*Antonella *El estudio que había alquilado estaba muy cerca de la universidad, y el vivía también muy cerca mío, a solo varias calles. Después de menos de veinte minutos andando, llegamos bajo el edificio en el que vivía. Todo estaba tranquilo, demasiado, estando solo el y yo en la calle. Llevábamos minutos sin hablar, en mi caso porque estaba cansada de un día largo de universidad y trabajo en el restaurante, y el alcohol se me había subido también algo a la cabeza.Entonces el me miro y rompió el silencio de repente. Yo supuse que era para simplemente despedirse, pero no fue así._Sabes una cosa que no te he dicho._ ¿Qué?_En realidad, me gusta Berlín mucho más desde que estas tu.Me quedé sorprendida completamente y una sonrisa natural salió en mi cara, no me esperaba esas palabras._ ¿Y eso por qué?_No lo sé… pero desde que te conozco me siento mas feliz.Escuchar aquello me dio bastante vergüenza, nos encontrábamos los dos solos, bajo las estrellas, en esa calle oscura, y no e
*Antonella * Todo iba demasiado bien, y pensé que realmente la vida me había dado una nueva oportunidad en Alemania, había hecho amigos, la universidad era interesante y había iniciado algo con Angelo, que cada día me gusta mas y mas a un punto de no retorno. Incluso mi madre parecía haber empezado a adaptarse, se había apuntado a clases de alemán y había conocido a varias vecinas de Italia que Vivian en nuestra misma calle. Pero la realidad era muy distinta y algo que jamás hubiese esperado vino hacia mí. Comencé a sentir mal, cansada y mareada, y cuando tuve nauseas decidí ir a la farmacia sin decirle nada a nadie para comprar aquella prueba, recuerdo que la mirada de la chica joven alemana que me vendió el producto me hizo sentir juzgada, aunque seguramente era yo misma la que me estaba juzgando mas que nadie… Lo hice en el baño de la universidad, con miedo, y enseguida las dos rayas rojas anunciando un resultado positivo aparecieron. Me sentí estúpida y creí que tenia la peor su
*Dianora* Me encantaba Venecia, y después de un mes no tuve ninguna duda en que la decisión de salir corriendo de Milán para instalarnos allí temporalmente había sido acertada. Allí me sentía libre, mi abuela se ocupaba de Alessandro y yo podía teletrabajar tranquilamente, además empecé a sentirme tan tranquila que mi concentración en el trabajo mejoró y comencé a ser tan productiva que incluso Rose me felicitó. _¿Entonces te gusta Venecia?_ Dijimos que nos llamaríamos cada noche, pero ninguna de las dos había tenido suficiente tiempo, yo por todo el ajetreo del piso, ya que compre sábanas, toallas, y algunos muebles más y electrodomésticos porque no sabía cuánto tiempo estaría en él, y Rose seguía estando a tope como jefa de la inmobiliaria, teniendo muchísima responsabilidad. _Sí, la verdad, aquí me siento a salvo y tranquila. Pensé que sería más duro para mí, pero está yendo mejor de lo que esperaba. _Venecia es precioso. _Además, tengo que agradarte que me facilitarás tanto to
*Dianora*Pensé que solamente sería una noche, con pasión y locura, y que no volvería a suceder aquello, pero Stefano me llamó y no pude negarme, me gustaba y bastante, y pensé que habría de malo en dejarme llevar por mis deseos el tiempo que estuviese en Venecia.Me gustaba engañarme y pensar que yo había cambiado, y que ya no era una mujer inocente y podía separar entre el sexo y el amor, cuando jamás lo había hecho y sin darme cuenta conseguí que aquel hombre se enamorase de mi… y yo de el sin esperarlo, m*****a sea, yo solamente quería ser una mujer de una noche, pero no conseguía serlo.Habíamos ido a pasear en góndola, era muy tarde y sabia que mi abuela ya estaría dormida con Alessandro. Yo le había estado mintiendo, inventando que había hecho una nueva amiga cuando en realidad había empezado algo sentimental que tenia una fecha de caducidad que sabia que llegaría.Acabamos de nuevo en su casa como era habitual, el había intentado hacer preguntas sobre mi pasado que yo había des
*Antonella*Había decidido no decir nada a nadie, pero llevar aquel secreto dentro de mí y no poder compartirlo con ninguna persona empezaba a destruirme poco a poco por dentro._ ¿Te sientes bien? _ me preguntó Stella.Acabábamos de acabar el mismo turno en el restaurante y había sido muy lenta, me sentía cansada, prácticamente agotada y con ganas de vomitar y no sabía durante cuánto tiempo podría fingir aquel malestar._Si… _ dije mintiendo. _ ¿Por qué?_Pareces muy cansada._Sí, últimamente no he dormido bien._Te invito a tomar un café, vamos a la cafetería de la esquina, aún es pronto y está abierta._Okay… _ por lo menos estar con una amiga me distraería un poco.Había confiado rápido en Stella, había llegado a Berlín sin conocer absolutamente a nadie, y conocer a Angelo y luego a ella había sido una enorme suerte. Aunque Angelo y yo llevábamos días sin coincidir ni en la universidad ni en el restaurante, y sentía que se había alejado y que algo había cambiado entre nosotros.Cam
*Dianora* Rose me llamó muy tarde, yo ya estaba en la cama y todos en la casa dormíamos. Miré el teléfono antes de cogerlo, que ella me llamase a aquellas horas era muy extraño, algo había sucedido, eran más de las once y media de la noche. _¿Rose, estás bien, sucede algo?_Pregunté preocupada. Le costó hablar, solamente escuché por varios segundos su llanto a la otra parte de la línea. Yo me levanté, Alessandro seguía durmiendo en la cuna plácidamente, salí de la habitación despacio y la cerré, sentándome sobre el sofá nerviosa. _¿Qué te sucede por favor, paso algo malo? Ella respiró varias veces profundamente. _Matteo mandó a uno de sus hombres y me asustó. _¿Cómo?_Dije gritando fuera de mí. _Sí, creía que era un cliente que quería ver el apartamento que te dejó Piero, pero una vez dentro me amenazó. Me dijo que me mataría si no le decía dónde te encontrabas. _Malditos bastardos… _dije con odio. _Me cogió del cuello, yo conseguí soltarme, acabamos en el suelo forcejeando y é
*Dianora * Él separó algo más mis piernas con sus brazos fuertes y me hizo suya con más fuerza y yo grité. _Quizás podría ir a visitarte algún día… a dónde quiera que estés. Yo no contesté, era mejor así, sabía que lo que me ofrecía era cierto, el estaba enamorado de mí, ya no tenía ninguna duda de eso. Puso sus labios en ese momento en mi cuello y me beso, dios mío, yo también lo extrañaría, pero estaba confundida, aunque sentía una fuerte conexión con él, no estaba preparada para comprometerme y, además, lo nuestra era imposible. Yo me había convertido en una auténtica fugitiva, huyendo de la crueldad de mi ex esposo y padre de mi hijo, esa misma noche me iría a otro destino … y después a otro completamente distinto. Rose me había recomendado que hiciese eso, Matteo tenía contactos y si no los tenía fuera de Italia del sur me perseguiría como había hecho hasta Venecia. “Lo mejor es que lo despistes, solo quédate dos o tres semanas, y luego márchate a otro lugar por más tiempo”
*Dianora * _Es una historia triste no voy a engañarte. _Eso no es todo Stefano. _ justo empezaría lo peor. _Descubrí que de nuestro encuentro en Polonia yo había quedado embarazada, y también descubrí que Matteo me había sido infiel con otra mujer. En ese instante Stefano había quedado totalmente colapsado. _Esa mujer era la hermana de Piero, me había sido infiel con ella, de ahí su indiferencia. Yo estaba tan mal que supongo que eso fue lo que hizo que perdiese él bebe. Fue después de eso que comencé a llorar sin poder parar, todo aquello era tan doloroso, sobre todo lo del bebe. _Dianora ven aquí… Dijo en un susurro, y me tiro hacia su pecho y me abrazo. _Siento tanto que hayas pasado por esto…_dijo con sinceridad también triste después de haber escuchado toda aquella dolorosa verdad. _Llora todo lo que necesites, necesitas llorar todo ese dolor y desprenderte de esos sentimientos negativos. Y entonces yo hice eso, llore en su pecho durante varios minutos, no sabría cuántos