivocó, lo vi horas antes del incendio, hablando con tu madre —explica Noreen sorprendiendo a Annie, no puede creer que Michel haya sido capaz de algo así, de salvar la vida de su familia, nunca fue tan malo después de todo. Ya no le cabe duda, su madre y su hermano están vivos y a salvo con Michel.—Debemos encontrarlo, John, tienes que ayudarme —exclama sobresaltada, levantándose de la silla.—Tranquila, Annie —John la toma del brazo y la obliga a sentarse —encontraremos a ese tal Michel.—Lo que no entiendo es ¿Por qué no se ha contactado conmigo?—¿Sabe que el presidente está ayudándote? Quizás piensa que estás en la cárcel o tiene miedo de h
—¿A qué te refieres con otra sorpresa? ¿A dónde me llevas, John? —pregunta ansiosa, con una sonrisa en su rostro.—Tranquila, tendrás qué aguantarte hasta que lleguemos, no puedo decirte antes.—Me estás haciendo sufrir y lo sabes —contesta Annie, fingiendo estar enojada.—Lo siento, pon algo de música para el camino.Una hora y media más tarde, ya de regreso en la ciudad, John la lleva a una de las boutiques más increíbles y prestigiosas de la zona, solamente personas de mucho dinero compran allí. Annie ingresa al lugar, muy sorprendida, al observar que no hay ningún cliente, solo una muchacha que está allí esperando para atenderla:—¿Qué es todo esto, John? —pregunta mirándolo a los ojos.—Te dije que teníamos que comprar ropa nueva, empezarás a trabajar para mí y no puedes vestir cualquier cosa.—Si, lo sé... Pero es una locura, no tengo dinero y no quiero que tu me regales nada, demasiado has hecho por mi.—Annie, aceptarlo, por favor... —le suplica, sabe que ella es muy orgullos
—¿Tu hermana? —pregunta sorprendida, mirándolo a los ojos —nunca me has hablado de ella.—Es verdad y lo siento, últimamente no he podido ver a mi familia como debería, después del secuestro fue todo un caos... Así que no tienes que preocuparte ni estar celosa —confiesa John con una sonrisa, muy divertido, avergonzándola.—¿Yo?... ¿Celosa? —Annie desvía su mirada hacia la ventana —No lo estoy.—Si lo estás y no lo niegues, puedo verlo en tus ojos y en tus reacciones. Estás celosa y enojada.—Que no lo estoy, déjame en paz —en ese momento Annie siente que el vehículo se detiene en la carretera, al parecer pincharon un neumático.—Oh no... —se queja —creo que pinchamos Annie.—¿Qué? No puedes decir eso, estamos muy lejos de la ciudad todavía...—Lo peor es que no tengo un neumático de repuesto, el auxiliar está en el taller mecánico, debemos esperar a que vengan por nosotros.—No puedo creer que te hayas arriesgado de esa manera, John... ¿Cómo salir a la carretera sin un neumático de re
Cuando Annie despierta a la mañana siguiente, se sorprende al ver por la ventana que ya amanecio, durmió más de doce horas seguidas, al parecer el viaje y los cambios la agotaron de más. Sin embargo, lo que le llama poderosamente la atención es que John no se encuentra en la habitación ¿habrá regresado durante la noche? ¿O después de lo sucedido entre ellos no quiere compartir el mismo lugar? Que tonta había sido al caer de esa manera, aun así, no puede sacar de su cabeza sus besos y sus maravillosas caricias.De repente, se asusta, cuando ve que la puerta de la habitación se abre y entra alguien, pero se tranquiliza cuando nota que es John, con una bandeja de desayuno en sus manos—Hola Annie, lo siento, no quise asustarte —responde al ver lo consternada que había quedado, deja la bandeja en la mesa, al lado de la cama y se acerca a ella para darle un beso en la mejilla.—Hola John, buenos días, no te esperaba, pensé que te habías ido, que tenías compromisos con el gobierno.—Los ten
Minutos más tarde, Rob llega a la casa presidencial y después de hacerle un control a las heridas de Annie, se acerca a John para tranquilizarlo :—Dime ¿como esta? —pregunta preocupado, caminando de aquí para allá, sin poder contenerse.—Tienes que calmarte, Annie esta bien, sus quemaduras no son de consideración, solo hay que curarlas, seguramente se le haran algunas ampollas, pero nada grave, tranquilo.—Gracias, Rob, no sabes lo que me alegra escuchar eso—responde aliviado.—¿Puedo preguntar que sucedió?—pregunta por curiosidad.—Si, Leyla, una de las empleadas le arrojó agua caliente.—¿Por que? ¿Donde esta ahora? Supongo que la has despedido.—Esta enamorada de mi, o por lo menos eso es lo que dijo siempre... Aquí todos creen que Annie es mi amante y no es así.—¿Sabes si Max esta detrás de todo esto? —pregunta Rob, sospechando del vicepresidente.—Volveré a hablar con ella y veré si puedo sacarle información.—Debes terminar con esto de una vez, John o Annie y tu jamas podrán v
Finalmente, llega el día de la fiesta. Desde muy temprano la casa presidencial está enloquecida con los últimos preparativos, hacía mucho que no daban una fiesta con invitados internacionales, así que la misma desde quedar perfecta.Annie, después de sus curaciones, desayuno y se puso a ayudar con la decoración, John estuvo fuera todo el día, seguramente planeando la trampa para Max. A pesar de estar muy ocupada, no puede dejar de pensar en lo que le dijo la noche anterior. Tiene miedo de lo que puede llegar a ocurrir. Sin embargo, ese hombre merece estar tras las rejas y la única forma de hacer que confiese es haciéndolo caer en su propio juego, aunque sea muy peligroso y John puede terminar muerto. De solo pensarlo se le eriza la piel, si algo le llega a pasar no podría seguir viniendo en un mundo sin él.Solo faltan unas horas para la fiesta y el presidente envío a Paulie a la casa para que se encargue de poner bella a Annie, ella será su acompañante en la fiesta, sabe que los medi
—¿No ves que estoy ocupado con la señorita Taylor? —responde Max groseramente, siempre detesto a Ronald Marshall, haciéndose el amigo de John para escalar en la política y querer ser el nuevo candidato a presidente, cosa que no se lo va a permitir.—Vamos, Max, es urgente... —exclama Ron, a pesar de verla de espaldas, sabe que la joven esta incomoda con su presencia, demasiado ya le hizo pasar este malnacido para seguir molestándola.—¿Qué sucede aquí, mis amigos? —pregunta John, apareciendo de la nada, quien se dio cuenta, a lo lejos, de que Ron, esta a punto de golpear a Max y no puede permitir que todo acabe así, tan rápido.—Hola John, quería dialogar unos temas con Max, pero esta muy ocupado con la señorita Taylor, aunque creo que solo la esta molestando —exclama furioso.El vicepresidente lo fulmina con la mirada:—¿Cómo te atreves? —pregunta Max nervioso—Diles, Annie... Diles que no estoy molestándote, solo estaba haciéndote una compañía amistosa porque te dejaron sola —en ese