Hace más de dos semanas que me mudé a la mansión, la debilidad de Regina ha mejorado y los doctores nos explicaron que no se debe a su enfermedad, sino que es otro el motivo.

Sin embargo, aún no nos han dado un diagnóstico lo cual nos preocupa muchísimo.

Durante esté tiempo he ignorado a David todo lo que he podido, pero es muy complicado.

—Es muy terca, demasiado.—Me comenta Hugo refiriéndose a Regina—No quiere escucharme

—Hay soluciones, guapo, existen otros métodos —Lleve mis manos a su mejilla acariciando su rostro para intentar consolarlo.

Lo que ocurre es que durante la cena Regina planteó la posibilidad de tener un hijo y Hugo se negó por ello discutieron muy fuerte y ella lo acusó de ser un egoísta.

Mamá está hablando con Regina y yo me estoy encargando de Hugo.

—Yo deseo tener un hijo, pero ya sabes lo que podría pasar.

—¡Lo sé y no le prestes atención a esa terca porque tú tienes razón! ¡No eres ningún egoísta!.

—Tal vez si lo soy porque deseo tener un hijo. Tú sabes que sie