—Un tramposo, llamando a otra tramposa — sonríe Victoria contenida — No hay trampas esta vez. Estoy adaptándome a los caprichos de mi hijo mayor.La imagen que tenía de Victoria era bien definida, una señora inflexible y que sólo velaba por su propio beneficio. Lo cual me hace sospechar algo.—¿Lore
Narrado por Lorenzo LewisLas explicaciones que son obvias mentiras no me sientan bien. Nada bien, pero en esas está Mauro. Está tratando de convencerme de las ventajas que tendría el que él sea mi suegro, pero se le escapa un detalle en su acto.—¿No estás hablando más de la cuenta para tu herida?
—Te equivocas, ya no es un imposible — aseguro.Ella me sonríe un poco, con malicia.—Ya lo veremos en un par de años, cuando te dé un hijo y se aburra de ti, esa chica es una salvaje que no puede quedarse quieta en un país. Serás la burla de nuestro círculo social de los cuernos que te montará. Ya
Narrado por Jesús Alcalá Desde que supe que la madre de Emma había ido con sus propios pies a Mauro, perdí la fe en ella. Fue lo que pude comprobar al verla en ese auditorio rodeada del equipo de su esposo, feliz de cumplir con su papel. Emma quería salvarla, pero ¿salvarla de qué? ¿De ella misma?
Y lo sentimos.Al no tener ninguno cinturón de seguridad, nuestros cuerpos salen despedidos en dirección al vuelco del auto. El impacto duele como la m****a. También duele como la m****a, los sitios en los que mi cuerpo amortiguó el golpe. Los huesos de mis brazos arden como el infierno.La boca me
Bajo una sospecha que espero sea eso, una sospecha de que a Jesús se lo llevaron cómplices de Mauro, allá fueron detrás de esa patrulla mi papá, Loren y su equipo de seguridad. O bueno, la mayoría de ellos se fueron con estos, porque me quedé con dos que están a mi espalda.Por los momentos estoy ag
—¿Con quién? — cuestiona curiosa Isabel.Voy a responderle lo que me dice, pero la madre de Emma está al frente de nosotras, su rostro de desaprobación es inmenso.—¿Estás feliz de haberlo logrado, Sara? — me pregunta esta señora, me ve con desprecio y lo mismo a Isabel — Romper con el compromiso de
—Con la última gracia podemos pedir de 20 a 30 años — medita Luciano — Los intentos de asesinato, fueron un lindo añadido. Leonel se lució obteniendo esas confesiones.—¿Intentos de asesinato? ¿A quién? ¿A él mismo? — pregunto confundida — ¿Qué hizo mi papá?—¿Todavía no te han avisado? Lorenzo qued