Un pobre llegando al poder - Vol II - La esposa
Un pobre llegando al poder - Vol II - La esposa
Por: Aj Corea
1

—Valentina apresúrate sino llegaremos tarde nuevamente— grito una voz.

—Voy lo más rápido que puedo Natalie, sino fuera por ti no estuviera en esta situación— Respondió Valentina.

—Lo siento pero me costó mucho despertarme está mañana— dijo Natalie

Ambas chicas llegaron a la universidad poco antes que iniciarán las clases.

—Valentina ¿Tu me dijiste que querías conseguir un trabajo de medio?— dijo una de sus compañeras.

—Asi es.

—Mi tía está apunto de dejar su trabajo por motivos de salud pero me dijo que podía recomendarte eso sí es de niñera.

—No era lo que esperaba.

—Si te lo menciono es por qué hay buena paga, aparté que el jefe casi no se mantiene en casa, es gerente de Santos's Home Food.

—¿Y cuando iniciaría a trabajar?

—Lo más pronto, si tu quieres le aviso para que coordine la entrevista con su jefe.

—Esta bien pero no le digas nada a Natalie aún.

—Lo que digas.

Las clases comenzaron con normalidad, Valentina no lograba concentrarse por lo que su compañera acababa de decirle, al finalizar las clases cómo eran de costumbres se quedaban un rato en el campus, en ese se le acerca corriendo nuevamente su compañera.

—Valentina hasta que te encontré.

—¿Que pasa?

—Mi tía dice que su jefe puede entrevistarte hoy en el restaurante pero la cita es en 30 minutos.

—Tan pronto.

—Asi es.

—Deseame suerte entonces.

—Cuando llegues pregunta por Ignacio Santos

Valentina sale del campus, toma un taxi y se dirige hacia el restaurante, al llegar pregunta en caja.

—Buenas tardes, busco al Sr. Ignacio Santos.

—¿Tiene alguna cita con él?

—Asi es.

—¿Cual es su nombre?

—Valentina Wilson

—Ya le aviso.

El cajero se dirige hacia la oficina del gerente, a los pocos minutos regresa.

—El Sr. Ignacio le atenderá en estos momentos puede pasar por la oficina.

—Muchas gracias.

Me dirijo hacia la oficina, la puerta estaba abierta, golpeó para notificar mi llegada.

—Adelante.

—Buenas Tardes Sr. Ignacio.

—Continue Sra. Valentina, tome asiento por favor.

Me siento nerviosa, tomo asiento.

—¿Que edad tiene?

—20 meses, en unos meses cumpliré 21.

—¿Tiene alguna experiencia laboral?

—Ninguna, me he dedicado a mis estudios.

—¿Porque motivo desea ser niñera?

—Quiero un trabajo de medio tiempo, yo estudio por la mañana y buscaba algo que se adaptará a mi tiempo.

—¿Tiene hermanos pequeños, hijos?.

—Ninguna de las dos.

—Haremos lo siguiente, le daré una semana de prueba, los primeros 3 días estaras con compañía de la Nana quien lo ha cuidado en los últimos 6 años y lo agarró de pequeño, el salario sera de $400 dólares.

—Me parece perfecto.

—Entonces vaya a esta dirección, esperó que no haya inconveniente lo que pasa es que la nana actual solo le quedan estos días.

—No tengo ningún inconveniente solamente que no he almorzado.

—Entlendo, en ese caso pase por caja y con este vale compré un almuerzo y luego se dirige a la dirección que le brinde.

—Le agradezco.

Salí de la oficina y pase por caja, primera vez que comía en ese restaurante pero toda la comida era bastante sana, pedí un platillo, me aligere a comer y salí rumbo a la dirección.

Llegó y me recibe una señora.

—Tu debes ser Valentina la compañera de clase de mi sobrina.

—Asi es.

—Pase adelante, le presentaré al niño.

En eso llama al niño.

—Dylan ella es Valentina y será tu nueva niñera, sabes que yo a veces me pongo bastante mal y lo mejor es descansar—le dijo al niño —el niño es muy bien portado no te dará problemas, aparte el Sr. Ignacio es tranquilo como jefe, se que lo harás bien— me dijo ella.

—Entiendo, bueno esperemos pueda hacerlo bien como usted lo ha venido haciendo.

—Ya verás.

Pasaron los días y no me costó adaptarme al ritmo, el niño recibía clase en las mañanas, yo llegaría a las 2 de las tardes y me retiraba a las 8 de las noches que llegaba su padre, tomaba un taxi por lo tarde pero eso me la pagaba el Sr. Ignacio, en ocasiones venía un familiar de Orderion según entendí eran familia por qué Dylan la llamaba tía pero luego entendi que era de cariño, pocas veces socializaba con él hasta que un día me sorprendió y nos pusimos a charlar. 

—Valentina cuáles son tus sueños.

—Mi sueño es darle un hogar a muchos niños que no tienen uno, hay muchos niños que están en orfanatos pero no sienten el cariño de tener a un padre o una madre, yo deseo adoptar un niño cuando sea mi tiempo.

— ¿Porque adoptar si aún eres joven para tener a uno propio?

—Lo que pasa Sr. Ignacio aunque yo lo desee mucho yo no puedo tener hijos, tengo problema en mis ovarios y si llegase a quedar embarazada sería un embarazo de alto riesgo, así que mejor adoptó antes de pasar por algo tan doloroso.

—Después de salir de la universidad que harás.

—No es que quiera dejarlo sólo pero pienso buscar trabajo en la fundación Santos, se que ellos trabajan con bastante niños de la calle, pero lo importante no es solamente darle comida, educación y refugio sino darle cariño, la Fundación Santos trabaja muy distinto a los orfanatos, se dice que la fundadora era una mujer carismática, oiga no será algún familiar suyo porque llevan el mismo apellido.

—Te aseguro que no, muchos me han preguntado si el restaurante es mío por qué lleva el mismo apellido.

Se levantó un poco incómodo, pensé que había dicho algo malo y no volvimos hablar del tema.

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