—¿Y qué pasó? — Preguntó Ava.—Nos volvimos a ver en una de las fiestas de la empresa.—Desde entonces nos enamoramos. — Continué. Era la historia que habíamos planteado desde un inicio con los demás. —Honestamente su primo me pareció un hombre elegante y apuesto, aunque se comportó como un idiota en un inicio. A pesar de todo, me alegra haberlo conocido. — Los chicos me miraron con ojos brillantes, parecían contentos con la respuesta.Al finalizar la cena, finalmente nos regresamos a la casa. Le ofrecí a Ava dormir conmigo y a Erick dormir con Austin, ya que debíamos preparar sus habitaciones. Cosa que prometí hacer por la mañana. Sin embargo, ambos aceptaron compartir habitación esta vez ya que no querían interrumpir nuestro lecho matrimonial. En realidad, fue una tontería, pero aceptamos, como ellos se sintieran más cómodos.Al acostarnos nos quedamos en silencio un momento.—No quiero sonar como una entrometida, pero deberías tenerles paciencia. — Austin suspiró. —Sé que no es alg
—¿Llevar a mis primos a la competencia de galletas de jengibre? — Asentí. Austin suspiró y tomó asiento en la cama. Lo miré con curiosidad.—¿En serio quieres llevarlos?—¿Por qué no? Mañana tengo un tiempo libre, podemos ir los cuatro, siempre actuar como la pareja enamorada que somos y además, ayudaríamos a distraer a los chicos. Es claro que ellos se encuentran en un momento de estrés.—Lo sé. — Austin pasó su mano sobre su cabello y luego asintió. — Bien, creo que mataríamos dos pájaros de un tiro.—Perfecto. Entonces les diré a los chicos.—¿Tú? — Me miró con curiosidad.—Si yo. Intento simpatizar con tu familia ¿es eso algo malo? — Austin sonrió y luego negó divertido.—No, claro que no. — Parecía complacido con mi respuesta. Decidí encogerme de hombros y seguir mi camino hacia las habitaciones de los chicos. Para mi sorpresa los encontré a los dos junto en la habitación de ella. Erick se encontraba revisando un cable al lado de la puerta y Ava estaba sentada en su cama leyendo
La competencia dio comienzo, obviamente Austin y yo no podíamos compartir, más eso no prohibió que pusiéramos nuestra creatividad a prueba.—Te apuesto a que puedo diseñar una galleta maestra. — Declaró con un tono divertido.—¿Una galleta maestra? — Pregunté sonriendo con algo de burla en mi voz. Austin me miró y luego asintió.—Bien, mi galleta superará a la tuya.—Ay ajá. —Soltó y tomó una manga pastelera con glaseado para comenzar con su supuesto arte. Yo hice lo mismo. Decoré mi galleta con elegancia, le cree un vestido con estilo de árbol navideño, incluyendo las bolas decorativas, decoré su cabello con mucho cuidado intentado no estropear mi obra de arte. Luego de unos minutos tenía listo a mi querida galleta. El tiempo terminó y finalmente los jueces del concurso comenzaron a verlas galletas.—Quiero ver tu galleta. — Yo asentí.—Los dos al mismo tiempo.—Bien.—A la una.—A las dos. —Le seguí.—A las tres. — Los dos revelamos nuestra galleta. Me sorprendió ver a la galleta co
Cuando escuché a Ava decir aquello quedé en shock. Incluso Austin se veía afectado por las palabras de su joven prima.—¿Entonces Austin? — Lo miró juzgona. No sabía que había sucedido entre ellos así que decidí intervenir.—Es mi clienta chicos. Saben que soy publicista, me estoy haciendo cargo de una fiesta para la señorita Clark. — La chica pareció sentirse un poco avergonzada, sin embargo. su mirada de molestia no cambió en absoluto. Entonces Erick la rodeó con sus brazos y la atrajo a él.—Sera mejor que subamos, con permiso. — Asentimos y ellos entraron directo al segundo nivel dejándome junto con Austin y su exnovia.—Ah, señorita Clark lo lamento, puede acompañarme a mi oficina, hace frío y creo que será más práctico. — Ella por fin apartó su mirada de Austin y se enfocó en mí.—Claro, usted me guía. — Ya ni me molesté en ver a Austin. Honestamente me sentía molesta y ni siquiera entendía por qué. No tenía derecho a estarlo o tal vez porque el idiota de Austin omitió el pequeñ
—¡Te has vuelto loca! — Mis oídos retumbaron al escuchar la fuerte voz de Gretel quien me veía con las cejas fruncidas. Era obvio que quería matarme. Le había contado todo lo sucedido con Austin y su exnovia y que luego de haberse encerrado en la oficina salió a escondidas corriendo hacia su departamento.—¿Cómo pudiste darle a tu esposo falso en bandeja de plata?—¿Qué querías que hiciera? — La miré mientras apoyaba mis brazos sobre la mesa sintiéndome una completa idiota. —No tengo derecho sobre él. Quiero decir, somos un matrimonio falso y no pretendemos salir con nadie más hasta que esto termine, al menos no públicamente. Además, es obvio que él aún tiene sentimientos por ella. Ni siquiera me dijo que era su ex cuando le hablé de mi cliente. — Gretel hizo una mueca al torcer la boca mientras asentía.—Si bueno, fue idiota de su parte haberse ahorrado ese dato. Yo no te dije nada porque pensé que lo sabías. Quiero decir, Susane Clark se hizo aun más famosa cuando comenzó a salir co
Cuando llegamos a la discoteca nos dimos cuenta de que había una enorme fila para la entrada. Por suerte llevábamos abrigos o si no tendríamos que soportar el frío en la calle.—No esperaba que hubiera tanto frío. — Habló Gretel mientras se abrazaba a sí misma y el vaho salía de su boca cuando hablaba. Tomé la misma posición que ella y avanzamos mientras la gente charlaba.—Ni yo, pero ahora ya estamos aquí. Debemos de disfrutar ¿no?—Claro que sí. — Avanzamos cuando a lo lejos noté a un chico rubio que reconocía muy bien. Bajaba de un porche negro junto con otro hombre. Era Theo, el hijo del jefe de Gretel. En cuanto nos miró habló con su compañero y se acercó a nosotras.—Chicas.—Hola. — Saludé con una sonrisa mientras Gretel no parecía tan contenta de verlo.—Hola linda, ¿no me saludas?—No saludo a idiotas. — Se dio la vuelta indiferente. Le di una mirada de disculpa y el se encogió de hombros.—¿Quieren pasar con nosotros? — Señaló al castaño que lo acompañaba. —Así no tienen qu
Al llegar al auto, Austin sacó los condones de la guantera y luego cerró la puerta y abrió la de atrás.—¿Qué haces pregunté?—Creí que tendríamos sexo en el auto. — Me reí. Esto era lo que definía nuestra relación. No podía creerlo, sin embargo, lo necesitaba y mucho. Así que simplemente me metí y el se metió detrás de mí. Una vez cerró la puerta me deshice de mis bragas y zapatos mientras él se quitaba su chaqueta. No tardó en besarme de nuevo, de aquella forma tan sensual y juguetona que me volvía loca. Era increíble lo dependiente que me había vuelto al cuerpo de Austin y ahora que sabía lo que sentía por él, era más placentero, pero al mismo tiempo confuso. Sabía que no debía hacerlo porque de esta forma solo complicaría más mis sentimientos por él. Sin embargo, la forma en que me tocaba me besaba, me acariciaba en la que me hacía sentir no tenía comparación.Austin me tomó de la cintura y pronto la puso sobre él. Me deshice de mi chaqueta y Austin bajó con suavidad el tirante de
Me encontraba escogiendo un suéter para la fiesta de Kim. Luego de mi drama con Susane lo primero que hice fue terminar mi trabajo y luego correr en busca de un suéter apto para la fiesta. Tenía tres opciones uno verde con un enorme árbol de navidad al frente en relieve, otro rojo con un reno y otro rojo con un Santa. Ninguno me gustaba, los suéteres feos siempre serán feos.—¿Qué haces? — Austin llegó a la habitación sosteniendo su abrigo a un lado. Claramente recién había llegado. Me hice a un lado y le mostré lo que tenía frente a mí.—Escogiendo un suéter feo para la fiesta de Kim.—¿En serio llevarás uno? — Alzó las cejas mostrando una expresión burlona en su rostro yo asentí con seriedad.—Es tradición. ¿No usarás uno? —¿Quieres que vaya? — Parecía sorprendido.—¿No quieres ir? Creí que era claro que estabas invitado. Bueno, eres mi esposo y eso. — Sonrió.—Claro, sí. — Se sentó en la cama. —Solo que no preparé un suéter. — Le mostré los tres que tenía. —Tengo uno de talla gran