Otra pérdida para Valka, dejar a su hijo por culpa de Kara y esa Duquesa!!
—¿Libre? —Sí —sonrió Country—. Hice revisar el caso de nuevo, había muchas inconsistencias como las pruebas que aducía el operativo que usted le había proporcionado a Dumani, pedí los videos de todo el sector. »Pues, bien, eso ha tomado su tiempo, pero lo conseguí se comprobó que usted nunca le dio las pruebas, más bien fue un hombre al que ahora están investigando. Valka no daba crédito y preguntó incrédula: —¿Soy libre? —Sí, mañana saldrá de este lugar. Ella sonrió emocionada y besó las manos de Country. —Gracias, mil gracias. —Descuide, es mi deber como su defensor llegar a la verdad. El corazón de Valka retumbaba de las emociones, pensaba en sus hijos, en abrazarlos fuertemente y de volver a crear en libertad. Caminaba tan lento como si contara cada cerámica que había hasta su celda. Griselda la esperaba en la entrada. —Quise detenerlas, pero eran demasiadas. —¿Qué? —Se llevaron todo, tijeras, descosedores, alfileres, todo. Valka entró y vio su sitio trasteado, todo h
Estaba rodeada por grandes perros furiosos, tenía miedo y la voz áspera de la mujer se dejó escuchar: —¿Quién m****a eres? —Mi—mi nombre es Valka y estoy herida. La mujer colocó una linterna delante de ella y vio a la mujer golpeada y sangrando. —¡Santo Dios! Apartó a los perros y la llevó a la casa en donde curó sus heridas: —¿Tu marido te golpea? —No… —Puedes decirlo no más, yo pasé por lo mismo. Entonces Valka mintió: —Hui de él… Tengo miedo. —Bien, te ves fatal. Comer algo le hizo bien y entonces vio el teléfono: —Señora Sara, ¿puedo hacer una llamada? —Con tal de que no lo llames a él. —No, nunca. Marcó a Khan y estaba ocupado, luego a Fey y lo mismo, entonces marcó a Fedora… Esperó un instante y… —¿Diga? —¿Fedora? Silencio y luego: —¿Valka? —Fedora, necesito ayuda… Esperó largo tiempo y cuando vio el auto de Fedora y vio bajar a su amigo se emocionó. —¡Valka! —¡Fedora! Corrió abrazarlo con fuerza. —Chica, te ves fatal. —Fedora, fue horrible. La señora
Valka se recuperaba de todo lo vivido lentamente mientras revisaba las redes sociales que nombraban su caso y las condolencias que daban las personas. Buscó el perfil de Kara Razar, la vio vestida de negro junto a Khan, ella lo tomaba del brazo y se notaba que deseaba hincarle el diente. Fedora llegó muy contento con unas copas de champaña: —Debemos brindar por tu muerte. Ella recibió su copa y le dijo: —Sé que estoy haciendo una locura, pero no sé… —Escucha, debes comenzar a pensar como un hombre. Valka le prestó atención y él se cogió las sienes: —¿Cómo es que era? —sacudió su cabellera y comentó— Hace tiempo que no lo hago… Después de media hora le dijo: —Claro, debes de pensar que no te importa nada. —¿Eso hace un hombre? —Bueno, la mayoría lo hace. —Debo de elegir un nombre y hacer diseños. —Debes tener físico en brazos. En los próximos meses, Valka hizo ejercicio hasta que sus brazos se volvieron fuertes y práctico. —Pose. Ella se cruzó de brazos y adquirió una po
Julieta hacía un crucigrama, estaba muy entretenida, cuando escuchó unos tacos acercarse y alzó la mirada y vio a un sujeto muy elegante con un hermoso abrigo color zanahoria y lentes oscuros. —Buenas tardes —colocó su portafolio en el escritorio con fuerza—. Soy diseñador y vengo a hacer brillar esta m****a. Julieta se acomodó los lentes, cielos que era apuesto, ese cabello negro alborotado y como recién lavado, todo él, un muñeco de ojos verdes y esos lentes eran tan elegantes. —Su nombre, por favor. Entonces se acercó a ella para decirle de forma coqueta: —Si te digo mi nombre, tendremos que coger juntos. Julieta se ruborizó toda como un foco. —Por favor… —comenzó a gaguear—. Es para anunciarle. Daba pena verla así de mal por una mujer y dijo con seguridad: —Víctor Talking. Ella anotó nerviosa y le comentó: —Voy a anunciarlo, señor Talking. —Señorito, soy niño todavía. Julieta se volvió a ruborizar y fue a la oficina de Cayetana a decirle del recién llegado. Aprovechó
Valka llegaba a Hamdi, conocía el camino perfectamente y confiaba en su trabajo, sentía un hueco en el corazón y entonces se dijo: —¡No puedes tener miedo! ¡Eres un hombre! Respiró varias veces y decidió lanzarse de una vez por todas a darlo todo. ** Julieta estaba ansiosa con la llegada de Víctor Talking, espera ver a ese hombre en acción y cuando lo vio entrar tan elegante y propio se estremeció. —¡Señor Talking! —Julieta… —besó su mano—, siempre tan perfecta. La mujer enrojeció y le dijo con cierta timidez: —Lo esperan en la sala de presentaciones. —Ilumíname el camino, reina. Julieta comenzó a llevarlo y de cuando en cuando daba la vuelta para verlo avanzar seguro. Le indicó la puerta y la abrió para anunciarlo: —El prestigioso diseñador Víctor Talking. ** Ricardo Dumani recibía los informes que su abogado le entregaba en la cárcel. —Están revisando tu caso, dada las pruebas que ese abogado encontró, puede que te echen más culpa. —Tienes que encargarte de eso, no pue
Khan se acercó a Kara desconcertado por su presencia allí. —Kara, ¿qué haces aquí? —Vine a verte, quiero invitarte a cenar —miró de reojo al sujeto que probaba una máquina—, ¿quién es él? Se acercó a ver al diseñador y Valka—Víctor se dio la vuelta. —Hola. Tenía que hacer algo que no la delatase frente a ella. Se dio la vuelta y le dijo: —¡Oh, por Dios! Kara arrugó el ceño y lo miró detenidamente. —Usted se parece a… —¡Kara Razar! En persona, es toda una diosa de la moda. Kara estaba confundida con lo que veía, ese tipo se parecía a Valka, pero… era un hombre. —Sí, soy yo, ¿no conocemos? —En este mundo no he visto su trabajo, lo he estudiado… —Entonces, para enojarla, comentó—, muy básico. Eso sorprendió a Kara. —¿Básico? —Bueno, es como una mezcla entre Coco Chanel y Carolina Herrera. —¡No es cierto! —Oh, querida, ¿te ofendí? —¿Quién es usted? Después de hacer una mueca, se presentó: —Víctor Talking. Eso no le decía nada y se lo dijo en la cara. —No te conozco.
Talking con mucha autoridad le dijo a la odiosa mujer. —Nunca aparte a quien desee conocerme. —Lo siento, pensé que ella podía distraerlo. —La juventud nunca distrae —miró a la pequeña que estaba con la boca abierta—. Vamos, muéstrame lo que tienes. Fueron a la oficina, la pequeña apuró el paso y cuando llegaron adentro, preguntó asombrada. —¿Mamá, eres tú? Talking comenzó a arreglar nervioso las cosas. —¿Eres tú mamá? Ella se dio la vuelta sorprendida, mirando a todos lados. —¿Cómo te diste cuenta? —¡Mamá! —gritó emocionada. Valka le tapó la boca y le dijo: —Nadie puede saberlo. —Pero… —Hija, debes disimular, no pueden saber que soy yo. —¿Por qué? Ella le explicó: —Alguien de aquí me metió en líos y quiero saber quién y por qué. La joven se abrazó fuertemente de ella y le dijo sorprendida. —¿Qué te hiciste? —Tengo puesto un traje especial, debo fingir ser un hombre. Rafaella se rio divertida y le comentó. —Papá Khan no sabe nada de esto, piensa que eres un gran d
Julieta estaba animada con la presencia de Talking, sonreía, canturreaba y más con las atenciones del sujeto. —Mi querida Julieta, siempre tan hermosa, debió ser modelo. Ella se sonrojó toda de la emoción. —Quise ser modelo, pero no di la talla. Talking dijo de pronto. —Estoy para cumplir los sueños de las mujeres, quiero que desfile en la pasarela de Hamdi. Ella abrió tanto la boca de la sorpresa. —¿Yo? —Sí, usará un traje que diseñaré especialmente para usted y la quiero divina en la pasarela. Estaba tan impresionada. —Es la primera vez que me proponen algo como eso. —Ya es hora de practicar pasarela y luego se mide el vestido. Julieta no daba crédito a lo escuchado. ** Talking entró en el estudio y comenzó a diseñar y Fey le preguntó. —¿Por qué deseas tener un detalle con esa mujer? —Querida, Víctor Talking, es un conquistador, quiero que ella sea capaz de soltarle la lengua a Talking. —Cuando sepa la verdad, se va a caer para atrás. Ella sonrió divertida con la id