Capítulo V
Entre lobos.
– Wow, sabes hablar, al parecer muy bien. Veamos si puedes demostrar lo mismo en un juicio. Ahora solo tenemos dos. Puedes elegir cualquiera de los dos, y sabremos si eres un Bech de verdad, aunque en ese caso terminaras loco, como tu padre. Dijo la Morena mientras que volvía a sonreír tratando de disimular un poco que las palabras de Norman le causaron un impacto muy fuerte.
– No hay ningún problema. Además hagamos esto mucho más divertido, ¿eres una de las socias de la firma? – La cuestiono Norman.
– Sí, y eso ¿Qué?
– Pues hagamos algo, entre los dos casos que hay, usted elige uno, y me lo dará a mí, si logro resolver el caso con una victoria, todas sus acciones pasaran a ser mías, todo firmado de una forma positiva y además con testigos.
– ¿Qué? Eres un idiota, eso no lo voy a hacer.
– Entonces no me llames espantapájaros de hombre, si no puedes saber aquello de lo que soy capaz. Además no tengo miedo de nada, a excepción de una chica como usted que al primer indicio de peligro lo que hace es huir como una pequeña perrita asustada. Si no puede enfrentarse a un lobo, no lo rete porque su resultado no le puede gustar. – Le dijo Norman mientras sonreía. Esto hizo que todos se quedaran callados de una forma muy aterradora. Incluso Oliver tuvo miedo en ese momento.
– Bien, no hables mucho, mejor hagamos una apuesta más grande y riesgosa. – Dijo Oliver para salvar su orgullo –. Toma un caso, y yo tomaré otro, o no… mejor yo tomare ambos casos uno para ti y otro para mí, el que logré resolver su caso de forma satisfactoria y en el menor tiempo posible será el ganador, ahora bien, las cosas no serán tan sencillas, si yo gano, tu no ejercerás la abogacía de nuevo en tu vida, mientras que si tú ganas, te daré el total de mis acciones de la firma de abogados, no te parece un trato justo.
– Oigan. ¡Todos basta! Norman entró como mi aprendiz y eso será hasta que sea bueno en esto, además dejen de hacer ridículas apuestas, después suceden cosas y terminan arrepintiéndose de lo que ha sucedido. Así que mejor quédense tranquilos.
– No lo defiendas Michelle, déjalo que haga lo que dice Oliver, creo que su apellido le ha dado más valor del que cree tener, además es una de las condiciones que yo propongo para aceptarlo. – Dijo el hombre que había hablado desde un principio.
– Si creo lo mismo, además esto lo podemos hacer de forma democrática, creo que todos tenemos derecho a votar. – Añadió la morena.
– Será algo muy divertido todo esto, espero que se pueda ver algo de entretenimiento en estos días, ya que las cosa han estado cada vez más calmadas, además es guapo si puede demostrar su valía será un gran activo para la empresa, les recomiendo el caso Rockked, será muy bueno para él. – Dijo una de las chicas al lado del hombre.
– Vamos por favor. – Intervino Michelle, ella sabía que la mitad de las acciones no le pertenecían por lo tanto si todos querían ver al joven en acción lo iban a conseguir, además ni siquiera ella sabía si de verdad estaba frente a un joven Bech, él se había presentado de esa manera, pero ella todavía no había confirmado sus credenciales, por lo que aún no estaba segura que fuera él, sin embargo aún le quedaban algunas fichas sobre la mesa, entre ellas era el Señor Argust, él tenía una parte de la empresa, y junto con ella, tenían alrededor del 51% de las acciones, pero el señor Argust no se encontraba en ese momento por lo que cualquier reunión que se pudiera celebrar quedaría invalidada. Pero lo que ella no esperaba era que el señor Argust estuviera presente.
Salió de entre algunos de los que estaban en la puerta observando las cosas, pasó y se sentó en la silla que se encontraba justo al lado de Michelle, todos estaban sentado por el orden de las acciones;
– Primero, un placer joven. Eres el hijo de Bech, lo puedo decir con seguridad por tu mirada, y porque veo que eres un auténtico lobo, incluso mucho mejor que tu padre, es una lástima que no hayas terminado tu carrera de medicina, tenías mucho más futuro en esa área. Mi nombre es Argust, pero todo el mundo me conoce como el Señor Argust, he trabajado en esta empresa desde que tu padre nos dejó, a mí me dejo una parte de las acciones que le termino comprando a los padres de la señorita Michelle, y del señor Oliver, era un buen hombre, el día de hoy yo soy quien soy gracias a él. Pero creo que deberíamos de ponerte a prueba, quiero comprobar que eres tan bueno como dicen en la universidad, incluso circulan algunos rumores.
– ¿Qué rumores? – Dijo enseguida la señorita morena que había guiñado un ojo.
– Oh, me temo que casi nadie se ha presentado, bueno hagamos algo, primero pongamos la carta sobre la mesa, quien vota a favor de que este joven haga la apuesta con el señor Oliver. – Dijo el Señor Argust.
– Pero… Señor Argust – Intervino de nuevo Michelle, no contaba que él estuviera de acuerdo con todo eso – Norman esta apenas llegando a la empresa, además, admito que no he confirmado sus credenciales, no podemos saber si de verdad es hijo del señor Bech, yo quería confirmar todo antes, pero las personas nunca me han dejado tomar las decisiones correctas desde que llegué a la empresa.
– Oh mi niña, lo siento, pero creo que en este caso es lo mejor, no sabemos si es un hijo de un Bech hasta que lo demuestre en los tribunales, por otro lado, es importante que seas más firmes y creas más en ti, acabas de actuar como una niña ahora que las cosas se han salido de control. De tú control. – Le dijo el Señor Argust con una sonrisa en su rostro.
Esto hizo que todos los demás se rieran un poco, pero todos le tenían respeto al señor Argust, por lo que a ninguno se le ocurriría burlarse de Michelle en su presencia, porque podría terminar muy mal parado. Michelle no hizo ningún comentario y lo único que hizo fue sonrojarse un poco, mientras que el joven Norman estaba por un lado mucho más tranquilo, pero por otro más nervioso, era obvio para él que el Señor Argust tenía más información que el resto, pero la curiosidad por saber que era aquello a lo cual se refería cuando decía que los rumores podrían ser ciertos. Además que Norman se acordara al dejar la universidad no dejo ningún rumor.
– Bien a pesar de que hacen falta dos personas, el resto de los accionistas estamos, le pido a los empleados particulares que se retiren por favor. – Dijo el Señor Argust, nadie dudo en hacerle caso por un segundo enseguida en el lugar quedaron tan solo 8 personas.
– Bien, vuelvo a preguntar. ¿Quién está de acuerdo con que el señor Bech sea valorado de forma práctica mediante un juicio? – Dijo el Señor Argust de nuevo.
Todos los presentes a excepción de Michelle levantaron la mano, y a pesar de que hacía falta una cantidad de personas, las acciones superaban más de las dos terceras partes del fórum por lo cual la acción quedaba validada. El rostro de disfrute de Oliver era más que evidente, mientras que por otro lado, Michelle estaba un poco preocupada por lo que estaba sucediendo, era obvio que su prometido no había medido las consecuencias de lo que acaba de votar.
– Bien, ahora… Joven Norman Bech, ¿aceptas todos los puntos que se harán en el siguiente tratado, pudiendo tú mismo aportar alguno de ellos para poder llevar a cabo la misión que se te ha asignado?
– Sí, los acepto, siempre y cuando todo quede estipulado y por escrito y que ninguna de las partes se guarde el derecho de interpretación definitiva, para que en caso de conflicto legal, sea un juez quien dictamine si es legal o no. – Le respondió Norman al señor Argust. “Ya no hay marcha atrás” se dijo.
– Bien, vamos a crear todo el contrato justo en este momento.
Capítulo VIEl contrato y las primeras mordidas.– Pues bien, ya que ambas partes hemos aceptado el contrato, esto será un poco distinto a lo que se había planeado, ya que lo aceptamos todos, excepto por la señorita Michelle y los Gemelos quienes obviamente no se encuentra, pero entran otros términos en juego. Si el señor Bech gana, todos los que dimos el voto positivo estaremos obligados a darle el 50% correspondiente a todas nuestras acciones, por lo que en caso de ganar se convertiría en el segundo socio más influyente de la empresa, por debajo de la señorita Michelle por supuesto. – Dijo el señor Argust, dejando a más de uno con la boca abierta.– Pero ese no era el trato, además nosotros perdemos mucho y el pierde poco. – Intervino la Morena.– Nosotros somos 8, él es solo 1, por lo que es mucho más que jus
Capítulo VIILas pizzas.– Sí, está bien, es lo que debemos de hacer. – Respondió el Señor Argust, sacó su teléfono celular y tecleo algunas cosas en la pantalla, y al cabo de no menos de un minuto apareció su secretaria con todos los documentos necesarios.– Perdón por la tardanza Señor. – Le dijo antes de entregarle los documentos, Norman se quedó un poco desconcertado, en menos de un minuto había logrado preparar los documentos solicitados y estaba pidiendo disculpas por haber tomado tan poco tiempo, esto era algo de por sí muy extraño, pero el joven Bech no quiso hacer muchas preguntas al respecto, además el Señor Argus también estaba un poco deseoso por comer un trozo de pizza, así que procedió a decir los términos rápidamente.– Bien, esto se hará en
Capítulo VIIILos casos.Todos se fueron a sus respectivos hogares cuando estaba finalizando el día, pero Michelle antes de irse pasó por la nueva oficina del joven Bech; – Hola. – Le dijo mientras que estaba reposando su cuerpo sobre el marco de la puerta. – Hola, gracias por darme la oportunidad, espero que no allá hecho algunas cosas que no estén bien. Creo que fue un día muy extraño, y ya entiendo el porqué de que tu empresa no está muy bien, una división interna muy fuerte, una cantidad de elementos fuera de contexto que no deben de pasar desapercibidos, pero la verdad es que me estoy muy sorprendido. ¿Desde hace cuánto tiempo las cosas están de este modo? Michelle dio un largo y lento suspiro antes de responder; – La verdad, es que desde que asumí la empresa las cosas han sido así, todo el mundo quiere ser el dueño total, a excepción del Señor Argus y de los gemelos, pero hasta Oliver que es mi prometido trata de desprestigiarme muchas veces, aún no sé cómo es posible que me
Capítulo IXLa cena. Después de que Norman la tomara por el brazo caminaron hacia el ascensor, al llegar a él, marcaron el sótano, Michelle deseó de todo corazón que ya Oliver se hubiera ido, era un hombre que no le traía paz a ella, a pesar de que según su padre era el mejor pretendiente que tenía, era un hombre al cual no le importaba nadie más que su ego. –Oye, no sé qué es aquello pueda preocuparte, pero la verdad es que no creo que siga estando en el edificio, está muy molesto, por algo que considero oportuno, la verdad es que todas las personas que tienen este tipo de pensamientos, en realidad están mal de la cabeza, son personas que no poseen una coherencia real, son personas que no deben de poseer relaciones con otras personas a menos que hayan sanado todas sus heridas de forma real. –Le dijo Norman con una sonrisa, mientras que ella solo estaba allí esperando que al abrirse las puertas Oliver no estuviera cerca. Al abrirse las puertas, no encontraron a Oliver, pero en su l
Capítulo XLa cena. Parte IICaminaron en dirección al comedor principal, allí estaban Oliver con Macarena, además que estaba el Sr. Argus y el padre de Michelle; el señor Williams, un hombre alto, fornido, había perdido todos los cabellos de su cabeza, mientras que mantenía un extraño y cómico mostacho, sus ojos era del mismo color que los Michelle, pero con mayor intensidad en su mirada, a pesar de que su rostro mostraba una mirada risueña, sus ojos mostraban algo de enfado y desdeño. –¡Bienvenido! –Le dijo a Norman, mientras que se levantaba de la silla de cabecera, dónde se encontraba sentado. Norman enseguida lo miro de una forma extraña, su reacción había sido demasiado exagerada para un leve momento, estaba seguro de que alguien podría alegrarse de verlo, pero no alguien que no conocía para nada. –Muchas gracias Señor Williams. –Expresó Norman con menos entusiasmo que su anfitrión, este enseguida se percató que había cometido un error, le había dejado ver a través de él. –Bi
Capítulo XILa herencia. –Bueno, creo que es momento de hacer lo que vinimos a hacer, yo como el juez que estaré presentes en este hecho, lo haré con las mejores intenciones posibles, y además no estaré haciendo más nada para tener una parte de la misma, no soy de ese tipo de personas –el juez Dickkings había hablado, al parecer no quería hacer un tipo de escándalo tan tonto. –Concuerdo con el juez Dickkings, es momento de empezar a firmar documentos y hacer todos los respectivos trámites –dijo el señor Miles. –Padre, de verdad piensas dejarle todo tu dinero a este hombre –Robert estaba preocupado por todo lo que podía pasar a partir del momento en que su padre firmara los papeles para que el pobre de Norman obtuviera su fortuna, aparte de que Norman pasaría de ser un joven muy pobre, a convertirse en un joven súper rico, esto no solo le preocupaba al padre de Michelle, también le preocupaba bastante a Oliver, si ese joven se convertía en la cabeza de una de las empresas que eran p
Capítulo XIIEl nuevo Millonario.–Seguiré con todo lo que te voy a dar –continuó el señor Miles. –Pero señor Miles, está bien, no hay necesidad de más dinero –respondió Norman mientras estaba sorprendido del anuncio que había dado el señor Miles.–La verdad, ahora solo falta dinero, algunas propiedades, y otra empresa –el señor Miles habló para frenar la salida del lugar de Norman. –Pero de verdad no es necesario más cosas, todo esto es suficiente –dijo Norman.–¡Ey! Tranquilo, aún falta mucho más. Aún hay muchas que necesitamos darte. Ahora estoy firmando para darte Octopus enterprises. Al escuchar estas palabras retumbaron en los oídos de todos, Octopus era la empresa más poderosa e importante de la familia, era netamente propiedad del Señor Miles a pesar de que su hijo y varios miembros de la familia estaban trabajando en ella. –¡Padre! ¡¡¡¡¿ESTÁS LOCO?!!!! –Esa fue la primera reacción que se pudo escuchar en la sala, el hecho de que la empresa más poderosa dentro del grupo Wi
Capítulo XIIIEl nuevo Millonario. Parte IILuego de que ambos salieran de la reunión con el señor Miles, tanto Michelle como Norman se quedaron observando durante unos instantes sin que ninguno de los dos dijera una sola palabra, a pesar de ser un momento algo incómodo en circunstancias normales, justo en ese momento, ninguno de los dos se sintió incómodo por la presencia del otro. Ambos estaban asimilando la información que tenía que ver con lo sucedido. Para Norman era muy difícil asimilar que había pasado de ser solo un simple joven que quería limpiar el nombre de su padre, a ser un joven rico y con mucho poder, además de poder darse cualquier vida que quiera, sin embargo no se había olvidado de la promesa acerca del caso tan importante que debía de resolver, pero ahora que lo pensaba bien… “¿Qué sucedió con el caso que me iban a asignar? Con todo este embrollo”, pensó pero otros pensamientos terminaban por cerrar su mente, como “Ahora ¿Qué rayos haré con tanto dinero? Tengo dine