—¡Dave! ―¿Espera Dave? —mis ojos se abren como platos al verlo entrar por esa puerta gritando, expulsando fuego con la mirada al que dice ser su padre, me giro de un solo golpe para que no me vea. Escucho a la Sra Collins que trata de calmarlo pero parece perder el tiempo. —Hijo conversemos afuera, tu padre está en una reunión importante. ―De reojo veo que coloca sus manos en el hombro de él para controlarlo, él parece cerrado, ni enterado de quién soy. —No madre, ya me cansé de que se involucre en mi vida, le dije que no quería saber nada de su empresa, no pretendo ocupar su m*****a presidencia, no es lo mío y ¿sabes lo que ha hecho? —abre sus ojos con ira. —Vamos contadle a mi madre lo que has hecho. —Ella se sorprende y mira fríamente a Thomas Watson. —Vamos, dile que pagaste una gran suma de dinero para que me cambiaran de expedición, y me transfirieran a Australia cuando la tenía asegurada aquí, pero sabes qué, para
*** Dos horas después, al llegar, la chica de la recepción de donde me estoy hospedando me ha dicho que alguien preguntó por mi check out a mediodía, ella no ha revelado mi información pero según la descripción de la persona, parece haber sido Dave. Con ese recado me he venido directamente a mi habitación. Minutos más tarde, repaso en la ducha lo que ha sucedido, limpio con la esponja de baño mis brazos, mi cuello... algunas lágrimas se desbordan sobre mis mejillas al recordar las manos de ese sujeto sobre mí. —¡Qué hubiese pasado si... no me lo quiero imaginar! —me digo en voz alta. Todo lo que he tenido que aguantar, no puedo con tanto... —cierro la llave de la ducha y me resuelvo a salir, me seco, me coloco la bata y con un la toalla envuelvo mi cabello. De pronto escucho el móvil, veo la hora y son casi las 3.30pm. Es Dave, decido no responderle. —Ya no tiene caso Sanaya, te regresarás hoy a Ecuador, y con él... sí, con él te quedas tú, aquí, en las memorias de Dubai. —pienso.
Salimos y le pone la alarma a su auto, me toma de la mano, un gesto que me sorprende, pero lo permito con total confianza. —Sanaya no te pongas exquisita, por favor! ¡Hoy ya no! —me digo. Mientras nos dirigíamos a su lugar favorito, me cuenta que su padre ha decidido darle la posta a su hermano sobre la presidencia, parece que al fin lo dejara en paz con la carrera que él quiere. Su madre lo apoya en todo. Con respecto a Winter, pidió una ambulancia, el muy bribón y cobarde. —¡Oye Dave y por qué no le creíste a Winter en ese momento? —pregunto. —Porque lo conozco a él, pero también te conozco a ti, y sé que no perderías el tiempo con un tipo como él, o sí? —me devuelve la pregunta yo niego divertida. —¿Quieres que te diga algo? —afirmo. —Yo solo lo rematé, pero tú, la verdad me habéis sorprendido, no sé de dónde habéis sacado fuerzas para golpearlo luego, pero bueno mejor no hablemos de eso. —Ella asiente. —¿Oye qué pasaba si no pasaba por el lobby por tu carta? —Primero hablaba
Capítulo 17.1 (Continuación) Las burbujas ya no salen de mi boca, necesito aire, pellizco a Dave el hombro. Este se detiene y sale del agua, que me llega a la barbilla, a él al cuello en el acuario. —Toma el aire que puedas, Sanaya debemos salir de aquí ya. —¡Vamos! –nos volvemos a sumergir. Veo las piernas de algunas personas debajo del agua, parece que estan cerca de la salida. Contengo el aire y lo sigo botando de a poco con las burbujas que me ha dicho Dave. Nos acercamos a una luz mas clara sobre el agua. Plantas se ven flotando a nuestro alrededor. Escucho mas de cerca los guias. —Oh por Dios, al fin nos acercamos a la salida, pero mi mente se empieza a desesperar. —Guardavidas del lugar, ayudan a las personas a salir y yo quiero estar en la superficie, ya! Dave sigue dando brazadas impulsándose, pero siento que mi cuerpo se suelta de él, me falta oxígeno. Me ahogo, sí siento que me ahogo, el ruido profundo del agua me absorbe, siento como si el océano se posara sobre mí ll
Capítulo 18 - Una despedida Horas después. Dave y yo estamos en el portal del hotel donde me hospedo, éste me ayuda a cargar las maletas para lanzarlas a la cajuela de su auto, mientras yo me regreso a la recepción para agradecerles la atención recibida en lo que duró mi estadía, muestro agradecimiento, aprovecho la oportunidad y muestro la credencial de Lux para que facturen el chek out de inmediato. Desde el lobby puedo ver a Dave arrimado a su auto cruzado de brazos, esperándome como todo un caballero. Salgo enseguida y me alcanza con un beso, me abre la puerta y me subo, abrocho mi cinturón. El rodea el auto, se sube y coloca algo de música, tenemos los vidrioss abajo, la noche la siento fresca. Arranca el auto, nos estamos dirigiendo al aeropuerto. En el trayecto íbamos callados. —¡Puedo preguntarte algo! —rompe el silencio, me mira de una manera fugaz para seguir concentrado en el camino, con una mano el volante y con la otra toma mi mano. Es algo extraño, mamá tenía razón
Suelto un suspiro y he aceptado, sí he aceptado viajar con Dave a La India, luego de unos minutos de haber desayunado, nos dirigimos cada quien a sus habitaciones para alistarse, mi equipaje ya estaba hecho, sólo he sacado algo de ropa que no usaré allá.3 horas después.Desde que salimos del hotel con nuestras pequeñas maletas, siento que todo ha sido diferente, ya no había preocupaciones sobre contratos, ni tiempos, ni nada que se le parezca, sólo éramos él y yo.El viaje fue de lo más especial... Dave me sostuvo de la mano todo el tiempo, era tan romántico, en lo que respecta al vuelo, vinimos en los asientos de la mitad del avión, yo estaba del lado de la ventana, abriendo la pequeña cortina se veía la ciudad tan pequeñíta, fue mágico, me recosté en su hombro, me dio tanta confianza, tanta que hasta me quedé dormida. No fue hasta que él me despertó con un beso en la frente...—¡Srta ya hemos llegado! —tallo mis ojos mientras asimilo que ya estamos en “La India” no me lo creo, sien
—Sanaya, quizá os sonará clitché pero juro que esto no me había pasado con nadie. —susurra. Niego divertida. —¡Oh sí! ¡Y tú juras que te creeré! —respondo entre risas. —¡Emmmm pues sí! —se les esboza una sonrisa pícara que me hace empujarlo de la cama, haciéndolo caer a la alfombra de felpa de un solo movimiento. —¡Oh por Dios, Dave estás bien! —me levanto rápidamente para ayudarlo extiendo mi mano y él está matado de una carcajada contenida mirándome desde el piso con una mano en la boca. —¡Lo siento en serio no era mi intención! —Es mi parecer o pensaste que era el asistente legal de mi padre, Winter! —pongo mis ojos en blanco negando. —¡Cállate Dave! Ni me lo recuerdes! —¡Qué fuerza mujer, ya entiendo por qué te gusta ir al gimnasio según lo que me habéis comentado. —sonrío. —¡En serio discúlpame! —él niega divertido. Se reincorpora, poniéndose frente a mí. —¡Quiero revancha! —advierte. —De qué hablas Dave! Ya me disculpé, además... —afirmo mientras él coloca su dedo índi
—Sanaya, si es parte de ti no tienes por qué esconderla. —interrumpe sutilmente. La empieza a besar, —algo que me confunde pero de a poco me convence. —Me encanta esa flecha y ese “fire” en letras cursivas y elegantes. —se le esboza media sonrisa, pícara. —Es parte de ti, y si es parte de ti, la amo. —lo que ha dicho me ha hecho sonreír, siento como si algo en mi mente se acabara de derrumbar es como si el prejuicio de no aceptarme completamente se diluye con la seguridad que me da. —¡Deberías lucirlo! ¡Se te ve tan sexy! —niego divertida. Sus palabras calan en mí, siento que ha descubierto a la Sanaya que escondía, a esa Sanaya que no tenía miedo a ser. —¡Te amo Dave! —replico en voz baja. —¡Te amo Sanaya y será cuando de verdad te sientas segura. —las palabras no vienen a mí, pero siento unas ganas enormes de abrazarlo, lo hago, él corresponde. —Yo sabía que contigo iba a ser diferente, lo supe desde que te vi. –lo dice acomodando su brazo debajo de mi cuello mientras mi cabe