No usaba camiseta, su musculoso torso desnudo, saludaba a la multitud de personas, quienes estaban más que felices de escucharlo cantar.Me abrí paso entre los demás y me posicioné hasta quedar en el frente, mi mirada se encontró con la de Amin y él de inmediato me reconoció, me sonrió mientras que yo comenzaba a mover mis caderas al ritmo de su canción.En los próximos minutos, lo observé saltar y moverse de un lado a otro, enseguida, se colocó en cuclillas frente a mí y cantó la última frase de la canción, dándome una radiante sonrisa, todos en ese lugar, gritamos emocionados y le dimos un fuerte aplauso.—¡¡¿Cómo la están pasando esta noche!!? —Amin preguntó a través del micrófono y todos gritamos en respuesta—. Ese grito sonó de maravilla —añadió con una sonrisa en el rostro antes de colocarse de nuevo en cuclillas frente a mí—. La siguiente es para ti, hermosa Charlize.Las personas no dejaban de hacer demasiado escándalo mientras que yo sonreía maravillada ante la dedicación.La
—¡No entiendo ni una caca apestosa de lo que sale de su boca! —le grité muy enfadada al oficial frente a mí—. ¡Quiero un abogado de mi país! ¿Me está escuchando?El oficial continuó hablándome en su idioma, pero yo no entendía nada de lo que me decía.—¡Ya le dije que no entiendo nada de lo que dice, Maldición! —desesperé—. ¡Quiero ver a James! ¿Dónde está James? ¡¡Jamessssss!! ¡¡Jamesssssss!!Comencé a gritar, ignorando al oficial, enseguida, este se fastidió de mí y se marchó.—¡No, por favor no se vaya! —supliqué—. ¡No me dejé con esta loca! —¡Oye! Anoche no me llamabas así —la mujer se acercó a mí y acarició mi cabello.Yo me encogí de hombros y me retiré.La mujer me iba a violar, estaba segura.Según ella, la noche anterior James y yo fuimos a otro pub, donde supuestamente la conocimos a ella y a dos hombres más, los cuales, decía que en ese momento debían estar con James, —también detenidos—. Bebimos, nos descontrolamos, destrozamos el lugar y después, la policía nos detuvo, p
Una vez que descendimos, James arrastró la lancha hacia la arena y después tomó mi mano para guiarme.—¿A dónde me llevas? —pregunté cuándo nos adentramos en la isla.—¿Tienes miedo de que torture tu precioso cuerpo y lo entierre por aquí.—Al menos moriré en la hermosa isla Mnemba —sonrió.Caminamos unos cuantos minutos más hasta que nos detuvimos, desde el punto en el que estábamos, se podía observar el yate a distancia.Mi ceño se volvió a fruncir cuando miré a James, hincarse y comenzar a cavar un hoyo con sus manos.—Ya, en serio ¿qué rayos haces? —de nuevo pregunté al hincarme, también.—¿Me ayudas? —me sonrió—. Tiene que ser profundo.—Bien.Tomé un pequeño palo y comencé a cavar con él.—¿Crees en el destino, Charlize? —preguntó sin dejar de cavar.—No lo sé —respondí con sinceridad—. ¿Cuál es tu punto? ¿Para qué estamos cavando este hoyo? Es muy pequeño para que me entierres en él —sonreímos.—Quiero que hagamos una promesa —me miró—. Las promesas se cumplen, ¿cierto? —asentí
—Luces radiante, Charlize —ruborizada, bajé la mirada.—Y tú estás guapísimo, James —sonrió.Justo como él había dicho, ambos vestíamos de etiqueta. Al abordar el yate, me sorprendí al ver en nuestro camarote la vestimenta que llevaríamos esa noche. Él usaba un traje grisáceo que combinaba bastante bien con sus ojos, yo por otro lado, usaba un vestido de color rojo sangre, el cual, amoldaba perfetamente mis curvas, esa vez hice un peinado y maquillaje más elaborado, debo admitir que me tardé más de lo planeado, pero el resultado me había gustado mucho y al ver la mirada que James posaba en mí ... bueno, sobra decir que eso me gustaba mucho más.—¿Lista para esa cena, señorita Campbell? —me extendió su brazo para que lo tomara.—Me tiene ansiosa, señor Castelfranco —le sonreí al tomarlo.Salimos del camarote y caminamos hacia la punta del yate, de inmediato, quedé maravillada al observar preciosas luces brillantes alrededor de la mesa, una mesa perfectamente montada para una cena román
Kwaheri, mwanamke wangu mzuri asiyejulikana (adiós mi bella dama desconocida) Eso fue lo que te dijo aquel hombre, Amin. Y justamente, ahora, me encuentro robando sus palabras.Siento mucho tener que expresarme en una carta, Charlize, pero sinceramente, no hubiese tenido el valor de mirarte a la cara y decir adiós, supongo que ahora estarás pensando que en verdad soy un cobarde, y no te juzgo, lo soy, pero si tan sólo observaras las cosas desde mi punto de vista, entenderías el por qué me he marchado ...Sin mentir, eres la chica más maravillosa que he conocido en mi vida, no pensé que lo que comenzó como una pequeña aventura, terminaría conmigo, escribiéndote una carta para explicar mi ausencia.Me preguntaste si alguna vez me había enamorado, debí responderte que no, que jamás tuve ese fuerte sentimiento por una chica, pero me aterré, porque no fue hasta ese momento, que la revelación en mi mente me deslumbró, de inmediato supe que tú no estabas de paso en mi vida, más sin embargo,
—Si no te amara tanto, ya te habría matado, Fabricio —espeté molesta mientras caminábamos hacia el auto.—Amiga, luces divina —sonrió—. Deberías agradecérmelo —me detuve y lo miré.—¡Mi cabello es corto y está teñido de rojo, además, uso las malditas uñas de Cardi B! —le mostré mis manos.Intentó contener la risa, pero el tonto no pudo y yo —otra tonta— comencé a reír con él.—Amigo, quiero asesinarte —dije sin parar de reír.Después de divertirnos un poco, Fabricio condujo hasta llegar al periódico, tomé mi bolso y le pedí que me esperara en el auto mientras que regresaba. Al entrar a mi antiguo trabajo, todos mis ex compañeros no dejaban de mirarme, debía ser por mi loco cambio de look o de nuevo, todo se trataba de Stefan. Apresuré mi paso para llegar a la oficina de Nataly, al estar ahí, esperé un momento a que su asistente me anunciara, una vez que lo hizo, entré.—Esto sí que es una sorpresa —Nataly me sonrió—. Un nuevo look, eh.—Tengo un amigo muy loco —también le sonreí.—Ya
Ya pasaban de las diez de la noche cuando regresé a mi hogar, durante el camino, le comenté a Fabricio todas las estupideces que me había dicho Stefan, y como era de esperarse, soltó cientos de insultos al primo de su novio, alegando aún, que se había quedado con ganas de envenenarlo con su blanqueador de ropa, pero que le daba más tranquilidad saber que había vomitado su calzado, a lo que en ese momento, nos tenía en una pequeña discusión.—No entiendo lo que me dices, Fabricio —fruncí el ceño.—Yo tampoco —añadió Morris al sentarse a su lado en el sofá.—Hablo de que necesitas asistir mañana mismo al ginecólogo para que cambien tu anticonceptivo.—¿Por qué haría eso? —suspiró, giró los ojos y los cerró mientras negaba con la cabeza.—¿Por qué eres tan distraída, tontita? —me encogí de hombros ante su comentario y me puse de pie para servirme un trago.Necesitaba alcohol en mis venas.—El implante que usas, tiene una vida de cinco años —continuó—. Y hace meses que debiste cambiarlo.
Hacía apenas unos minutos, nuestros pies habían tocado tierra española, no estaba muy segura del por qué, James, decidió ir a esa ciudad, obviamente, la cadena Castelfranco también tenía presencia ahí, pero por alguna razón que no sabía cuál, pensaba que el tarado que me abandonó, eligió ese lugar por algo en especial, no lo sé, era es como si fuese su estilo.—Sigo pensando que no debimos venir —dijo Morris mientras salíamos del aeropuerto.—Y yo sigo pensando que no te debimos traer —le respondió Fabricio.—Oye, no me hables así, sólo estoy intentando ser el más razonable de los tres.—Morris, te juro que te dejaré sin sexo por todo un año, si sigues siendo tan negativo —Morris sonrió.—No soportarías ni un día —soltó con arrogancia.—¿Quieres ver que sí? —ambos se detuvieron y comenzaron a lanzarse miradas desafiantes.—¿Quieren parar los dos? —supliqué al mirarlos—. Morris, sé que no estás de acuerdo con esto, pero necesito a mi amigo aquí y tú estás incluido en el paquete, así qu