Aquel pensamiento aleatorio y ridículo hizo que se burlara mentalmente de sí misma. La verdad es que no le habría importado que tuviera a otra.

De igual forma este matrimonio estaba en conveniencia familiar.

Con este pensamiento en mente, echó una mirada furtiva al hombre de la cama. Satisfecha de que estuviera concentrado en su trabajo,

se metió en la cama.

Para su inmenso alivio, la cama era bastante espaciosa, con dos juegos de sábanas y almohadas. Sentada en su lado de la cama, aún había medio metro entre ellas.

"¿Has terminado?" preguntó Fabián cuando notó que ella se acomodaba. Ni siquiera apartó la vista de su pantalla.

"Sí". Ella miró la pantalla con curiosidad.

Sabía que su empresa se dedicaba principalmente a la exportación no tenían ningún sentido para ella, así que renunció a intentar ver la pantalla del portátil.

"¿Vamos a dormir?" La cabeza del hombre se inclinó ligeramente para poder mirarla con el rabillo del ojo.

"Claro".

Menos de un minuto después, Fabián apagó el portátil y las lámparas de la mesilla de noche.

Cuando la oscuridad invadió la habitación, Rouss se puso nerviosa.

Incluso ahora, no tenía ni idea que estaba pasando por su mente Por lo tanto, no sabía si mantendría relaciones sexuales con ella.

Siguió tumbada, rígida, mientras pasaban los minutos. Finalmente, la respiración de Fabián se calmó y ella pudo relajarse. En cuestión de segundos, había caído en un profundo sueño.

A la mañana siguiente ella se levantó al lavado y se dió cuenta de que el no estaba en la misma habitación, llegó se lavo su cara y cuerpo.

Salió del baño con la toalla puesta en el cuerpo para evitar el bochorno de la noche anterior, busco en la maleta un vestido Rosa de flores se vistió, se sentó en la peinadora empezó a maquillarse y luego se seco el pelo, se hizo unos rizos, se puso un cintillo rosa se veía de lo más hermosa cuando se levantó, al voltear estaba Fabián entrando a la habitación se quedó mudo al ver lo hermosa que estaba, de hecho ella le pregunto ¿te quedarás en la puerta?.