A Marjorie junto a todos los que estaba a su alrededor, el mundo entero se les cayó encima en el momento en que el doctor llegó y dijo que ni su esposo ni ella eran compatibles y, aunque el doctor callara, Marjorie sabía que con su mirada les estaba amonestando, más por la confidencialidad médico-paciente no dijo nada, simplemente se encargó de dar las malas noticias.—Les seré sincero, no creo que el otro familiar sea compatible, por lo que mandaré a mi enfermera para que lo más pronto posible empiecen a figurar en la lista de espera para donantes de médula ósea y no solo eso, para que empiece a recibir el tratamiento ya sea de radioterapia o de la quimio.Nadie dijo nada, ni siquiera Evan que se encontraba ahí se atrevió a decir algo, la sola idea de que su hermano no obtuviera esa médula pronto lo hundió, por lo que solo se dejó caer en el asiento exhausto.Lia llegaba después de la comida con su suegra, había tardado mucho, pero le fue imposible no acabar pronto. Por lo que corría
El padre de Evan notó el nerviosismo de su esposa y no pudo hacer nada más que abrazarla, la culpa no era solo de ella, también él había callado, había aceptado junto con ella ocultar ese secreto. Un gran secreto que seguiría oculto si no fuera por la enfermedad del pequeño Ian.—No te preocupes, él entenderá, mi hijo ya no es lo que solía ser. Él ha madurado, así que nos entenderá y si no logra perdonarnos, al menos sabremos que si algo nos llega a pasar él daría la vida por Ian.Marjorie asintió, levemente. Lo importante seguía siendo que el pequeño Ian pudiera recuperarse.Evan seguía abrazando a Lia, no podía creer la gran noticia que la enfermera le había dado.—Dígame, señorita, enfermera, a donde debo de ir para que empiecen a sacarme eso que necesita mi hermano, para estar bien.La enfermera pareció quedarse en blanco en ese momento, sin saber qué decir, solo atinó a decir que el médico se encargaría primero de hablar con los padres del joven antes de empezar con el tratamient
Evan se levantó de pronto incapaz de seguir sentado, mirando a su padre, luego a Marjorie una y otra vez con la mirada desencajada y roja a causa de las lágrimas contenidas, llevando la mano hasta su cabeza, agarrándose el cabello.Le estaba costando mucho respirar, en ese momento se sentía llevado de vuelta a los 17 años cuando era un estúpido adolescente de que se enteró de la muerte de la hija de Marjorie, su primer amor al que había rechazado únicamente por lo que pudieran pensar los demás.La ansiedad, el miedo y la culpa estaban ahogándolo, Evan llevó su mano diestra hasta donde se encontraban los botones de su camisa y empezó a desabrocharlos.Su padre, que ya había visto lo que pasaba cuando su hijo se encontraba así, trató de acercarse a él, pero Evan no se lo permitió, estaba demasiado molesto para tolerarlo cerca.—¡No, no me toques! No después de mentirme y de esconder la verdad sobre Ian. Él…— le estaba costando hablar e hilvanar las palabras en su mente — Él no es mi her
Evan se encontraba aterrado, ya que como su padre, le temía a las agujas y en ese momento le pincharían una en su columna, la cual lo adormecerá de la mitad de su cuerpo, con la famosa anestesia general o el bloqueo como le llamaban.Solo de pensar en eso hacía que sintiera un fuerte sudor frío que empezaba cubrir todo su cuerpo, sus manos se encontraban frías tanto que tenía que apretarlas en puños para que no se notara lo nervioso que estaba. Y es que no solo era el único piquete que él recibió ese día, antes ya habían sacado un poco de sangre y le habían picado y ahora el doctor le había explicado que es lo que harían.El muy cabrón, le había dicho que no tenía que preocuparse, que solo serian pequeños pinchazis y que serian como picadas de hormigas, con lo fuerte que estas picas, joder, no había podido darle otro tipo de ejemplo que no fuera tan doloroso.En ese momento la mente de Evan viajó a su niñez, justo en el día que por andar jugando en el jardín y ser un poco gilipollas,
Evan asintió a lo dicho por el doctor, lo único que en ese momento deseaba era saber que Ian se encontraría bien. Era lo único que en le importaba.Porque tras el dolor del piquete y la extracción de la médula ya no importaba si había tenido nervios o si no le gustaban las agujas, lo único que deseaba era poder saber que se encontraba bien.Lo bueno de ser drogado o anestesiado, era que sin importar nada se encontraría en ese momento deseando dormir y fue lo que hizo una vez se quedó de nuevo solo, ni siquiera se dio cuenta de que ya había sido llevado hasta el cuarto donde se encontraba Ian, su hijo.Aunque por ahora era mejor que no supiera nada hasta que él estuviera bien, así lo había decidido tanto su padre con Marjorie como el mismo.Para Evan era más importante la salud de su querido hermano que hacer valer su paternidad.—No creí que Evan fuera actuar de la manera que actuó— reconoció su padre ante Marjorie — la forma en que vino a hablar con nosotros y a pedir que le dijéramo
Lia observaba a Ian con unos nuevos ojos, ahora era el hijo de su pareja, y si, tal vez ya era un adolescente, un muy joven adolescente todavía, pero al fin y al cabo no era un niño al que habría que cuidar como a uno pequeño, pero pasaría a ser su madrastra cuando se casara con Evan. Tenía la edad que ella tenía cuando la adoptaron los Taylor, el destino a veces es caprichoso.El camillero y la enfermera que estaba ahí vieron a los padres.—Podría solo quedarse una persona, pero más no.El padre no pudo quejarse, además no tenía el corazón para oponerse a nada de lo que dijera Evan, además Ian parecía feliz de que Evan y Lía pasarán tiempo juntos.—Vamos, Marjorie, parece que a estos viejos ya no, nos necesitan.Ian rodó sus ojos al escuchar a su padre.—Nada de eso, yo solo veo por mi tranquilidad, ¿Es que acaso no conocen a Evan cuando algo le aqueja?El padre de Evan asintió, ya que si, su hijo era difícil de apaciguar, si no le daban algo tras haberse portado bien.— Si claro me
— Joana ¿Quién es el cliente de las 16:00?— preguntó Charlie mientras preparaba el material necesario para el extraño diseño que le habían encargado.— No me dijo su nombre, solo que quería un cisne negro en la cadera — dijo su socia con la que compartía su estudió, aunque ella se dedicaba normalmente a las perforaciones y él a los tatuajes.— solo lo apunté porque dejó pagáis señal y si no viene no será tiempo perdido, pero me pareció extraño que no quisiera dejarme su nombre ni sus datos para contactarlo.Charlie no entendió demasiado por qué alguien querría ocultar su identidad como al fin y al cabo iba a saber quién era cuando fuera a tatuarlo.— Está bien, lo haces pasar en cuanto llegue.Elian tenía claro lo que quería como tatuaje y es que en ese lugar de su cadera, había exactamente un extraño lunar parecido a un cisne qué deseaba que Charlie detallara y lo convirtiera realmente en eso.No lo diría, pero su obra de ballet favorita era el lago de los cisnes.Que si Elian estaba
Lia y Evan hacía ya un rato que se habían levantado para animar a Ian quien estaba despierto desde muy pronto nervioso y alterado aunque intentaba que no se le notara, era impresionante la entereza que tenía ese niño, casi parecía querer animarlos él para que no se preocuparan.—Señor Anderson, vamos a llevarnos a su hermano a quirófano — explicó el médico al llegar a la habitación.— usted ya tiene el alta, pero recuerde descansar bien los próximos días.Después de decir aquello, el médico salió de allí dejando que entrara a una de las enfermeras que preparaba a Ian para llevárselo.Evan estaba ansioso, si antes se moría de los nervios creyendo que era su hermano, ahora sabiendo que era su hijo, sus nervios aumentaban considerablemente.Agradeció que Lia se quedara ahí con él y que lo ayudara a vestirse porque no podía controlar el temblor de sus manos al colocarse la camisa.Lia dejó un beso en la frente del chico y luego le sonrió tomándome la mano mientras Evan dejaba otro beso en