Entre esas mujeres se encontraba una en especial, quien a pesar de estar colgada de un hombre apuesto, su mirada ardía de envidia. —¿Qué no es esa tu exnovia gorda? — susurró la mujer al odio de su acompañante.El hombre no dudó en prestarle más atención a la pareja protagonista de la pista.—Lia, por supuesto que no. Ella jamás se vestiría así, no tiene ningún sentido del gusto. Además dudo que alguien como ese importante CEO se fijara en alguien como Lia tal vez solo es alguien que se le parece — le respondió a su novia, dejando de ver a la pareja, aun así, una punzada de celos se instaló en su pecho al ver el parecido de esa mujer con su exnovia.Lia no era consciente de nada de lo que sucedía a su alrededor, ese era el poder que Evan tenía, hacer que todo desapareciera y nada más que él se convirtiera en el centro de su acompañante.Ella podía sentir como el agarre de Evan alrededor de su cuerpo se estrechaba cada vez más, haciendo que solo deseara que la música jamás dejara de s
Evan no encontraba motivos para dejar de escuchar a Lia. Todo lo contrario, cada tema que tocaba con ella se le hacía interesante.Mejor dicho. Ella era una mujer interesante.—¿Dime, qué te gustaría beber?A ella no le pasó por alto la forma en que había evitado hablar de sus conquistas, tal vez era lo mejor, tal vez si aceptaba ese trato le pediría que fuera discreto y que ni siquiera ella fuera consciente de que podría tener o no tener a alguien más, podría vivir esa mentira y ser feliz los próximos tres años si él aceptaba aquella condición.— Creo que algo de vino estará bien.— explicó mientras veía como le pedía una botella al camarero y un par de copas.Después de aquello, Evan la guio hasta un balcón cercano, uno desde el que todavía se escuchaba la música, pero al menos podían hablar.Ella se sentó en una banca que estaba junto a la pared mientras lo observaba llenar las copas y estuvo segura de lo que haría en el momento en que le entregó una y sus miradas se cruzaron de nue
Lia camino a paso ligero hasta una de las barras sin ser consciente de que alguien la estaba mirando y siguiendo todos sus pasos llenándose de celos, al comprobar, que realmente era ella y no alguien que se le parecía.Max todavía no era capaz de comprender, ¿Cómo se las había ingeniado para ser la acompañante de ese hombre?Max caminó hasta ella dispuesto a encararla, estaba seguro de que Lia se encontraría destruida después de la imagen de su compromiso en I*******m y, le estaba bien empleado, por no haberlo dejado tocarla jamás, un hombre tiene ciertas necesidades y ella jamás quiso satisfacerlas. Pero no era así, allí estaba más guapa que nunca, acompañada del hombre que todas deseaban.El exnovio de Lía detuvo sus pasos al ver que una mujer se acercaba a ella y decidió no perderla de vista, en algún momento se quedaría sola y él podría saber la verdad de lo que sucedía, él podría saciar su curiosidad y saber porque estaba allí en lugar de escondida en su casa y llorando por haberl
Lia justo estaba abriendo la puerta para salir cuando alguien agarró su brazo y ella se giró para gritarle que podía meterse su trato en el mismísimo trasero, pero no lo hizo porque cuando se dio la vuelta se encontró de frente con Max, haciendo que ya no pudiera contener por más tiempo las lágrimas que salían de sus ojos mientras los periodistas los ametrallaban con muchas fotografías, desde el otro lado de la cristalera.—Padre, Marjorie, si me disculpan — Ambos se quedaron viendo extrañados al ver a Evan salir tras alguien. No tenían que ser psíquicos para saber que algo había incomodado a la joven.Por primera vez, Evan dejó su desafío de miradas con la esposa de su padre, y se dirigió a seguir a su prometida, no le había gustado la mirada que le dirigió antes de marcharse de su lado.No lograba entender como esa mujer lograba tenerlo malditamente pendiente de ella, logrando que todo girara a su alrededor. No solo eso, lo hacía sentir miserable cuando la entristecía.Alcanzó a ver
El apartamento de Evan era espectacular, un ático enorme y con decoración minimalista, nada que ver con el pequeño lugar de dos habitaciones minúsculas que compartían Lía y Charlie en uno de los barrios más modestos de la ciudad. En cambio, desde este, se podía ver todas las luces de la noche, sin duda observar Nueva York desde esa ventana era una experiencia que Lia solo había visto en películas, pero no había nada más perfecto que estar allí y observar esas visitas.— No quise responder tu pregunta cuando estábamos en la limusina porque esperaba a que te calmaras.Lia dejó de mirar por la ventana y giró el rostro para encontrarse con la profunda mirada de Evan clavada en ella, tan hermosa e intimidante como siempre.Se sentía dudosa y con algo de vergüenza por lo que estaba a punto de contar mientras caminaba en su dirección.—Entonces me dirás ¿por qué te ha llamado así? — preguntó Evan tratando de que no notara que seguía enfadado por la manera en que fue tratada.— Él me llamó as
Algo que no sabría describir se detuvo de repente, tal vez fue el tiempo a su alrededor, tal vez el espacio, tal vez ella misma o su percepción de las cosas, lo que no se detuvo fue la boca de Evan apoderándose de la suya y la forma posesiva en que reclamó el espacio con su lengua, cada rincón, volviéndose más y más demandante a medida que sus labios parecían querer comerse el uno al otro.— Evan…— su nombre salió como un gemido solo el momento en que Evan la dejó separarse antes de volverla a besar, y sintió una excitación que jamás había sido parte de ella.—Lía… — dejó que su nombre se coló por sus labios, casi como un susurro anhelante.Esa chica tenía algo que hacía que su cuerpo y él mismo respondiera de maneras que jamás había imaginado.Lía se sorprendió ante lo sucedido, con Max nunca estuvo así, siempre pensaba y rogaba en que no avanzara, en que no intentara desnudarla, en que no tocara de más, jamás tuvo la mente en blanco ni se dejó llevar como en ese momento y jamás sint
— Evan…— Lia habló sacando al hombre de sus pensamientos y divagaciones — Me quedé dormida — ladeó el rostro para ver los rayos de luz que asomaban por la ventana y supo que habían pasado toda la noche ahí, en el sofá.Evan se había quedado dormido también, en algún momento de la noche había sucumbido al sueño, terminando dormido, abrazado al cuerpo de Lía.Se despertó al sentirla moverse, molesto por dejar de sentir su calidez contra su cuerpo.— Lo siento…— Se retiró de él algo avergonzada, cosa que se reflejó en el leve color rojizo que tomaron sus mejillas — ¿Pudiste descansar aquí, no estuviste incómodo?—Estaba descansando muy bien hasta que decidiste moverte — le respondió con una sonrisa pícara, atrayéndola de nuevo hacia él — quiero seguir durmiendo, así que necesito que vuelvas a tu lugar entre mis brazos.— Aún es muy pronto verdad — preguntó ella mirando hacia abajo y dándose cuenta de que todavía iba vestida de fiesta. — Pero debo ir a mi casa o mi primo empezará a preocu
—Claro, solo si puedo llevar a Lía, mi novia, conmigo.Si Marjorie se sorprendió por sus palabras, no lo demostró, en realidad si amas que encantada a que hiciera eso.—Claro que sí, puedes traer a tu novia, esta sigue siendo tu casa y tus invitados son nuestros invitados. Los estaremos esperando. No tarden, tu padre quiere hacer una pequeña parrillada en el jardín y ya sabes como se pone con la puntualidad a la hora de comer.La llamada se cortó. Dejando a un sonriente, Evan viendo a su chica.—Desayunamos para después ir a comprarte ropa, pasaremos el fin de semana en casa de mi padre y su mujer.No tardaron mucho tras esa llamada para que Lia fuera arrastrada por un Evan impaciente por toda la ciudad. Era fin de semana, así que como era lógico, todas las boutiques estaban cerradas, salvo una filial de la agencia de Marjorie la madrastra de Evan.Por suerte ahí se encontraba Jean-Paul, media hora después Lia tenía a su disposición desde un traje de baño, ropa casual tanto para salir