¿Cuál es tu estilo?, toda persona tiene uno, el mío es fresa, urbano, casual, cómodo, esto se pone mejor a cada momento, ¿qué le dirá Beto a esa pobre criatura? Mañana lo sabremos.
—Bueno… Veremos bien, tengo una idea de que podemos usar unos tonos claros como tus ojos… Buscaba entre sus cosas para ver algo que pudiera ayudar a la gordita: —Mira, usas tallas grandes y eres una chica grande, eso tenemos que cambiar, por ejemplo, eres grande por fuera y mira tu blusa, por Dios es pequeña, o sea, has rompido con la regla. Así comenzó el periplo de Freya con sus asesoramientos. Valka comenzó con Silvia, una joven con un problema bastante complejo: nada por delante y nada por detrás. —Hola, Silvia. Silvia acomplejada la saludó: —Hola, ¿me puedes ayudar? —Claro, mira tu cuerpo, no eres fea, eres hermosa, simplemente no sabes sacarle provecho a tu belleza… —Lo intentado con todo y no me siento a gusto… —Debo decirte que toda mujer tiene su encanto, a un las que no lo parecen, el asunto es sacar lo más hermoso con tonos adecuados y ropa genial. La vio buscar unos vestidos: —Quiero verme genial siempre, es solo que siento que nadie me mira. —Puedes proyectar
Era muy interesante que alguien desee conocerla, principalmente si era diseñador. Kara estaba en un restaurante conocido como Secret, en donde solían reunirse los amantes clandestinos, famosos que no deseaban ser vistos públicamente. Cuando vio a la joven Razar, un talento bastante notorio, pero tampoco tan espectacular. —Señorita Razar, es un placer conocerla. La impresión en Kara fue grande: esa mujer era muy elegante, casi clásica, su ropa costaba miles, su cartera de igual modo. —Señora Stanton. —Así es, dígame para qué me cito. —Bueno… Verá… Quiero hacer un trato con usted. —Interesante. —¿Conoce a Valka Tomás? —Claro, es una diseñadora bastante interesante… —Puedo conseguirle sus diseños… Eso sorprendió a la mujer que pidió una copa de champaña y sacó una cajetilla de cigarrillos bastante caros. —¿Por qué usted? Kara entonces le explicó: —Sé de buena fuente que esa mujer jamás le vendería su colección… —¿Por qué está tan segura? —Lo sé, ella se las da de muy nobl
Era muy interesante que alguien deseara conocerla, principalmente si era diseñador, la Duquesa estaba visiblemente interesada. Kara estaba en un restaurante conocido como Secrets, en donde solían reunirse los amantes clandestinos, famosos que no deseaban ser vistos públicamente. Cuando vio a la joven Razar, un talento bastante notorio, pero tampoco tan espectacular. —Señorita Razar, es un placer conocerla. La impresión en Kara fue grande: esa mujer era muy elegante, casi clásica, su ropa costaba miles, su cartera de igual modo. —Señora Stanton. —Así es, dígame para qué me cito. —Bueno… Verá… Quiero hacer un trato con usted. —Interesante. —¿Conoce a Valka Tomás? —Claro, es una diseñadora bastante interesante… —Puedo conseguirle sus diseños… Eso sorprendió a la mujer que pidió una copa de champaña y sacó una cajetilla de cigarrillos bastante caros. —¿Por qué usted haría eso? Kara entonces le explicó: —Sé de buena fuente que esa mujer jamás le vendería su colección… —¿Por
Kara llegó al sitio acordado, estaba nerviosa y por lo pasado con Beto, sintió hasta escalofríos de imaginarse en la cama con ese sujeto. Cuando el programador llegó, ella sonrió: —¿Lo tienes? —Completo. —Genial. Recibía el pendrive, sacaba un fajo de dinero en efectivo. —Tu paga, y ya sabes —señaló—, no quiero problemas con nadie. —Tranquila, cuando estalle todo estaré lejos. Ella sonrió y colocó el pendrive en su laptop y comenzó a analizar los diseños de Valkánica, sonrió, eran bastante buenos y si ella sacaba esa colección se iría para arriba. Llamó a la Duquesa Stanton. —Tengo lo que necesita. —Perfecto, iré a verte. Kara estaba ansiosa, miraba a todos lados y de repente vio una limusina estacionarse y de ella bajar un hombre elegante: —Señorita Razar, ¿puede acompañarme? —Lo siento, espero a una persona. —La persona que espera está en el auto. Eso la inquietó, miró a todos lados y entonces entró en el automóvil y vio a una bella mujer vestida de negro, con un sombre
Kara separaba unas cintas para un vestido, su creatividad estaba en lo más alto y su madre entró: —Kara, hija, ¡no tienes idea de lo que pasó! —No. Su madre se abanicó con un soplillo español y le dijo: —Lo dicen todos los diarios, Valka Tomás está metida en conspiración industrial y en tráfico de órganos. Fingió sorpresa: —¡Qué! —Sí, la pillaron en rojo, es la noticia más increíble del momento. Ella sacó su móvil y vio las fotos de Valka siendo llevada a una patrulla. —Cielos… —Khan debe estar derrotado. —¿Tú crees? Su madre comentó preocupada: —Con este escándalo, Hamdi se va a la m****a completa. Kara sonrió, ese era el objetivo, revisó en llamadas y tenía muchas, por no decir cientos de llamadas de Beto. —¡Qué quiere este culero! Su madre le dijo entonces: —¿Qué has sabido de Beto? Entonces le confesó: —Beto y yo, ya no somos amigos. —¿Por qué? Él siempre fue lindo contigo. —Sí, pero… Se volvió tóxico. —Es una pena, pero ser bateado de Hamdi debió dolerle much
Lucio al verla en ese estado le comentó: —Te ves fatal. —¿Qué quieres? —Valka, siento que estés pasando por esto, pero… Mi padre está en la cárcel también. —Tu padre es el causante de todo esto. Él asintió y le dijo lo que pensaba sobre el tema. —El viejo debe estar muy asustado para acceder a algo como esto. —¿Asustado? —No es normal que él se entregue como cordero en la braza, no entiendo qué es, pero siento que te salpicara. —Tengo que estar junto a mi hija —sollozó—. Necesito cuidarla, soy todo lo que tengo en la vida. Lucio le respondió: —Valka, no sé qué paso aquí, pero voy a cuidar de Rafaella. —¿Por qué ahora? —Porque estás aquí por causa de mi padre, solo quiero que sepas eso. Valka lo miró con desolación, lo cierto es que su destino era incierto en esos momentos. ** Rafaella estaba ansiosa, no veía a su madre y cuando vio a Khan entrar a su habitación le preguntó: —¿Khan, cachorro y mi mamá? —Pequeño nomo, tu madre… —tomó asiento cerca de ella— Pasó algo con
Kara lo miró desconcertado por su presencia frente a él: —Hubiera deseado estar junto a ti en todo este periplo, pero sabes que el mundo de la moda es cruel. —¿Será? —Supe que tu hija adoptiva está bien. —Sí, le realizaron un trasplante. —Eso es genial —dijo fingiendo felicidad—. Debes estar contento. —Sí, lo estoy. Ella entonces intentó derribar su fortaleza. —Después de todo lo que ha pasado entre nosotros, es increíble que estemos enteros, Khan. —Es cierto… —Ahora soy diseñadora y reconocida, he crecido un montón como persona y otro tanto te pasó a ti. —Sí, es cierto. —Nada podrá con nosotros, lo sabes, ¿verdad? Tenemos genes de ganadores, la vida no nos puede derribar con facilidad. —Estoy cansado y deseo ir a casa a cambiarme. —Claro… Te llamaré para cenar juntos. —Está bien. Primer paso dado y logrado, Kara estaba en racha. Valka dibujaba y podía decir que tenía una gran colección realizada, tenía seis meses en la prisión y la noticia de que su hija estaba bien c
Valka veía desde un rincón cómo la gente miraba todo el evento, algunos comentaban los diseños. —Son geniales, me gustan. Beto estaba escondido al final y bien, la m*****a tenía talento y se lucía hasta en la m****a, entonces vio a Kara junto a Khan. —Esta m*****a recolectora de basura —comentó. Las luces bajaron y salieron las modelos con trajes de lentejuelas, no eran medidas perfectas, lo cual le dio vistosidad al asunto. Una actriz de curvas bastante notorias exclamó: —¡Ese es mío, nenas! —se levantó emocionada de su asiento— ¡Chicas al Poder! Kara se apegó a Khan: —Todos parecen emocionados. —Es una gran colección, lástima que no sea de Hamdi. —Yo te daré grandes colecciones. Él ignoró sus palabras y puso atención a los demás diseños. Había vestidos con tules que daban la clase diferente a los vestidos. —Parece que Valka se enamoró del tul —dijo una periodista—. Esto sí es clase. Al final salieron las modelos aplaudiendo y muchos se levantaron de las sillas y ellas co