El sonido del agua corriendo en aquel rio de agua limpia, lo hacía relajar de cierta manera sus sentidos, aquel, era de los pocos que aún quedaban sin contaminación, lejos de la crueldad de los humanos, el padre de Halia, sin duda alguna, sabía lo que realmente tenía importa, aquel lobo viejo que se rehusaba a usar su forma de hombre, lo miraba con enojó, con recelo, era obvio que no sería bien recibido en las tierras de la manada de Halia, aunque, aquello poco le preocupaba, no tendrían más opciones que las de someterse a su voluntad. - Entonces señor Levana, ¿Nos dirá a qué razones debemos su demasiado repentina visita? - cuestiono el viejo lobo con desdén.Mirando a aquel lobo, el líder del clan Addae, sonrió, todos los que actualmente y gracias a la caída de su linaje, que gobernaban a las manadas de lobos, se sentían con un poderio que no tenían ni tendrían jamás, los únicos que nacían con el derecho a gobernar, eran los Levana, los únicos que tenían sangre pura y no tenían una
Hubo una vez, hace demasiado tiempo ya, un mundo donde solo había caos, no existía nada más, solo un caos que perduraba en la eternidad...sin embargo, en medio de aquel caótico mundo, dos entidades, sin saber de dónde, o porque, aparecieron.....Luz y Oscuridad...era el nombre que recibían esas almas extrañas que de la nada surgieron, con su llegada, el caos fue desapareciendo, dando paso a una nueva era donde comenzó a existir el orden, y, entonces, aquellas almas tomaron posición como dioses de aquel mundo, a partir de Luz y Oscuridad se creó la vida, y con ella muchos otros dioses, pero el caos, celoso de aquel mundo feliz que habían creado les observaba en la distancia, esperando una oportunidad para retomar el mundo que sentía, por derecho, le pertenecía genuinamente a él.Luz y Oscuridad convivían en armonía con todos los demás seres de la creación, hasta que un día nació la criatura que ambos dioses consideraron su creación más perfecta...el ser humano. El ser humano no solo er
El amor, a veces es un sentimiento demasiado complicado, difícil de entender, misterioso e incomprensible, y a la vez, también era simple y se encontraba dentro de las razones mas absurdas, era como ir de subida y de bajada en una montaña rusa con demasiados altibajos, nunca en un curso estable…además, también hacia que las personas o criaturas hicieran las cosas mas impensables tan solo por amor…tan solo, para compartir tan siquiera un momento con aquel o aquella que les hiciera nacer tal emoción dentro de ellos, no lo comprendía, era un absurdo, un despropósito infame en el que había caído sin remedio años atrás…justo en el mismo momento en que la vio.– Pareces muy pensativo – dijo la vampiresa ataviada en hábitos de monja logrando arrebatarlo de sus pensamientos mas profundos.– Solo pensaba en Arlina, ella, es la única razón por la que estoy haciendo todo esto, nunca he amado y se que nunca amare a nadie como la amo a ella, solo es eso – respondió Alejandro sin entender muy bien
Hay recuerdos que nunca se irán, memorias que seguirán doliendo y no las puedo llorar, nunca podré perdonarte, aún cuando si me esforcé en hacerlo, aquellos horrores siguen allí, atormentandome en mis sueños, convirtiendolos en pesadillas, este sufrimiento que nunca se va, que persiste en mi mente golpeando con fuerza, aún recuerdo tu rostro mirándome con burla mientras yo lloraba en el suelo, aún recuerdo aquellas burlas, tus infinitos aires de superioridad, siempre viéndome como un objeto, inferior a ti, gran líder, el codiciado millonario, aún recuerdo cada reproche, cada burla, cada ocasión en que solo tuve tus desprecios disfrazados de falso amor y deseo...y ahora que soy yo la que yo no puede amarte más, tu niegas todo aquello, minimizando el daño que me has hecho, negandome el derecho a odiarte, diciendo que soy incapaz de sobrevivir sin ti, te odio, y también te desprecio, desprecio tu rostro, aborrezco tu voz, no tolero tu infinita arrogancia y el narcisismo que siempre has t
Se sentía diferente, la noche había caído, se habían detenido para descansar, lo necesitaban en realidad, habían estado caminando mucho a través de los Cárpatos sin detenerse para darle alcance a Arlina y su sequito de vampiros, el no se sentía exhausto, sin embargo, sabía que Halia sí que lo estaba, por ella, es que se habían detenido, además, necesitaba que los lobos infames de la manada que le arrebató a su padre, necesitarían fuerza para la batalla que daría comienzo en unas horas más, mirando a la luna en lo alto, veía el color rosáceo que comenzaba a notarse sobre su esplendor de plata, faltaba muy poco, realmente era solo cuestión de horas para que se tornara completamente carmesí, la luna de sangre, aquella en la que, se suponía, debían estar naciendo los siguientes Levana, pero que no había podido ser debido a la intervención de los O´Neill que lo habían separado de su hermana gemela, aprovecharía el poder que le daría dicha luna, para aparearse con ella y remover esa marca
La media luz de la vela parpadeaba por el viento terrible y ocasional que se colaba por las ventanas de aquella cabaña en el bosque en donde se habían refugiado de aquella feroz tormenta que se había desatado de manera repentina, la oscuridad de la noche había descendido sobre el ocaso para cubrirlo todo con su manto de tinieblas, ojos violáceos como las lavandas de en los prados de primavera, escudriñaban cada párrafo leyendo hoja por hoja aquel tan antiguo registro de los muchos que tenía el llamado Conde de Bourgh y que este amablemente le había prestado con la intención de que supiese más de su familia, dándose prisa, Arlina Levana tomaba aquellos tan viejos documentos que había descubierto y que se habían salvado, de alguna manera, del deterioro del paso de los años, apagando aquella luz, la hermosa loba albina salía de aquel pequeño espacio, mirando hacia todas partes esperando no ser observada, una vez confirmado que no había nadie más, salía presurosa hacia los pasillos más co
Bajo la luna, hay una solitaria sombra de lágrimas.Sólo una pequeña muestra de que hay un sólo amor en esta vida.La luz de la luna bañaba con su luz cada árbol y pino en el bosque, el silencio vagamente interrumpido por el sonido de la fauna y el silbar del viento entre las hojas, reinaba en los bosques de aquellas hermosas y misteriosas tierras de los condenados, los Cárpatos, siempre habían sido un lugar lleno de misterio y misticismo, desde aquel libro de Bram Stoker, hasta los tiempos modernos, incluso desde mucho tiempo atrás, Arlina admiraba la belleza de aquel claro que se hallaba junto a un precioso lago de agua cristalina, que reflejaba a la luna en todo su esplendor, la tormenta había pasado y solo faltaban unas cuantas horas para que amaneciera, no podía dormir, se había escabullido de todos para meditar en aquella historia sobre el destino cruel que su familia había sufrido en manos de los O´Neill, sin embargo, un escalofrió la recorría de manera repentina al admirar la
Pasos firmes en medio de la espesura de los bosques de los Cárpatos, tomaban rumbo a la ciudad de los muertos, oculta en medio de los Cárpatos, y que era, supuestamente, el lugar en donde el primer maldecido junto al primer príncipe vampiro, descansaban sumergidos en un sueño eterno, sin que nadie supiese de ello, la blanca nieve caía en abundancia coloreando todo el panorama de blanco, aquello, era inesperado, una nevada repentina que caía en el otoño, anunciando un demasiado anticipado invierno, y haciendo sentir que quizás, ocurriría una tragedia muy pronto, las copas de los árboles se mecían a merced de la furia de la tormenta invernal no esperada, que los asolaba, el invierno había llegado, quizás, demasiado pronto, como presagiando lo que estaba a punto de pasar, el sol no asomaba a través de aquellas nubes oscuras, el frio era francamente insoportable, imposible de tolerar para un humano, sin embargo, aquellos seres que caminaban en medio de los bosques, dejando huellas sobre l