Valeria asintió, su mente dando vueltas a toda velocidad.—Lo sé. Pero no podemos simplemente ignorarlos. Si no bajo al lobby, sospecharán. Necesito averiguar qué quieren y por qué me están involucrando en todo esto —su voz temblaba un poco, pero intentaba mantenerse firme.Daniel la miró fijamente, sus ojos llenos de preocupación.—Entonces iremos con cuidado —dijo él, inclinándose un poco hacia ella—. No estás sola en esto. Aunque me mantenga oculto, estaré vigilando cada paso. No dejaré que te pase nada.Valeria lo miró, agradecida por su apoyo incondicional. Pero sabía que esta situación era más complicada de lo que parecía.—No quiero que te pongas en peligro por mí —murmuró ella, bajando la mirada—. Ya estamos involucrados lo suficiente.—Ya estamos metidos en esto juntos —respondió Daniel, levantando su rostro suavemente con una mano—. Y no te dejaré sola.Sus palabras la reconfortaron, aunque la sensación de peligro seguía latente. Tenía que ser inteligente, anticiparse a los
Valeria necesitaba tiempo para pensar, para planear su próximo movimiento, no podia traicionar a Daniel, pero tampoco podia evadir el por que ellos querían tanta información sobre Daniel.—Necesito algo más concreto —dijo finalmente—. No puedo simplemente ir y pedirle información sin levantar sospechas.Bastián se acercó aún más, sus ojos clavados en los de Valeria. La atmósfera se volvió aún más sofocante.—Lo harás bien —susurró, como si estuviera disfrutando de la presión que ejercía sobre ella—. Pero ten en cuenta una cosa, Valeria: si decides no cooperar, podrías encontrarte en una situación mucho más complicada de la que te imaginas.Isabel asintió en silencio, respaldando la amenaza implícita.Valeria tragó saliva, su mente trabajando frenéticamente para encontrar una salida. Sabía que no podía hacer esto sola, pero tampoco podía exponer a Daniel, al menos no todavía.—Está bien —dijo, su voz firme, aunque temblorosa—. Lo haré. Pero necesito tiempo.Isabel sonrió con satisfacci
Valeria tragó saliva, su mente trabajando frenéticamente para encontrar una salida. Sabía que no podía hacer esto sola, pero tampoco podía exponer a Daniel, al menos no todavía.—Está bien —dijo, su voz firme, aunque temblorosa —. Lo haré. Pero necesito tiempo.Isabel sonrió con satisfacción, mientras Lucas la miraba con una mezcla de aprobación y desafío.—Perfecto —dijo Isabel suavemente—. Te daremos un par de días, pero no más. Después de eso, esperamos resultados.—Solo le damos hoy, tu sabes que esto es serio, necesito eso que Daniel me debe —agrego Isabel.—No creo que ahorita tenga para darte —dijo Bastián.—Pues tiene que dármelo, no puedo esperar más —dijo Isabel molesta.—Esta bien no se peleen —dijo Valeria con voz nerviosa.—Te doy esta noche Valeria —dijo Isabel con tono de advertencia.Valeria asintió, aunque por dentro su corazón latía con fuerza. Sabía que no podía confiar en ellos, pero por ahora, no tenía otra opción más que jugar el juego.—Nos vemos pronto, Valeria
Bastián retrocedió levemente, como si la intensidad de Daniel lo hubiese impactado, aunque su expresión no perdió la arrogancia.—Ya veremos, Daniel. Ya veremos, pero necesitamos claridad sobre ti, nos debes una mansión, tú decides la mansión o el dinero, aunque supe que tu empresa esta más atrás que para allá, no creo que tengas dinero suficiente para pagarnos —dijo Bastián en tono fuerte y claro.Isabel se acerco a Daniel y lo miro a los ojos.— Daniel pero me lo debes, me debes mucho, al dejarme abandonada, no me creíste cuando te dije que él fue quien se había metido a mi cama. al menos por lo que vivimos un dia juntos, si no pues tu secretaria Valeria pagara cada centavo, aunque no tengas para pagar, igual Valeria pagara cada centavo, y eso creo que ya está en marcha —musitó antes de volver a encaminarse hacia la puerta. Isabel lo siguió, lanzando una última mirada fría a Valeria.Daniel se quedo impactado por lo que dijo Bastián y Isabel.—¿Qué piensas hacer? —Pregunto Daniel con
Y así, mientras la noche avanzaba de apoco, Valeria y Daniel supieron que se habían convertido en jugadores en un peligroso juego de poder, donde la traición y la astucia serían las piezas clave para sobrevivir.Valeria se acercó a él lentamente, con una expresión mezcla de preocupación y decisión. Lo conocía lo suficiente como para ver el conflicto interno que lo invadía, y sabía que el peso del pasado y el presente se estaba acumulando sobre sus hombros.—Daniel, no importa si alguna vez ibas hacer tu vida con ella, y te pago mal, se nota que Isabel solo quiere tu dinero, por eso quiere saber cosas de tus finanzas, peor estoy aquí a tu lado —dijo con suavidad, tomando su mano—. No podemos dejar que Isabel nos controle. Sabes que ella no se detendrá solo con la mansión, pero si jugamos nuestras cartas con inteligencia, podremos manejar la situación.Él la miró, sintiendo la intensidad de su mirada atravesar las capas de incertidumbre que lo envolvían. Valeria era fuerte y decidida, y
—Y lo estaremos —respondió Daniel, con una certeza que la reconfortó—. Confía en mí, Valeria. Esta situación va a resolverse a nuestro favor.Hubo un silencio tenso entre ellos mientras ambos procesaban lo que se avecinaba. Afuera, la ciudad seguía viva, indiferente a los conflictos que se desarrollaban en esa suite de hotel.—Será una noche larga —murmuró Valeria, y él asintió.—Sí, lo será —respondió, acariciándole el rostro con delicadeza—. Pero, antes de que el caos nos alcance mañana, quiero asegurarme de que estés bien.Valeria lo miró, sintiendo una mezcla de gratitud y amor por el hombre que tenía frente a ella. La situación era complicada, llena de peligros y traiciones, pero mientras Daniel estuviera a su lado, tenía la fuerza para enfrentarlo todo.—Estoy bien —dijo, y una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro—. Porque te tengo a ti.Daniel se inclinó y la besó suavemente, sellando ese momento con la promesa de que, pase lo que pase, enfrentarían juntos lo que la vida les
—Sugiero que recordemos que también somos nosotros dos en este drama de novela, te juro que este drama parece más de película y del romance, —susurró, sus labios a pocos centímetros de los de él—. Que esta lucha no solo se trata de ellos, sino de lo que nosotros tenemos.Daniel sonrió, esa sonrisa que siempre conseguía hacer que el mundo a su alrededor se desvaneciera. La rodeó con sus brazos, atrayéndola hacia él.—Tienes razón —dijo, su voz baja y llena de intención—. Esta noche es nuestra.Y con esa promesa, la tensión que los había rodeado se disipó, al menos por unos instantes, mientras se dejaban llevar por la pasión y la intimidad que solo ellos podían compartir. La noche avanzaba, y con cada caricia y cada susurro, Valeria y Daniel reafirmaban que, pasara lo que pasara, lo enfrentarían juntos.La noche se volvía más densa, y la suite del hotel parecía encerrarlos en un mundo propio, donde los problemas con Isabel y Bastián no existían. Daniel tomó a Valeria de la cintura y la
—Lo sé, y lo he estado pensando —confesó—. Vamos a darles lo que quieren, pero a nuestra manera. Isabel se obsesionó con la mansión cuando estuvimos juntos, y aunque terminó todo de la peor manera, es claro que sigue siendo su objetivo. Vamos a usar esa obsesión en nuestra ventaja.Valeria arqueó una ceja, intrigada por la repentina chispa de estrategia en los ojos de Daniel.—¿Y cómo lo haremos? —preguntó, entrelazando sus dedos con los de él.—Ya está decidió que Voy a ofrecerle la mansión, pero con condiciones. Sabemos que Isabel es astuta y buscará cualquier resquicio para obtener más de lo que merece. Sin embargo, si logramos ponerla contra la pared con un acuerdo que no pueda rechazar pero que, a su vez, limite sus acciones, podremos deshacernos de ella y de Bastián al mismo tiempo —explicó Daniel, su tono frío y calculador.Valeria asintió lentamente. Había un peligro evidente en la propuesta, pero también una oportunidad.—¿Qué condiciones piensas ponerle? —inquirió, observand