Mis pobres brazos se encontraban entumecidos. Los primos de Austin me tenían bien sostenida mientras mi falso marido los veía con una expresión de total desprecio.—Mocosos, suelten a Sofi por favor.—Deberías decirle esposa ¿no? Escuché de la tía que ya te casaste. — Respondió la rubia con una sonrisa pícara. Austin pasó su mano sobre su cabello mientras movía la pierna con ansiedad. Erik apretó su agarre y yo apreté los ojos. No quería ser grosera con estos chicos, especialmente porque eran la familia de Austin. Volteé a ver al chico y tuve que mirarlo para arriba. Era más alto que yo, maldigo la altura de esta familia.—Erick, Ava, hablo en serio. Si no la sueltan, voy a matarlos.—Primo, ¿nos estás menospreciando?—Ava. — Los dos no parecían dispuestos a soltarme. En verdad esta era una familia rara, pero no quería quedarme callada.—Chiquillos. — Los tres me miraron. —¿Harían el favor de soltarme? Me duelen mis brazos y si siento que uno de mis miembros está adolorido, no tendré
Lo primero que vi en Austin cuando se metió a la camioneta fue una expresión de sorpresa. Evidentemente nunca había estado en una vieja camioneta como esta. Sus sobrinos tomaron asiento en la parte de atrás. Gracias a Dios eran el tipo de chicos que apreciaba el aire libre, a pesar del clima frío. —Agárrense bien chicos. — Solté luego de encender la camioneta. —¿Segura que has manejado antes? —Lo hacía para mi trabajo. — Comenté con una pequeña sonrisa. —Eso fue hace como… seis años. —¡Seis años! — No escuché si dijo algo más porque avancé con el carro a gran velocidad. Al inicio lo hice por diversión. En verdad era graciosos ver a Austin Jones agarrarse bien del auto mientras mostraba una expresión tensa. Luego de eso, decidí aminorar la velocidad, con eso ya pudo respirar o eso creo. Encendí el radio y Snowman de Sia se hizo presente. Tarareé un poco la canción mientras veía hacia el frente. Noté una mirada sobre mí e imaginé que se trataba de Austin. —No sabía que cantabas. —
¿Amor? ¿Él acaba de llamarme amor? ¿Qué diablos se le había metido a Austin en la cabeza? En el momento en que hizo aquello me quedé muda. Literalmente me dejó sola luego de su muestra de afecto y se fue junto con sus primos. Al mirar a Jason este parecía igual de sorprendido que yo. —¿Es tu novio? — Preguntó. Supuse que no había llegado hasta él la noticia de mi boda. —Es mi esposo. — Admití finalmente. —¿Te casaste? — Alzó sus cejas. —Si, no hace mucho. — Sonrió y comenzó a preparar los chocolates. —Bueno, me alegra mucho que por ti. Felicidades, perdón por lo tarde. — Él sonaba sincero así que no hice más que agradecer. —Espero siempre verte por ahí. —Claro, no estaría mal tener un amigo más por acá. —Eso sería genial. — Sonreímos mutuamente y por fin me dio los chocolates. Agradecí por todo y le envié saludos a su familia. Con el portavasos en mano, busqué a los chicos. Los encontré en una tienda de souvenirs navideños mientras Austin observaba hacia todos lados y yo me ubiq
—El chico con quien hablaste. ¿Es algo tuyo? — Lo miré con las cejas alzadas.—¿Sientes curiosidad? — Moví mis cejas de arriba abajo con diversión, él simplemente se encogió de hombros.—Quiero saber las relaciones de mi esposa falsa. — Me reí.—Oye, en verdad ¿no estás celoso?—No conozco esa palabra en mi diccionario. Normalmente los demás se sienten celosos por mí.—Dios, que ego el tuyo. — Me dejé caer en el respaldo del asiento. —Bien, ese chico, se llama Jason y fue mi ex novio de secundaria y mi primer amor. — Suspiré. —Estuve enamorada de él desde que tenía diez años. La escuela y el orfanato tuvieron una actividad juntos, así que lo vi entre el público. Su cabello rubio con algunos rizos, sus ojos azules brillantes y su piel blanca como la leche. Por un momento creí que era un vampiro. En realidad, era muy guapo. Lo veía de vez en cuando en la calle. Cuando comencé a estudiar en la secundaria, lo veía desde el salón cuando jugaba softball.—¿Eras su stalker? — Lo miré notando
—¿Y qué pasó? — Preguntó Ava.—Nos volvimos a ver en una de las fiestas de la empresa.—Desde entonces nos enamoramos. — Continué. Era la historia que habíamos planteado desde un inicio con los demás. —Honestamente su primo me pareció un hombre elegante y apuesto, aunque se comportó como un idiota en un inicio. A pesar de todo, me alegra haberlo conocido. — Los chicos me miraron con ojos brillantes, parecían contentos con la respuesta.Al finalizar la cena, finalmente nos regresamos a la casa. Le ofrecí a Ava dormir conmigo y a Erick dormir con Austin, ya que debíamos preparar sus habitaciones. Cosa que prometí hacer por la mañana. Sin embargo, ambos aceptaron compartir habitación esta vez ya que no querían interrumpir nuestro lecho matrimonial. En realidad, fue una tontería, pero aceptamos, como ellos se sintieran más cómodos.Al acostarnos nos quedamos en silencio un momento.—No quiero sonar como una entrometida, pero deberías tenerles paciencia. — Austin suspiró. —Sé que no es alg
—¿Llevar a mis primos a la competencia de galletas de jengibre? — Asentí. Austin suspiró y tomó asiento en la cama. Lo miré con curiosidad.—¿En serio quieres llevarlos?—¿Por qué no? Mañana tengo un tiempo libre, podemos ir los cuatro, siempre actuar como la pareja enamorada que somos y además, ayudaríamos a distraer a los chicos. Es claro que ellos se encuentran en un momento de estrés.—Lo sé. — Austin pasó su mano sobre su cabello y luego asintió. — Bien, creo que mataríamos dos pájaros de un tiro.—Perfecto. Entonces les diré a los chicos.—¿Tú? — Me miró con curiosidad.—Si yo. Intento simpatizar con tu familia ¿es eso algo malo? — Austin sonrió y luego negó divertido.—No, claro que no. — Parecía complacido con mi respuesta. Decidí encogerme de hombros y seguir mi camino hacia las habitaciones de los chicos. Para mi sorpresa los encontré a los dos junto en la habitación de ella. Erick se encontraba revisando un cable al lado de la puerta y Ava estaba sentada en su cama leyendo
La competencia dio comienzo, obviamente Austin y yo no podíamos compartir, más eso no prohibió que pusiéramos nuestra creatividad a prueba.—Te apuesto a que puedo diseñar una galleta maestra. — Declaró con un tono divertido.—¿Una galleta maestra? — Pregunté sonriendo con algo de burla en mi voz. Austin me miró y luego asintió.—Bien, mi galleta superará a la tuya.—Ay ajá. —Soltó y tomó una manga pastelera con glaseado para comenzar con su supuesto arte. Yo hice lo mismo. Decoré mi galleta con elegancia, le cree un vestido con estilo de árbol navideño, incluyendo las bolas decorativas, decoré su cabello con mucho cuidado intentado no estropear mi obra de arte. Luego de unos minutos tenía listo a mi querida galleta. El tiempo terminó y finalmente los jueces del concurso comenzaron a verlas galletas.—Quiero ver tu galleta. — Yo asentí.—Los dos al mismo tiempo.—Bien.—A la una.—A las dos. —Le seguí.—A las tres. — Los dos revelamos nuestra galleta. Me sorprendió ver a la galleta co
Cuando escuché a Ava decir aquello quedé en shock. Incluso Austin se veía afectado por las palabras de su joven prima.—¿Entonces Austin? — Lo miró juzgona. No sabía que había sucedido entre ellos así que decidí intervenir.—Es mi clienta chicos. Saben que soy publicista, me estoy haciendo cargo de una fiesta para la señorita Clark. — La chica pareció sentirse un poco avergonzada, sin embargo. su mirada de molestia no cambió en absoluto. Entonces Erick la rodeó con sus brazos y la atrajo a él.—Sera mejor que subamos, con permiso. — Asentimos y ellos entraron directo al segundo nivel dejándome junto con Austin y su exnovia.—Ah, señorita Clark lo lamento, puede acompañarme a mi oficina, hace frío y creo que será más práctico. — Ella por fin apartó su mirada de Austin y se enfocó en mí.—Claro, usted me guía. — Ya ni me molesté en ver a Austin. Honestamente me sentía molesta y ni siquiera entendía por qué. No tenía derecho a estarlo o tal vez porque el idiota de Austin omitió el pequeñ