*Dianora* Siempre había tenido que ser muy fuerte, prácticamente desde que mi madre murió. Mi padre fue un mal esposo y un mal progenitor, ausente para ambas, a ella solía robarle su sueldo y apostarlo en negocios ilegales, nos dejó deudas y no era la primera vez que habíamos tenido que pagar a mafiosos. Pero la cantidad más grande sucedió cuando fui vendida a un prostíbulo por él sin esperarlo, jamás hubiese esperado aquello por parte de alguien con mi misma sangre y eso me demostró que ese detalle realmente no significaba absolutamente nada para él. Y cuando Matteo me compró y me obligó a casarme con él... pensé que había pasado de un abusador a otro por meses, pero después me di cuenta de que no fue así y lo amé, como nunca había amado a nadie. ¿ Estaba pensando con racionalidad ? ¿ O estaba solamente confundida como me había pasado toda mi vida? En esos duros momentos me sentía destrozada y muy enfadada conmigo misma, sentía una enorme culpabilidad y principalmente era porque yo
*Matteo*Llegar a la villa fue llegar a un hogar frío en el que no me hubiese sentido parte de él si no hubiese sido por la continua compañía de Adriano. Alejado de Dianora era como si ya no me sintiese parte de ese mundo nunca más, cuando no era así…_Señor Matteo…Nada más entrar junto a Adriano, Margaritta había salido de la cocina y prácticamente se lanzó a mis brazos. Ella siempre amó a Piero, y fue entonces con su abrazo cuando sentí las lágrimas de esa buena mujer sobre mi jersey gris._Margaritta solo dejé su trabajo, y dígale al resto de empleados que también los hagan, en tan solo unas horas debemos asistir al funeral._Pero vendrá cansado del viaje. ¿ No quiere que le prepare algo rápido para comer?_No, no tengo hambre.Y seguidamente me despedí de ellos y subí a la segunda planta hacia mi cuarto.Apenas pude dormir porque no paraba de pensar en lo sucedido y lo mucho que extrañaría a Piero en el futuro.Aquella tarde nos dirigimos todos los empleados, mis hombres y yo al p
*Dianora* Los momentos estupendos y celestiales en todos los sentidos que había vivido el tiempo que Matteo había estado junto a mí en Milán, habían sido al mismo tiempo dañinos, como si a un bebé se le da un chupete o caramelo y de repente se le arrebata sin más. Yo había pensado de verdad que estaríamos juntos y viviríamos por un tiempo en Milán, quizás no para siempre, pero si durante una larga temporada como una gran familia. Aquella ciudad fría que al principio no me había gustado me había llenado más de lo que imaginé, había conseguido realizarme profesionalmente mejor que en Nápoles, hacer amistades con compañeros de trabajo como mi jefa Rose, y sentirme segura por primera vez en mi vida en mi hogar. Yo nunca había experimentado eso y me había dado cuenta de que, en realidad, en Nápoles lo que más había experimentado era dolor, y no quería volver allí para experimentar de nuevo esa sensación al recordar muchísimos malos momentos. Yo entendí después de la muerte de Piero que M
*Dianora*No fue fácil darme cuenta de que su distanciamiento ya no se trataba de un fin de semana, ni tampoco de una semana si no que más tiempo pasaría hasta que volviésemos a encontrarnos._Matteo por favor, solo necesito verte…Alessandro lloraba, a veces creía que también lo extrañaba, era de noche y había cogido algo de frio, yo olvide poner el aire. Me encontraba tan mal, devastada emocionalmente, que no estaba al cien por cien como madre, y me sentía desquiciada._Te he dicho que no puedo amor… esto me duele más a mí que a ti._ ¡Matteo para!_ Dije fuera de mí. _Tú no sabes lo que es estar sola en una ciudad, sin nadie … solo tú con un bebé._Dianora, mi amor, por favor, tienes que escucharme y tranquilizarme._ ¡No tengo que tranquilizarme! ¿Por qué volviste Matteo?_ ¿Cómo? ¿A qué te refieres Dianora?_ ¿Por qué volviste a enamorarme si ahora te has alejado de mí?*Matteo*Ella estaba enfadada, triste, decepcionada conmigo y era… completamente comprensible. Yo supe cuando la
*Matteo* Ella ni siquiera preguntó porqué había elegido Polonia para vernos, realmente yo ni siquiera lo sabía, simplemente pensé en un destino cercano a Italia y seguro, en el que ella y yo no fuésemos nadie, solo dos extranjeros que venían a conocer el país. Aunque realmente no hicimos una gran visita de la ciudad de Cracovia, aquel encuentro sirvió especialmente para eso… para reencontrarnos, hablar en persona y amarnos intensamente de nuevo. Mi vuelo partió antes desde el aeropuerto de Nápoles, por lo que esperé a que ella aterrizase, y cuando ella salió, vi de nuevo a esa preciosa mujer, no muy alta, delgada y con una figura perfecta, y la cara mas hermosa que había visto en mi vida. Su mirada de otoño se encontró con mi mirada azul, y fue cuando sonrió, y corrió hasta lanzarse a mis brazos. _Pequeña. _Dije en un susurro. Fue entonces cuando nuestras respiraciones se aceleraron al unirnos. La noté en mis brazos más delgada, estaba claro que había a delgado, me costó soltarla,
* Matteo*Me desperté cuando el cielo aún estaba algo oscuro, había llovido toda la noche, una enorme tormenta, y parecíamos destinados realmente a tener aquellos encuentros llenos de pasión y amor cuando había aquellos desastres naturales. Durante horas no había parado de llover con fuerza y podían escucharse las gotas contra la ventana. Por fin había cesado, pero me di cuenta de que unos pequeños milímetros de la ventana estaban abiertos y el cristal no cerraba por completa el hueco, por lo que un frío gélido había entrado.Yo me levanté con cuidado para cerrar del todo el ventanal y entonces observé como se habían creado enormes charcos, la tormenta había sido devastadora igual que nuestro encuentro sexual en el que habían saltado verdaderos fuegos artificiales._Vuelve a la cama. _ Dianora se había despertado, me giré y su preciosa mirada cálida que contenía el otoño choco con la mía._Sí pequeña, solo me levanté a cerrar la ventana, hacía frío._Yo tengo frío así que vuelve y abr
* Matteo*Y después de varios días, que pasaron rápido, demasiado y sin darme cuenta, recibí noticias de alguien. Antonella me llamó, supongo que tenía mi teléfono por Piero, y ella me dijo de vernos, se notaba afectada por la voz, estaba sufriendo y yo estaba dispuesto a consolarla, porque yo también llevaba ese sufrimiento en mi interior.Quedamos en una zona que envolvía a la preciosa ciudad, con vistas maravillosas al mar que ese día parecía demasiado violento, y las olas incluso amenazaban con acceder a ese precioso paseo.Yo me senté en el punto en el que habíamos quedado, justo al lado del castillo enfrente del mar donde miles de turistas llegaban en la estación de verano, pero que en esa tarde de invierno se sentía demasiado tranquilo.De repente observé a Antonella a lo lejos, a varios metros, ella era una mujer sencilla pero guapísima al mismo tiempo… desde que Dianora estaba tan lejos de mí yo me sentía solo, echaba de menos sentir a una mujer y ella… se veía tan linda. Pe
*Matteo*Yo ya había sido informado por mis hombres de que había un pequeño grupo en Scampia, que tenían conexión con la mafia de Sicilia y había rumores de que querían coger el poder principal en Nápoles. Estaba seguro de que eran ellos los que habían tenido algo que ver con el asesinato de Piero y por fin el propietario de un pequeño restaurante habló._Él descubrió a un chico de ese grupo de Scampia, joven, de veinte pocos años, un mandado seguramente al que pidieron que asesinase a Piero._¿Pero por qué a Piero?_Yo tampoco lo entiendo, supongo que pensaron que sería un golpe duro para ti y toda la mafia.Y así lo había sido, pero no lo entendía, ¿ Por qué matar a Piero y llevar meses sin atreverse a atacarnos? Aquello no me parecía que tuviese ningún sentido._Solo asegúrate que fuese ese chico y que ese maldito grupo este detrás de su muerte.No tardaron más de varios días en estar completamente seguro de ellos, y yo no comprendía porque un grupo pequeño, sin demasiado capital