—Más o menos —contestó él, ladeando la cabeza.—¿Cómo que más o menos? —retiré mi mano, ya que no habíamos dejado de estrecharla—. ¿Eres o no eres? —sonrió.—¿Te parece si de nuevo nos sentamos o me dirás que no quieres entablar una conversación conmigo?—De acuerdo —ambos tomamos asiento.—Mi madre, yo, y el esposo de ella, nos hacemos cargo de la cadena hotelera.—Entonces sí eres el dueño.—Mi padre murió hace más de nueve años, así que mi madre y yo, mantuvimos el negocio a flote, unos años después, ella se volvió a casar y ahora él también se hace cargo de algunas cosas.—Siento mucho lo de tu padre, debió ser muy difícil.—Lo fue, era un hombre muy leal, pero mejor cambiemos de tema y dime que te trae por aquí.—Una boda. ¿Y a ti? ¿Estás por negocios o vacaciones?—Creo ambas, aunque podría ser más lo segundo.—Su cena está lista —el camarero volvió.Dejó ambos platillos sobre la mesa y por segunda vez, me sorprendí. James, ... Dios, era tan raro decir su nombre después de llama
El sonido de las teclas del portátil, me sacaron de un sueño, el cual, ya no recordaba de qué iba, ... espera, ¿teclas de un portátil? Fruncí el ceño y abrí un ojo, ... ah, era James ... ¡Espérate! ¿Qué? Mi cuerpo despertó por completo al verlo acostado a mi lado, apoyado en unas cuantas almohadas, mirando su ordenador.—¡James! ¿Qué rayos haces aquí? —me senté de golpe—. Y ... ¿y en mi cama? —con la sábana cubrí el borde de mis pechos.—Ah, despertaste, hay un itinerario que seguir ¿ya se te olvido? —continuó mirando su ordenador.—¡No tarado! ¡¿Pero por qué estás en mi suite y en mi cama?!—Pues, ahora mismo le escribo un correo a mi mamá —le arrojé una almohada.—¡No te hagas el gracioso, chico-tanga-masturbador! —No lo hago —sonrió—. En verdad le escribo un correo a mi mamá.—¡James! Estoy comenzando a desesperarme —me puse de pie, jalando la sábana para cubrir mi cuerpo. No estaba desnuda, pero mi pijama dejaba muy poco a la imaginación—. ¡James, estás en calzoncillos! —grité al
James elevó las cejas y contuvo la risa. Papá y mamá, literal, estaban sorprendidos y ... aliviados o no lo sé.—¡Vaya! —mamá sonrió—. Pues es un placer conocerte, James.—El placer es todo mío —le respondió.—James, estas con mi hija bajo tu propio riesgo, eh —papá le sonrió.—Habérmelo advertido antes, señor, ya me estoy arrepintiendo —los tres se echaron a reír.Yo quería que me tragara la tierra.—Bueno, estábamos a punto de alistarnos para el desayuno, así que ...Los invité a irse.—Oh, claro, claro, no interrumpimos más —dijo mamá—. Nos vemos en el desayuno, chicos, y un gusto James.—Igualmente, seño...—Sara, por favor —lo interrumpió.—Desde luego, gracias, Sara.—No tarden —añadió papá y se fueron.Cerré la puerta, me giré y me apoyé en ella. James me miró divertido, estaba a nada de soltar una ...—Me agradaron mis suegros, cariño.... estupidez.—¿Por qué le dijiste que somos novios? —preguntó sonriendo.—No preguntes ¿si? Sólo me ... me sentí atrapada.—¿Atrapada?—Hay y
—¿Qué rayos hiciste como para que toda tu familia nos mire así? —James me susurró.Si, las catorce personas en la mesa, nos miraban ... Dios, ni siquiera sabía como describir esa mirada, ¿vergüenza ajena, tal vez?—¿Por qué piensas que yo hice algo? —lo miré y él, se encogió de hombros.De nuevo iba a hacer esa cara de asombro, pero ...—¡Familia! —mamá se puso de pie—. Miren quién decidió aparecer —sonrió mientras se acercaba a nosotros—. Charlize y su novio James.¿Vieron eso? El gesto de Stefan al mirar a James, cómo con ... ¿Odio? No, no, no, imaginaciones mías, por supuesto.—¡Un gusto! —James les sonrió—. Charlize me ha hablado de todos ustedes.Silencio ... ¿qué pasaba con mi familia?—Disculpa a esta familia, James —la abuela Rose, le sonrió y se puso de pie—. ¡Es un placer conocerte! —se acercó a él y besó sus mejillas—. Soy ...—Rose —la interrumpió James—. La persona favorita de Charlize —le sonrió.—¡Así es! Que chico tan atento.Si, así era él.—Cariño, no sabes cuanto gu
—¡James, no te atrevas! ¡Suéltame! —grité.—¡Borralas! —también gritó.—¡No lo haré! ¿Te volviste loco?—¡Tú eres la loca por tenerlas aún! —¡Eres un idiota!—¡Y tú una loca obsesionada!—Te juro que si no tuviera mis manos ocupadas, tratando de sostenerme, ya te habría partido la cara.—Y yo te juro que si no las borras, te arrojo al mar.Hizo más presión en mi cuerpo y yo me sujeté con más fuerza de la baranda.—¡No lo haré!—¡Si lo harás!«Santo Dios»—¡Bien, bien, lo haré, sólo suéltame! —accedí y me soltó.Dos segundos más y comencé a correr por todo el bote, salvando las 824 fotos que tenía con Stefan, aunque mis piernas no fueron lo suficientemente veloces.—¡Te tengo! —me atrapó por la espalda.—¡Eres un idiota si piensas que las borraré! —¿Por qué te gusta torturarte así? —me soltó.—¿Y a ti por qué te gusta meter tus narices donde no te llaman? —lo miré desafiante.—Digamos que me desespera ver lo bruta que eres.—¡No soy ninguna bruta!—Si lo eres, vives enamorada de un i
—¡Charlize, abre por favor! —sollozó—. Sólo quiero hablar, decirte, explicarte, suplicarte que me perdones.—¡Vete! —también sollocé, acostada en mi sofá, hecha un ovillo—. ¡No quiero verte más, Stefan!—Lo sé, pero también sé que me amas y no podemos sólo hacer a un lado nuestra relación.¿Relación? Han pasado cuatro meses de nuestra separación ¿qué piensa? Acabo de enterarme de que ha hecho formal su relación con Léa, así que ¿qué hace aquí?—¡Charlize! ¡Charlize! ¡Charlize, por favor!Un sobresalto en mi cuerpo me hizo despertar, enseguida, unos brazos me apretaron con más fuerza, ... James, James estaba en mi cama y me abrazaba como si el mundo se fuera a acabar.¡Dios! No sé ni porqué me tomé la molestia en decirle que no dormiría conmigo, sabiendo que posiblemente, se colaría a mi cama por la noche.Lo observé embobada por un momento, lucía tan tranquilo y tan guapo al dormir que me causaba admiración por él. Me acerqué a su cuello e inhalé profundo su aroma, ... era increíbleme
Me puse de pie y entré al cuarto de baño para tomar una ducha, cepillé mis dientes, pero esa vez, en lugar de mirar una foto de Stefan —y no porque ya no tuviera mi móvil—, miré el fondo de pantalla de James, a pesar de que la foto fue imprevista, salió maravillosa. Después de veinte minutos, me encontraba lista, James ya estaba en el mini comedor, esperándome con el desayuno. Me sentía nerviosa con cada paso que daba hacía él, pero no iba retroceder, ya era un hecho de que tendría sexo con ese chico encantador.—Tus padres te están buscando —me sonrió mientras que yo, tomaba asiento frente a él.—¿Cómo lo sabes?—El personal del hotel me lo dijo.—Bien —bajé la mirada y probé un poco de mi desayuno.—Me disculpo por lo que pasó esta mañana —lo miré.«¿Se estaba arrepintiendo?»—No quiero que pienses que sólo quiero colarme entre tus piernas.—¿No quieres? —la pregunta salió disparada de mi boca, haciéndolo sonreír.—No quiero presionarte cuando es claro que no has estado con un homb
—No esperaba verte aquí, creí que andar entre el lodo no era lo tuyo —Stefan comentó.—Pues, verás —rasqué un poco mi ceja—. Yo tampoco lo creía hasta que me mezclé contigo —James comenzó a reír con fuerza.—¿Podemos hablar, Charlize? —Stefan preguntó en un tono serio.—¿Hablar? —James preguntó—. ¿Y dónde dejaste a la familia? ¿A tú prometida?—Los extravié —respondió de mala gana.—¿En serio? —James elevó la cejas—. ¿No será que viste a Charlize y te extraviaste intencionalmente?—¿Por qué no te metes en tus malditos asuntos?—¡Stefan! —elevé la voz, advirtiendo.—Pues veras, imbécil ... Charlize, MI NOVIA —James hizo énfasis en las últimas palabras—. Es mi "maldito asunto", así que si no te importa, el camino para que te vayas a la mierda, es en cualquier dirección menos en la nuestra.—¿Quién te crees, imbécil? —Stefan lo enfrentó y mi corazón latió con mucha más fuerza.—Stefan, vete —pedí.—Necesito que hablemos, Charlize.—Y yo necesitaba que me fueras fiel y terminaste tirándot