Ellie.Como si estuviera en la palma de mi mano, era capaz de controlar todo mi universo. Los sentimientos de todos los demás parecían tan obvios para mí y en mi pequeño mundo donde era todo fácil con una simple sonrisa creyendo que lo podía todo. Pero entraste a mi mundo y rompiste con todo lo que conocía.Un mundo lleno de mentiras, desengaños y heridas fue reemplazado por un mundo de azúcar y caramelo que pudo endulzarme la vida.Tú eres algo diferente, completamente diferente a los otros, que cada vez me sigues sorprendiendo más. Por tus ojos y por tu forma de hablar, parece que perteneces a otro mundo. Ya nada interesa, después de conocerte, solo quiero pertenecer a tu mundo cueste lo que me cueste.Mi corazón te quiere.Solo un poquito, tengo curiosidad sobre tu existencia. Solo un poquito, tengo curiosidad sobre ti.Tú derrumbas mi mundo, derribaste mi universo. Me miraste a los ojos como si nada, me miraste y temblé por completo. Lo hiciste como si no significara nada, ¿Por
Ellie.—Entonces lo que quieres es que yo te ceda las acciones de Vicenzo y tú no le revelarás a todo el mundo que nuestro matrimonio es una farsa...Solo que hay algo que no termino de entender... ¿Qué puede verificar que ese contrato es real y no una farsa que creaste para obtener un beneficio propio? Y según tú, cómo sabes que nuestro matrimonio es falso basándose en este pedazo de papel, recuerda que al final del día los únicos que conocemos la verdad absoluta somos nosotros dos —Espeté.—Ellie, estoy casi segura al cien por ciento que la mayoría de nosotros jamás entendió a la perfección cómo fue que tu relación con Vicenzo nació, nadie entiende como se supone que fueron una pareja amorosa por cinco años cuando él nunca dio un indicio de estar en una relación o por lo menos, se atrevió a presentarte a tu familia. La excusa que siempre acostumbraron a usar en cuanto apareciste en la vida de cada una de las personas que eran algo importante para Vicenzo, fue que te encontrabas estud
Vicenzo.Enfrentar la realidad a veces es más difícil que cargar con cientos de mentiras. Nunca he sido un hombre de engaños, nunca en toda mi vida lo vi necesario ya que prefiero ser un hombre honesto, y creo que mi transparente alma ha sido mi mayor enemiga a fin de cuentas. La vida me ha golpeado con fuerza por nunca pensar lo peor de los demás, y en cuanto decido alterar un poco la verdad para hacer algo bueno, todo parece estar en mi contra.De lo que sí estoy seguro es que no voy a perder a Ellie por nada del mundo, y que ambos estamos de acuerdo en eso.—¿Qué? —Mi madre se puso de pie, mostrándose consternada por la noticia—Perdona, hijo mío, no comprendo lo que acabas de decir.Parece una broma, solo que no lo es.Ellie, por su parte, bajó la cabeza, incapaz de mirar a alguno de los presentes. Por supuesto que entiendo por lo que está pasando por este momento.—Vicenzo, creo que...—Mi padre estuvo por decir algo, pero, se quedó en silencio—Creo que es un asunto privado que so
Ellie.—¿Qué estás haciendo? —Le pregunté, acostada boca abajo. Reí entre dientes al mismo tiempo que mis ojos estaban fijos en los bocetos que se encontraban en la cama. Vicenzo había estado en la sala revisando algo en su computadora, hasta que regresó a la habitación.—No estoy haciendo absolutamente nada —seguro él está sonriendo, mientras besaba la parte posterior de mis muslos descubiertos gracias a la vestimenta que estaba usando.—Cariño, en serio necesito terminar de estudiar todo esto —mencioné, moviendo mi cuerpo buscando alejarlo. No quería que interrumpiera mi trabajo.—No es necesario que estudies tanto, ya lo sabes casi todo —sus besos llegaron hasta los pequeños shorts que apenas cubrían mi trasero. Él posó su rostro allí, así que comencé a reír con fuerza.—Vicenzo, por favor, en verdad necesito estudiar todo esto —le pedí trazando un par de líneas con ayuda de un bolígrafo negro.—¿Cuánto demorará? —Interrogó, apoyando su cabeza en mi trasero como si se tratara de un
Vicenzo.Hay varias cosas en las que no he podido dejar de pensar ni por un momento.Me preguntaba a mí mismo cómo fue que Valentina ingresó a nuestro apartamento aquella noche, cuando se suponía que este poseía una enorme seguridad de primera, y entonces, Ellie me explicó que ella había mencionado que nos espiaba cuando abríamos la puerta y luego memorizó la clave a la perfección. Sin duda, es una mujer que está dispuesta a hacer lo que sea necesario para obtener todo lo que desea, sin importar la gravedad de sus actos. Y eso, ,claro que la convierte en una criminal.Me acomodé la camisa en frente del espejo, a pesar que las manos me temblaran, tenía que prepararme para el momento que estábamos por vivir. Iríamos a la comisaría, y Ellie salió a la farmacia a comprar una de las medicinas que se me terminó y que necesito para mi adecuada recuperación. Escuché la puerta del departamento abrirse, y un par de tacones caminando apresuradamente.—¡Vicenzo! —La dulce voz de Ellie inundó mis
Ellie.Enfrenta el pasado con valentía si no quieres enfrentar la realidad con cobardía.No le temas a tu vida pasada, nunca temas a recordar los errores cometidos porque de ellos has aprendido.No temas, nunca, a volver a mirar hacia atrás.—¿Estás segura que James vendrá en media hora? —Vicenzo me preguntó. Esta noche, y al igual que siempre, continuaba viéndose muy atractivo. —James dijo que vendría a las ocho y media en punto, puedo asegurarte que ese hombre es muy puntual y es alguien de palabra —sonreí—¿Hablaste con tu madre? La visita de James no me agradaba del todo y no se trataba de él en sí, sino de lo que su compañía puede significar para mi familia. —Mi madre sigue igual que siempre, aun así, creo que se siente más feliz que antes en cuanto le contamos la verdad sobre nuestra relación. A ella le agradas mucho, y el que seamos honestos con ella, la pone bastante contenta.La señora Vittoria es un regalo del cielo, de eso estoy segura. —Debo admitir que todo salió mejor
Vicenzo.La vida nos golpea, usando nuestras debilidades a su favor, aun cuando estas nunca nos han hecho ningún bien.Acaricié la espalda de Ellie mientras ella lloraba desconsoladamente en mi regazo.James es un hombre muy bueno, con un gran corazón y alguien muy transparente, tal como Ellie me dijo en algún momento, y eso quedó demostrado en cuanto nos habló con honestidad respecto a lo que él sabía. James apenas se había ido de nuestro apartamento hace menos de quince minutos, luego de contarnos lo que estaba sucediendo con la señora Lisa Stewart. Al parecer la mujer se encuentra muy enferma, los médicos le detectaron un cáncer de páncreas que está en una etapa bastante avanzada. Le han dicho que no importa el dinero que invierta en el tratamiento o todos los esfuerzos que haga para recuperar su salud, ella ya no tiene una segunda oportunidad. Le quedan muy pocos meses de vida. Su situación es muy compleja, aun sintiendo desde mi lado humano, puedo decir que no siento misericordia
Ellie.Miré las estrellas mientras estaba recostada en una cobija en la terraza y las lágrimas rodaban por mis mejillas.La vida es injusta para mí, siempre lo ha sido.Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que sentí a la soledad como mi único refugio. Ha pasado un tiempo desde que no me he sentido realmente mal como en este momento, ahora mismo no sé cómo debo reaccionar y mucho menos sé qué debería hacer para tratar de solucionarlo todo y me es inevitable no recordar varias cosas que tuve que vivir con mi madre, tanto buenas como malas.Y el enterarme de la enfermedad de mi madre, uno de los secretos más grandes de mi familia comenzó a carcomerme. Han pasado diez años y todavía sigo pensando en ella como si fuese ayer.—Ellie, cuando crezcas, no quiero que te conviertas en una mujer que no es capaz de buscar su propia felicidad. Y asegúrate de casarte con un hombre que en serio valga la pena —señaló mientras servía el almuerzo. Rodé los ojos, sabiendo que he tenido que escuchar