No anhelo lazos que me aten a tu piel, juro que aunque me tenga que arrancar el corazón voy a depurar mi vida de estos sentimientos que me hacen amarte.Atenea La ansiedad está por consumirme por completo mientras espero a que el doctor me llame, no paro de tamborilear con el tacón y eso hace que me sienta peor. Ni siquiera sé por qué estoy asustada, es obvio que lo que tengo es por causa de la presión que he estado teniendo en mi vida, son tantas cosas nuevas que ni siquiera tengo tiempo de pensar en la muerte de mis padres, hace mucho que he dejado de llorar por ellos.Lo mejor es que me vaya y no le haga perder el tiempo al doctor, seguramente tiene otros pacientes que si necesitan de su ayuda, yo puedo tomarme un té y con eso conseguir dormir tranquila. Me pongo de pie para irme, pero solo he dado un paso cuando la puerta del consultorio se abre y la voz gruesa de un hombre pronuncia mi nombre con claridad, provocando que un escalofrío me recorra por todo el cuerpo.—¿Es usted la
Busco desesperadamente la luz de la esperanza en el brillo de tus ojos, pero insiste en cerrarlos y mirar a otro lado. DominicEstoy seguro de que entre ella y yo hay mucho más que un simple acuerdo, pero se resiste a aceptarlo y no puedo hacer nada para obligarla a que se rinda y me permita demostrarle que por ella puedo ser mejor, que puedo cambiar y convertirme en el hombre que ella necesita a su lado, tal vez ella tenga razón y lo mejor es mantenernos alejados para que esto que sentimos no se haga más grande, no quiero hacerle daño.Tomo mi celular y salgo de mi habitación para ir a la empresa, mientras bajo las escaleras el teléfono empieza a sonar, miro la pantalla y miro la pantalla para ver quién llama y me doy cuenta de que son los custodios de Atenea, aunque le dije que podía salir sin ellos le ordene que la siguieran sin que ella se diera cuenta y me mantuvieran informado.—Diga —ordeno colocándome el aparato en la oreja.—La señora acaba de llegar a un hospital —informa d
La luz en tus ojos es lo único que impide que mi alma se escape de mi cuerpo, sin embargo, mi corazón palpita en tus manos frías.DominicLe envió un mensaje a Atenea para decirle que me encuentro afuera de su empresa y que la espero para ir a cenar, me responde que todavía no ha terminado, por lo que le respondo que la esperaré de todos modos. No responde, supongo que le da igual, sin embargo, a los cinco minutos la veo salir y acercarse al auto, sin dudar me bajo para recibirla, ella acerca su cara a la mía y me besa muy castamente.¡Demonios!—Me hubieses avisado antes de venir, por muy dueña que sea, no puedo estar dejando el trabajo tirado solo porque a ti se te antoja cenar fuera —recrimina en voz baja y luciendo una sonrisa.—Quería darte una sorpresa, es parte de ser un matrimonio feliz —Tomo sus manos entre las mías, perdiéndome en el calor de su piel.Se siente tan bien el contacto.—¿Podemos irnos? La cara me empieza a doler —dice y me suelta disimuladamente.Me hago a un l
La fuerza de tu deseo es la determinación del mío, y si tengo que arder en el infierno y purificar mi alma para conseguir que me ames, entonces no voy a dudar en pasar una eternidad purgando cada pecado de mi ser. Dominic Me atrevo a tomar su mano sobre la mesa y entrelazar nuestros dedos, ella duda un segundo, pero al final se deja hacer, me mira y se sonríe al tiempo que un rubor rosado cubre sus mejillas, el vino está causando efecto en los dos. Su risa se detiene y su mirada queda fija en mi cara, tiene los labios entre abiertos y respira por la boca, tal vez sea una locura que voy a hacer, pero me inclino sobre la mesa y tomo su boca con la mía. Muevo mis labios lentamente sobre los de ella dándole oportunidad a que me rechace, no obstante, coloca su mano libre en mi mejilla e intensifica el contacto abriendo más la boca para que pueda meter mi lengua y recorrer cada recoveco hasta unirme con su propia lengua en una danza salvaje que en poco tiempo nos deja sin aliento y nos ob
Razón, cordura o locura son los escalones que me llevan hasta ti. Paso a paso me acerco cada vez más a ese infierno de pasión que me ofreces en tus labios.Atenea Apenas pruebo el postre cuando le pido irnos, verlo de rodillas me hace pensar que tal vez lo juzgue mal, pero es que hace tantas cosas que me hacen verlo como alguien despiadado, ahora no sé qué pensar de todo esto, quizás si podamos darnos una oportunidad, empezar desde cero obviando el hecho de que ya estamos casados, permitirle que me enamore, aunque ya eso es un hecho a pesar de que no hubo esa parte romántica entre los dos.Todo fue producto de una extraña conexión que nos atrapa, no sé si sea amor o una obsesión, esto que sentimos. Hace un momento fue como si todo se hubiese desvanecido, la rabia, la tristeza, la decepción y solo quedamos los dos, tan claros y transparentes, sonriéndonos a cada instante.—Ya podemos irnos —dice sosteniendo la silla para ayudarme a levantar.—Perdón me distraje —contesto y me pongo de
Me quedo en el abismo donde tus caricias son la salvación de mi alma y tu amor es la condena que me hace libre.AteneaEl frío de la noche se desvanece al tiempo que nuestros cuerpos se funden en uno solo, el ardor de sus caricias calienta mi piel a la vez que su cuerpo entra en el mío, llenándome con toda su extensión, colmando por completo mis sentidos y saciando la necesidad de sentirlo tan dentro de mí. Grito su nombre al tiempo que el mío sale de su boca con voz ronca y posesiva, y se clava una vez más en mi piel con fuerza para depositar en mi interior el fruto de su éxtasis que se mezcla con el mío.Su boca busca a la mía con ternura, dulces caricias son esparcidas por mi piel húmeda antes de que se incorpore y se aleje de mí por algunos segundo, llenándome de una sensación de abandono, lo veo andar y coger los almohadones de cada mueble y tirarlos al piso, consigue los restos de nuestras ropas junto a una frazada que no sé dónde consiguió y también lo acomoda en el piso, final
Me pierdo en la dulce agonía de tus caricias, en timbre ronco de tu voz y en la sublime caricia de tu mirada puesta en mí. Amarte es poco y nada en comparación de lo que me haces sentir.Atenea Las cosas han cambiado mucho entre Dominic y yo, ya no es necesario fingir delante de las demás personas, lo que demostramos ante los demás es totalmente genuino, en la gala de beneficencia todo el mundo se nos quedaba viendo, no podían creer que de verdad hubiese amor entre él y yo. No faltó quien comentara algo sobre el desprecio de mi padre hacia mi esposo o criticara nuestra unión tan prematura sin antes haber dado a conocer el noviazgo.Más de uno coincidió en que resultaba muy sospechoso, no obstante Dominic y yo ignoramos cualquier comentario negativo y nos dedicamos a disfrutar de la velada del mismo modo en el que hemos hecho cada noche desde que decidí abrirle mi corazón por completo, tal vez sea muy pronto para dejar ir los miedos y confiarme por completo de su palabra, pero la verd
El beso de la traición, ni siquiera Judas, llego a ser tan hipócrita. Te odiaré del mismo modo en el que llegue a amarte.DominicLos últimos días al lado de Atenea han sido increíbles, nunca me había sentido de esta manera, ni siquiera tengo palabras para describir este sentimiento que me llena de paz, de libertad, de plenitud. Hacerle el amor cada día es un vicio del que me declaro totalmente adicto, me fascina ver como todavía intenta cubrirse para que no la vea, ahora me doy cuenta de que no pude haber estado más equivocado al cuestionarme por mi atracción hacia ella.Atenea lo tiene todo, aunque de verdad se me hace extraño que quiera ocultarse de mí, que sienta vergüenza de su cuerpo, cuando es obvio que antes de mí había tenido alguna experiencia, odio la idea de no haber sido el primer y único hombre en su vida, claro eso no cambia mis sentimientos hacia ella, pero me obliga a esforzarme más cada día para borrar la huella de cualquier recuerdo que pueda tener del imbécil con e