—¿Qué tal todo con los chicos? —resopló divertido y después de darme un beso corto en los labios, se retiró.

—No mucho, creo que desean atarme de pies y manos para arrojarme al mar.

—Dios —suspiré—. ¿Ahora que hiciste, James?

—Sólo fui sincero —me lanzó un guiño antes de bajarse de la mesa.

—Mejor ya no hables, no sé si quiero saber —me coloqué boca abajo—. ¿Le importaría terminar con mi masaje, señor Castelfranco?

—Será para mí todo un placer, señorita Campbell.

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Cena de ensayo, los demás invitados o todos, ya estaban ahí, el espacio era abierto, con una decoración bastante hermosa a pesar de que ese día no era la boda, y los novios, déjenme decirles cómo se encontraban los novios ... felices, radiantes ... enamorados. Ni pareciera que apenas la noche anterior, el sinvergüenza de Stefan me había pedido una oportunidad ... «maldito tarado»

—¿Qué sucede? —James siguió mi mirada después de preguntar—. Oh, vamos, Charlize —resopló frustrado y se colocó frente a mí.

—Me pidió otra o