Daniel asintió, su expresión seria pero comprensiva.—Eso es todo lo que pido, Valeria. Que seamos honestos el uno con el otro y que no dejemos que nada interfiera con nuestro trabajo, pero tambien podes tener otra repetición de intimidad, es no es un problema —.—No puedo evitar, si me invitas a esa intimidad, te lo doy como la primera vez que te lo di —dijo Valeria, dejando escapar esas palabras sin pensar que realmente lo dijo en voz alta.—Eso me deja mas tranquilo —dijo Daniel besando los labios de Valeria sin previo aviso.El avión comenzó a descender, y el capitán anunció que estarían aterrizando en Las Vegas en pocos minutos. Valeria respiró hondo, preparándose para lo que les esperaba en tierra firme. Sabía que el viaje no sería fácil, pero estaba decidida a enfrentarlo con la misma determinación con la que había afrontado todos los retos en su vida.El aterrizaje fue suave, y pronto, Daniel y Valeria se encontraron en el aeropuerto de Las Vegas, rodeados por el bullicio de l
Finalmente, tras horas de discusión, llegaron a un acuerdo preliminar. Richard se levantó de su asiento, dando la reunión por concluida.—Bien, creo que esto es un buen punto de partida —dijo Richard, extendiendo la mano nuevamente—. Trabajaremos en los detalles y nos reuniremos la próxima semana para afinar el acuerdo final.Daniel estrechó su mano, asintiendo con una sonrisa controlada.—Gracias por tu tiempo, Richard. Haremos lo necesario para que este sea un éxito para todos.Valeria también se despidió, y tras unos minutos de cortesía, Richard abandonó la sala, dejándolos solos. Una vez que la puerta se cerró, Daniel se dejó caer en su silla, exhalando un suspiro de alivio.—Lo hiciste excelente, Valeria —dijo, girándose hacia ella—. Tu análisis fue lo que nos dio la ventaja.Valeria sonrió, sintiendo una mezcla de orgullo y alivio.—Gracias, Daniel. Sabía lo importante que era esto para ti, y no quería fallarte.Daniel la miró por un largo momento, su expresión suave y llena de
—La cena esta exquisita, igual que tu —dijo Daniel.—Tu tambien eres muy exquisito —dijo Valeria con una sonrisa.—Mientras comemos, veamos una película de romance —dijo Daniel.—Está bien —dijo Valeria.Tres horas después fueron vencidos por el sueño, y ambos que estaban en la cama se quedaron dormidos del cansancio de un dia largo.El resplandor tenue de la madrugada se colaba por las cortinas, llenando la suite con una luz suave y dorada. Valeria se despertó lentamente, sus sentidos volviendo a la realidad. Al principio, no estaba segura de dónde estaba, pero la sensación de un brazo firme rodeándola la ancló al presente. Los recuerdos de la noche anterior la inundaron, cada momento vívido en su mente.Daniel aún dormía a su lado, su rostro relajado y sereno, muy diferente al hombre controlado y distante que era en la oficina. Observándolo, Valeria sintió una mezcla de emociones. No podía negar lo que había sucedido entre ellos, ni quería hacerlo, pero las consecuencias de sus acci
Después de la reunión, mientras los demás salían de la sala de conferencias, Valeria se quedó unos momentos más, revisando sus notas para asegurarse de que no se le escapara ningún detalle. Aún podía sentir la intensidad de la discusión en el aire, pero estaba satisfecha con cómo había manejado su parte. Justo cuando pensaba en irse, una mujer a la que no había notado antes se acercó a ella. Era elegante, con una presencia fuerte que inmediatamente captó la atención de Valeria. Su cabello oscuro y perfectamente arreglado, combinado con un traje de diseño impecable, le daban un aire de autoridad. —Hola, Valeria, ¿cierto? —dijo la mujer, con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. Valeria asintió, un tanto sorprendida de que supiera su nombre. —Sí, soy yo. ¿Puedo ayudarte en algo? La mujer esbozó una sonrisa que parecía más calculada que amistosa. —Mi nombre es Isabel. Trabajo en la sucursal principal, trabaje en la empresa de Daniel poco tiempo, y he oído muchas cosas sobre ti. Ere
Horas después.Valeria estaba sentada en su escritorio, concentrada en su trabajo, cuando Daniel entró en la oficina con una expresión seria pero algo nerviosa. Llevaba en la mano su tablet, donde un nuevo correo electrónico resaltaba en la pantalla. Se acercó a Valeria y, tras un suspiro, decidió sentarse frente a ella.—Valeria, necesito hablar contigo sobre algo importante —dijo Daniel, extendiéndole la tablet para que pudiera ver el correo.Valeria levantó la vista, notando la seriedad en el rostro de Daniel. Tomó la tablet y comenzó a leer el correo. A medida que avanzaba, sus cejas se fruncieron con sorpresa.—¿Modelar otra vez? —preguntó, mirando a Daniel con una mezcla de incredulidad y curiosidad.Daniel asintió lentamente.—Sí, han solicitado que te presentes para una nueva campaña publicitaria. Esta vez, la propuesta es bastante ambiciosa. Quieren que seas la modelo principal para la línea de vestidos, maquillaje y tacones, como la vez anterior. Pero hay un detalle adiciona
Oficina las vegas.El Desafío del Corazón.La habitación de la suite era un oasis de tranquilidad y lujo. La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas semitransparentes, creando un juego de sombras suaves en las paredes. Daniel y Valeria estaban envueltos en las sábanas blancas, con el sonido del aire acondicionado apenas audible en el fondo.Valeria abrió los ojos lentamente, sintiendo el calor de la mañana y la presencia tranquila de Daniel a su lado. Se movió suavemente, sin querer despertar a Daniel, y se incorporó un poco para estirarse. Daniel, al notar el movimiento, abrió los ojos y le sonrió con ternura.—Buenos días —murmuró Daniel, acariciando el cabello de Valeria.—Buenos días —respondió ella con una sonrisa.Ambos se levantaron y se dirigieron al baño. La bañera de mármol se alzaba majestuosamente en el centro del cuarto, con espuma blanca que llenaba la tina. Valeria encendió el grifo y dejó que el agua tibia llenara la bañera mientras Daniel preparaba algun
—¿Desde qué perspectiva? —Daniel preguntó, escéptico pero intrigado.—Desde la de alguien que cree en ti, —dijo Valeria con firmeza. —He estado observando cómo enfrentas estos desafíos, y lo que veo es más que números en una hoja. Veo un líder que necesita recordar por qué empezó todo esto —.Daniel arqueó una ceja. —¿Y tú crees que una charla motivacional va a salvar mi empresa? —No se trata solo de motivación, dijo Valeria, sus ojos intensos. —Se trata de la esencia de lo que estás construyendo. Tienes que recordar por qué lo haces, cuál es el propósito detrás de todo esto. Tienes que conectar con ese propósito —.Daniel se quedó en silencio, la mirada fija en Valeria. Sus palabras resonaban en su mente, desafiando el peso de las cifras que lo abrumaban. —¿Y cómo propones que haga eso? —.—Empecemos por replantear la estrategia, —sugirió Valeria, abriendo la carpeta que había traído. —Aquí tienes un plan alternativo que he estado desarrollando. No es solo sobre números; es sobre có
Una hora despues llegaron a la suite del hotel, abrieron la puerta y luego se cerró la puerta automáticamente.—Eres un hombre irresistible, la intimidad contigo, tu piel, me está convirtiendo en una mujer adictiva,Daniel la miró intensamente, sus ojos oscurecidos por el deseo que crecía entre ambos. La atmósfera en la suite del hotel era sofocante, cargada de tensión y de una urgencia palpable. Afuera, la ciudad comenzaba a encenderse con las luces nocturnas, pero ellos estaban atrapados en su propio universo privado.—No puedo esperar más —murmuró Daniel, tomando la mano de Valeria y guiándola hacia la gran cama que dominaba la habitación, la cual estaba iluminada por las luces tenues que daban un aire sensual al espacio.—Soy tuya —dijo Valeria.Valeria, sonriendo con esa travesura que siempre lo volvía loco, se acercó lentamente a él, como un depredador acechando a su presa. Sus dedos comenzaron a desabrochar la camisa de Daniel, y con cada botón que liberaba, su respiración se v