—¡Ella está conmigo!
—Yo la veo bastante aburrida, y esta es una fiesta.
—¿No me has oído? Ella viene conmigo.
—Deja que sea ella quien responda.
Jack la miro con el ceño fruncido esperando su respuesta, ¿que podría pasar si aceptaba bailar con aquel desconocido?, no estaba segura de querer provocar la paciencia de Jack ya que su forma de responder era algo tosca. Pero si no aceptaba la invitación le estaría dando a Jack poder sobre ella, y ellos no tenían nada para que él se comportara de esa forma posesiva con ella. Le daría una lección por portarse como un idiota.
—No me importa bailar un rato. Le dijo al vaquero, le extendió la mano complacido por la respuesta de Megan.
—¿Qué crees que estás haciendo? Tomando la otra mano de Mega
El deseaba volverla loca con cada rose de su lengua, y Megan se sentía fascinada por la manera que él, la estaba tratando. Su cuerpo estaba húmedo y su centro femenino era una mar desbordándose entre sus piernas y las sabanas.—¡Oh Jack, ven a mí por favor! Le suplicaba.—¿Dime qué quieres Megan?—¡Hazme el amor vaquero! Le susurro sin pudor.—Muy bien, sabrás como hace el amor un vaquero de Texas.Se colocó entre sus piernas pasando su lengua húmeda por su centro femenino empapado de pasión, ella abrió las piernas completamente para el disfrutando de la lengua experta de Jack. No sentía pena, ni vergüenza, deseaba a ese hombre y lo tenía en su cama y entre sus piernas probando de su néctar. Megan no podía aguantar tanto placer, dejándose llev
—Lo siento Mel pero nos vamos mañana.—¿Pero por qué tan pronto? Quisiera salir más con Rodrigo.—¡Lo siento! Se levantó y subió las escaleras hasta su habitación.—Genial y yo que pensaba que le estaba agradando estar aquí, ayer la vi divirtiéndose en la fiesta.—No podemos hacer nada, ha tomado su decisión.—¿Y usted se quedara?—Por supuesto que si me quedare. Si mi nieta quiere verme tendrá que venir hasta aquí.—Yo no sé si quiero irme.—Entonces toma una decisión.—No lo sé, no quiero parecer que me quedo por Rodrigo.—Solo tú puedes tomar tus decisiones.El día paso como un relámpago, Megan paso ca
El que pensaba mantenerse alejado de ella, y ahora resultaba que Grisell tenía otros planes para él. La puerta de su cuarto estaba entre abierta así que entro sin tocar, era más que imposible que estuviera desnuda así que no dudo en entrar.—Hola, ¿estás lista para ese baño? Le dijo metiéndose las manos en los bolsillos.—Le dije que no te molestara con esas cosas.—¡Ya! Pero ya estoy aquí, así que te llevare al baño.—Si supongo que sí. Le dijo encogiéndose de hombros.—¿Mi presencia te molesta?—No te sientas tan importante.—Anoche no parecía que te molestara mucho. Le dijo acercándose a ella.Como se atrevía pensó Megan, era un idiota.—Solo fue una
La llevo al dormitorio y la deposito en la cama, estaba empapada y helada los dientes le tiritaban.—Tengo mucho frio, en ese cajón tengo otro camisón color rosa.—Toma. Le tendió el camisón. – ¿Quieres que te prepare un té?—No estoy bien así. Creo que la fiebre me bajo y hora tengo es hipotermia.—¡No exageres! Tocándole la frente para confirmar si aún seguía caliente, pero estaba helada. Ya no tenía por qué estar más allí, la razón le decía que saliera de allí lo antes posible, otra parte de su cuerpo se negaba a obedecerlo. Sentándose a su lado le dio un abrazo para ayudarla a entrar en calor.—¿Qué haces? Le pregunto nerviosa por el contacto.—Intento ser un buen anfitrión.&m
—Buenos días patrón, voy a llevar a Megan a su despacho.—¡Buenos días! Si cuando termines regresa al trabajo Rodrigo. Le dijo serio, se caló su sombrero giro sobre sus botas y se marchó con grandes zancadas.Rodrigo dio un silbido burlón.—¡Sí que esta de muy mal humor hoy! Dijo Mientras camina por el pasillo has las escaleras.—¿A qué se debe su mal genio? Pregunto Melisa mirando a su amiga de manera sospechosa.—¡Yo que voy a saber! Rodrigo lo conoce mejor que nadie.—¡Me parece que esta celoso!—Eso es la mayor tontería que he oído. Dijo Megan.—El patrón es muy posesivo. —¿Qué quieres decir con eso? Le pregunto Megan, acaso Jack era posesivo con ella.
—Hola doctor qué bueno que tuvo tiempo de venir.—Si Jack me dijo que era realmente urgente que revisara a su nieta que se encontraba muy mal.—Bueno mal como tal no está, pero si está muy pálida y débil. Casi no prueba bocado y siempre está durmiendo.—Bueno vamos a ver qué es lo que le pasa.El doctor estuvo a solas con Megan por más de una hora, todos estaban en la espera en la sala. Después de un largo rato escucharon pasos en la escalera y todos se pusieron en pie esperando el resultado.—¿Y bien doctor? Pregunto Jack impaciente.—Bueno ella no tiene nada malo. Esta perfecta, solo necesita comer bien, tomar líquido y algunas vitaminas que ya le recete.—¿Bien? Exclamo Jack. –Pero si está más pálida que un cad&aacu
—¿Se te perdió algo? Jack la había pillado mirándolo sin descaro, no tuvo otro remedio que levantarse toda apenada y mirar hacia otro lado.—¡Metete en el baño! Busco su bata y se la puso, cuando Jack se había metido en el balo y todo estaba despejado abrió la puerta. –Abuela buen día ¿Qué ocurre? Estaba profundamente dormida.—Ya veo, llevo un buen rato tocando pensé que te había pasado algo.—Abuela estoy bien. ¡Es más muero de hambre!—Eso sí que me agrada, te preparare un buen desayuno, déjame hacerte la cama. Megan sí que duermes terrible mira esa cama nada más, las sabanas en el piso y las almohadas. Oh por Dios la cama estaba hecha un desastre total.—Déjala abuela yo misma la puedo hacer.<
—Tenía trabajo de hacer Jack, no andaba de paseo. ¿Querías que las espiara?—Bueno no sería mala idea, porque presiento que algo traman.—Estas paranoico Jack. Porque no reconoces que Megan te mueve el piso.—¡Ya puedes irte!Todos estaban empeñados en que le confesara lo que sentía por Megan, pero si lo hacía que iba a pasar luego. No sabía lo que ella sentía por él, porque hacer el amor es una cosa pero los sentimientos que puedan albergar cada uno es otra cosa.—Abuela te trajimos un montón de cosas que vimos en San Antonio.—Eso quiere decir que se divirtieron.—Si también almorzamos en un lindo restaurant, disculpa si no hemos llegado a tiempo.—Descuida mi niña aun aquí nadie ha comido, pero igual