Aunque no me quedé sentada aburrida porque él se encargó de bailar conmigo y debo admitir que lo hace muy bien.

—Esto no estaba en el acuerdo— Le reclamé cuando bebí mi tercer trago de tequila

Él ríe fuerte —De verdad creíste que dejaría a mi esposa salir sola ¡Qué ingenua, Dani!

—Eres insoportable, David.

—No soporto que toquen lo mío—Me advierte mientras toma mi cintura y une sus labios a los míos en un beso suave

Lo empujaría, pero el alcohol ya surtió efecto en mi sistema y no logró mantenerme en pie debido a los mareos repetidos que siento.

Me siento enfadada porque él bebió la misma cantidad que yo y está fresco como una lechuga.

—¿No comenzarás a llorar como la última vez? ¿Verdad?

—No, pero si yo te conté mi vida ebria deberías seguir bebiendo quizás tenga suerte contigo

—No, chiquita, yo si sé controlarme

—¿Y Elena?

Él ríe —Eres una gran amiga, Lena desapareció hace dos horas y recién la recuerdas. La última vez que la vi estaba a los besos con Gustavo.

—Es evidente que