—Enzo Lombardi —se presentó ante la secretaría, quien parecía haber perdido la capacidad de hablar al verlo.
—¿Señorita? —Había molestia e impaciencia en su voz, deseando arreglar las cosas para Chiara, hablar con Federico Ferrer, sería solo el primer paso, prometió tratarla mejor, no estresarla nuevamente con su mal carácter y mal proceder. Era consciente de la verdadera razón por la cual era cruel con la joven. Aceptar sus sentimientos sería una equivocación, Catalina siendo su esposa y la única mujer amada durante quince años, no se merecía una traición y él no estaba dispuesto a hacerlo.
—Perdone señor Lombardi. El señor Ferrer, no puede recibir visitas, sufrió una recaída después de la visita de su hija el día de ayer, el médico ha prohibido
“Nuestro hijo” Chiara, no podía apartar aquella palabras pronunciadas por Enzo en la clínica ¿Qué había cambiado? Tenía miedo, todo se trataría de una treta para luego hacerle firmar el documento. Él mencionó haberlo destruido ¿Podía confiar en él?—Chiara ¿En qué piensas? —se sonrojo al darse cuenta, estaba ignorando a Dante sin intención.—Perdón Dante, estoy preocupada por mi padre y por él bebe, aunque Filippo asegura que no hay peligro, me siento temerosa, en cuanto a mi padre no he podido comunicarme con él, se niega a atender mi llamada —la mitad de sus palabras eran verdad, no sería capaz de comentar a Dante, las palabras de Enzo, sobre todo porque ellos son buenos amigos.—Dale tiempo para pensar bien las cosas y tu mi pequeña Chiara
Enzo permaneció de pie, sin moverse de su sitio ¿Qué debía hacer? Respetar la voluntad de Federico, significa ocultar la verdad a Chiara, engañarla ¿Por cuánto tiempo? No podía hacerlo, no debía, marcó el número telefónico de su amigo, él podía aconsejarle.—¿Qué pasa Enzo? —escuchó la voz de su amigo al otro lado de la línea, dudó por un momento antes de hablar.—El padre de Chiara a muerto —el silencio se instaló por un largo momento, Enzo, llegó a creer a Dante capaz de cortarle la llamada—¿Qué has hecho? —Enzo no pudo evitar gruñir, no había hecho nada, no había nada que hacer para salvarlo, cuando él llegó Federico ya estaba muriendo, solo no lo sabía.—
Chiara recibió de manos de Dante Lombardi, las cenizas de su padre una Urna funeraria. No pudo evitar el sollozo escapar de su garganta, a esto se había reducido su padre, los sueños y el deseo de brindarle una vida mejor, una enfermedad silenciosa y mortal había terminado con todo a su paso.—Lo siento papá, siento tanto haberte mentido, debí decirte la verdad cuando la pediste, debiste decirme que te faltaba poco tiempo, jamás me habrá separado de tu lado, habría llenado tus últimos días de sonrisas y no soledad en la fría habitación de un hospital —Chiara dejó sus lágrimas correr, necesitaba liberarse de alguna manera de dolor, antes de sucumbir a ella, si no fuera por el pequeño ser en su vientre habría deseado morir junto su padre.—Lo siento mucho Chiara, no hay palabras para aliviar el dolor en tu co
—Cariño quita esa cara, por todo los cielos iré a Roma, no al otro lado de mundo —Catalina sonrió, para disfrazar su tristeza y angustia, había evitado ver a Chiara, estando fuera todo el día anterior y hoy mientras partía no se despidió, aún no era capaz de verle a ojos sin culpa.—Lo sé amor, nunca hemos estado separados tanto tiempo, ni siquiera por negocios, déjame reunirme contigo en Roma, el fin de semana —Enzo, abrió la puerta de su auto ante la falta de respuesta de Catalina, sentía como si estuviera alejándose de él. Era posible, solo fueron ideas suyas, todo el asunto de Chiara y Federico, los sentimientos que embargaba su corazón y parte de ellas iban destinadas a la joven embarazada. —¿Especializados en testamento? —preguntó. —¿Qué sucede Dante? —el mencionado se encogió de hombros. Incapaz de responder, tenía la misma duda.—Lo mismo deseo saber. Catalina no habría recurrido a alguien ajeno en caso de ser un tema delicado, tengo su testamento en mi poder, ambos sabemos si ella ha hecho uno nuevo, el antiguo pierde validez.—Es algo que me tiene sin cuidado Dante, Catalina puede heredar su fortuna a quien ella desee, en todo caso yo solo soy su marido, tengo dinero propio gracias a mi trabajo, me case por amor no por interés —espetó molesto mal interpretando las palabras de su mejor amigo.—No he querido ofenderte Enzo ¡por Dio! Estoy preocupado y es lógico que toque el tema de esta manera, se bien que están casados por bienes separados. Fuiste tú quien lo soCERCANOS
—Viajaré el fin de semana cariño, Chiara vendrá conmigo. No hay necesidad de esconderte cariño, ella no te culpa por lo ocurrido, ha estado preocupada por tu ausencia —Enzo estaba deseando llegara el viernes, para viajar a Roma, se reuniría con Catalina y Chiara, saldrían de compras y se olvidaría de todo lo demás.—“Cariño, no es necesario, volveré a Roma en una semana más” —la voz de Catalina en el altavoz se hizo escuchar. Enzo se preparaba para un nuevo día de trabajo.—Viajaremos a Roma, no quiero negativas Catalina —su tono fue demasiado brusco por lo que dijo. —Disculpa cariño, pero necesito verte —su
—¿Estás lista? —Enzo preguntó. Chiara, tenía el bolso de viaje en la mano, no necesitaba más, sería una estancia corta en Roma. Él debía volver el domingo a Génova, por trabajo y Catalina viajaría a Milán con sus amigos.—Tengo todo lo necesario, estoy nerviosa, nunca he subido a un avión —admitió la joven sonrojándose, por no decir, nunca había salido de Génova.—No te pongas nerviosa, le hará daño al bebé, piensa es como ir en auto, la única diferencia es al momento de despegar; pero no te preocupes por ello, estaré a tu lado, tendrás mi manos sosteniendo la tuya con segurid
Los minutos fueron convirtiéndose en horas, las horas en días. Nadie podía dar razones del accidente, el cuerpo de rescate, simplemente no pudieron dar con el avión. Enzo se negó a dejar Roma, hasta tener noticias, sin embargo no había rastro de la aeronave, ni siquiera sabían dónde había caído, simplemente desapareció del radar y fue como si el mar se lo hubiese tragado.Enzo se negaba a la cruel realidad, se negaba a perder a su esposa de aquella manera, sin un adiós, había sido un hasta pronto se recordó, sin poder evitarlo dejó de ser valiente y lloro, lloro tanto como fue posible, el dolor que embargaba su corazón era demasiado hasta el punto casi de olvidarse de la joven embarazada a su lado.Chiara con el corazón destrozado se acercó a él, podía entender su dolor, ella sufría una dobl